Valdelagrana se suma a los escenarios de la inmigración

"Yo estuve allí y me hice una foto"

  • Numerosos curiosos se acercaron hasta la patera para verla de cerca

La llegada de una patera con más de 70 personas a bordo a primera hora de la mañana de ayer despertó durante toda la jornada una gran expectación en la playa de Valdelagrana.

La embarcación, que poco después de tocar la orilla y con la llegada de los servicios municipales de Playas fue trasladada tierra adentro, permaneció varada en la arena ante la presencia de turistas y curiosos. Muchos de ellos se acercaban hasta la embarcación, expresando casi todos su sorpresa por la amplitud del interior -pese a lo que parecía al ver la nave desde fuera-.

Algunos de los curiosos, muchos de ellos de visita en El Puerto, se hacían fotos como para dejar patente que formaron parte, aunque fuera de forma tangencial, de una noticia que seguramente verían después en los periódicos o en las televisiones.

"Hay que ver la que tenéis liada en Cádiz", decía un turista extremeño, escéptico ante la política migratoria del Gobierno y convencido de que los inmigrantes no traerían nada bueno. "A saber qué cosas traían con ellos", decía en voz alta, mientras que otra señora se compadecía de ellos y se preguntaba por su suerte.

En el fondo de la embarcación, vestigios de que allí habían viajado más de 70 personas. Algunas manzanas de pequeño tamaño, una funda de móvil, una manta, envases de plástico con restos de algún zumo o un tetrabrick vacío de leche y un gran bidón de agua.

La patera llegó antes de las siete de la mañana y a esa hora, aún con la playa en silencio, las pocas personas que había cerca no se dieron cuenta de nada. Fue el caso de Dani, el vigilante nocturno del chiringuito la Bahía (en el límite con la playa de Levante) que estaba en el interior en el momento de la llegada y no se percató de nada, viendo la patera cuando ya los inmigrantes se habían dispersado, algunos por la urbanización portuense y otros, la mayoría, por el interior del parque natural de Los Toruños.

Durante toda la mañana Guardia Civil y Policía patrullaban por la zona en busca de alguno de los recién llegados, pero el ambiente era de tranquilidad.

No es la primera patera que llega a las playas portuenses, ya que una situación similar ya se vivió en el mes de marzo en la playa de La Muralla. Por desgracia, el ser humano se acostumbra a todo y más allá de la frivolización de unas fotos subidas a las redes sociales, el drama de la inmigración se ve como algo cada vez más cotidiano.

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