Fermín Cabezas llegó hace casi 15 años a Algeciras. De familia jerezana, su esposa Eva es algecireña y escogieron los paisajes del Estrecho para establecerse y seguir con su profesión de guardia civil de Tráfico. Desde ese momento Fermín se convirtió en un compañero querido por todo el mundo: trabajador incansable, siempre tenía una palabra alegre, una anécdota o un comentario que hacía sonreír a su interlocutor y que permitía esa distensión tan necesaria en algunos momentos.

Ayer, en la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras, sus compañeros estaban rotos al conocer su fallecimiento en acto de servicio, mientras perseguía a un coche cargado de droga. Algunos de ellos recordaban cómo Fermín “era amigo de todo el mundo. Era un hombre tremendamente querido, muy buena persona”. La clase de compañero, explican, que genera un buen ambiente de trabajo. Por eso sus colegas se congregaban anoche en la Comandancia todavía conmocionados por lo ocurrido, acompañando a su familia, a Eva y al hijo de ambos David, de diez años.

De 45 años de edad, había ingresado en la Guardia Civil en 1992 y cursado unos años después la especialidad de Tráfico. Estuvo destinado en Barcelona hasta que las competencias de control del tráfico pasaron a los Mossos d’Esquadra.

Ese fue el momento de volver a Andalucía. En 2005 llegaría a Algeciras, tierra natal de su esposa y donde nacería su hijo. Forman parte de una familia con una gran vinculación con la Guardia Civil; además de Fermín Cabezas, también formaron o forman parte del Cuerpo su suegro, un guardia civil muy conocido de la Comandancia de Algeciras, y dos familiares políticos.

La Guardia Civil algecireña despedirá hoy a uno de los suyos con una capilla ardiente abierta en la Comandancia de Algeciras durante toda la mañana. El funeral será en el mismo sitio por la tarde, a partir de las 17:30.