La Guardia Civil continúa realizando detenciones en la denominada Operación Olivetti, que ha desarticulado una red de traficantes de hachís que vendía droga incluso a menores en toda la Bahía de Cádiz. Cinco de los detenidos, que comenzaron a prestar declaración en San Fernando la pasada semana, también han sido imputados por un delito de amenazas, ya que en la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz llegaron a proferir amenazas de muerte a los agentes. Todos los detenidos, salvo uno que es marroquí, son españoles, y fuentes de la Benemérita aseguraron que el objetivo de esta organización desmantelada era "conseguir el capital suficiente para organizar un alijo de hachís de mayor calado para su introducción por vía marítima".

Esta banda llegó a regentar 14 puntos de venta de estupefacientes en la zona de la Bahía y tenía entre sus clientes a menores.

Durante la fase de investigación se abortaron 11 envíos de estupefacientes, y se detuvo a 18 personas que actuaban como correos, a los hay que sumar otras 26 detenciones. Al aumentar la vigilancia sobre la zona los agentes realizaron aprehensiones de pequeñas cantidades y comprobaron que, además de hachís, la organización vendía cocaína, éxtasis y incluso de metadona.