Esta plaza es la más famosa de Vejer. La magia de este entorno rodeado de palmeras la aportan todas las casitas blancas de la plaza y, sobre todo, su fuente central, que cuenta con una bella ornamentación. Este lugar es también ideal para hacer un alto en el camino en uno de sus bares para disfrutar del ambiente de la plaza.

Esta kilométrica playa pertenece al término municipal, está a 8 kilómetros de Vejer y también muy cerca de Conil. De hecho, hay un sendero, el de Castilnovo, que conecta El Palmar con Conil. La virtud de esta playa está en sus puestas de sol, que pueden vivirse de diferentes maneras. O con la tranquilidad que permite una playa tan extensa y ancha o con la música chill out de sus chiringuitos, de los más populares de la costa gaditana.

Esta exquisita carne es muy típica de Vejer y se suele comer en bocadillo. Además, está disponible en muchos bares e incluso para llevar en carnicerías. El más destacado de esos bares es la Venta Pinto, en la pedanía de La Barca de Vejer, a los pies del cerro sobre el que se asienta Vejer. Esta venta destaca por todo, es uno de los restaurantes más emblemáticos de la provincia y en él es recomendable tanto sus carnes como sus pescados.

Caminar sin rumbo por el centro de Vejer es la mejor opción posible. Andar su recinto amurallado, disfrutar de la quietud de sus calles blancas que guardan siglos de secretos, atravesar sus arcos, contemplar sus iglesias y castillos. 

Una enigmática tradición vejeriega que lleva a muchos visitantes a pensar que el traje típico de Vejer es un burka. Este traje cubre por completo el cuerpo y rostro de la mujer, dejando tan solo un ojo a la vista.

Su origen realmente es castellano. Ha sido prohibido muchas veces en la historia. A los pies de la muralla, hay un monumento que recuerda a los visitantes esta vestimenta típica que se usa otra vez desde el año 1976 en las fiestas patronales de agosto.