Tribunales Cádiz

La acusada de asesinar a su marido en Chiclana con un rodillo pide perdón

  • El veredicto del jurado se pospone hasta este viernes tras una tarde de deliberación

La acusada, conducida por un agente de la Guardia Civil, antes de entrar a juicio.

La acusada, conducida por un agente de la Guardia Civil, antes de entrar a juicio. / Lourdes de Vicente

El jurado encargado de decidir si la mujer acusada de asesinar a su marido en Chiclana con un rodillo es culpable o inocente ha pospuesto su decisión hasta este viernes. Los miembros del tribunal popular recibieron el objeto del veredicto el jueves pasado el mediodía y desde entonces permanecieron aislados para deliberar. En torno a las nueve de la noche, fueron trasladados a un hotel, donde siguieron incomunicados hasta este viernes, cuando han regresado a la Audiencia Provincial de Cádiz. En principio, está previsto que su decisión se haga pública el hoy.

En la mañana del jueves, antes de que los miembros del jurado recibiesen las casi 40 preguntas que conforman el objeto del veredicto, la acusada ejerció su derecho a la última palabra. En su intervención, la procesada pidió perdón y mostró su arrepentimiento por haber matado a su marido. Concretamente, dijo "hay muchas formas de pedir perdón", una frase que guardaba cierta relación con el alegato final que hizo su abogado el pasado miércoles, cuando manifestó que "dejar a los hijos menores de la pareja a cargo de los abuelos paternos era una forma implícita de pedir perdón".

Asimismo, la encausada manifestó: "En los tres años y medio que llevo en la cárcel he contado con el apoyo de mi familia. Sin embargo, al que fue mi marido solo lo defiende una persona" y señaló con la cabeza a la representante de la Fiscalía de Cádiz. De esta forma, la mujer puso de relieve que en este procedimiento no ha habido acusación particular, sólo pública, pues la familia de la víctima mortal no se ha personado en la causa.

También en la mañana del jueves, antes de la deliberación, el abogado defensor modificó parte de sus conclusiones. Así, suprimió la atenuante de dilaciones indebidas y planteó que la eximente de legítima defensa fuese contemplada de manera incompleta y no completa, como propuso en un primer momento. Además, el letrado solicitó a tribunal popular que estimase las atenuantes de confesión y arrebato de manera "muy cualificada", lo que fue rechazado por la fiscal del caso.

De una parte, la acusación pública contestó que la procesada solo admitió haber golpeado a su marido en la cabeza con un rodillo. "No confesó que lo atacó con un cuchillo ni que después lo asfixió con el rodillo", apostilló. Por esa razón consideró que la confesión debía apreciarse "en su grado mínimo".  De otra parte, la Fiscalía rechazó el arrebato "porque la procesada actuó de una forma desproporcionada ante un estímulo insuficiente".

Por último, el Ministerio Fiscal se opuso a la aplicación de la legítima defensa en base a los requisitos que estipula el Tribunal Supremo al respecto. "El Alto Tribunal aduce que esta eximente exige de una agresión previa y, en ese caso, la víctima se encontraba dormida en la cama", subrayó.

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