La huelga del metal inquieta a la provincia de Cádiz ante el 'fantasma' de las protestas de 2021

Sindicatos y patronal acuden hoy a la cita de mediación en el Sercla con la regulación de los fijos discontinuos y el plus de tóxicos como principales escollos para el acercamiento

CCOO y UGT llaman a la huelga a los trabajadores del metal de la provincia de Cádiz ante la falta de acuerdo con Femca para el convenio

Enfrentamiento entre manifestantes y antidisturbios en Cádiz durante la huelga del metal de 2021.
Enfrentamiento entre manifestantes y antidisturbios en Cádiz durante la huelga del metal de 2021. / Jesús Marín
Amaya Lanceta

Cádiz, 16 de junio 2025 - 06:00

Los trabajadores del metal de la provincia de Cádiz están llamados a la huelga esta semana. Concretamente, este miércoles 18 y el jueves 19 se parará la actividad del sector (un paro que será indefinido a partir del 23 de junio), si la convocatoria de UGT y CCOO se mantiene tras la reunión de mediación en el Sercla a la que acudirán hoy los sindicatos y la patronal (la Federación de Empresas del Metal de la Provincia de Cádiz, Femca). Dos son las cuestiones clave que separan a ambas partes para cerrar la renovación del convenio colectivo, la recuperación del plus de tóxico para todos los trabajadores y una regulación más justa de la figura del fijo discontinuo. El fantasma de la huelga de 2021 ronda a los gaditanos, si no hay acercamiento en este nuevo encuentro, por las consecuencias que tuvo entonces en muchas localidades, Cádiz, San Roque, Puerto Real, La Línea... Por la afectación a la actividad naval, aeronáutica, de la automoción o siderúrgica, a microempresas, pequeñas y medianas empresas asentadas en todos los polígonos industriales de la provincia (no solo las dos bahías o Jerez, también Olvera, Arcos o Conil)... Por los enfrentamientos que se vivieron con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado... La imagen de la tanqueta continúa en la retina de la ciudadanía.

Cuatro puntos señalan los sindicatos como esenciales para aceptar el nuevo convenio: la subida salarial, una nueva literatura sobre las bajas temporales, la eliminación de la doble escala salarial (porque quienes entraron a trabajar a partir de 2014 no lo cobran) con la aplicación del plus de toxicidad para todos los trabajadores y una regulación adecuada del contrato fijo discontinuo. Los dos últimos son los principales escollos para un acuerdo, porque CCOO Industria entiende que este convenio debe ser “social y solidario” y no dejar sin cerrar asuntos importantes. También se ha pronunciado en esa línea FICA UGT, que plantea además que el incremento salarial siempre esté vinculado al IPC anual. Los sindicatos quieren que en la cuestión del fijo discontinuo se defina el objeto del contrato, su formalización, la conformación de un censo anual y otro de empresa que recurren a esta figura, los métodos de comunicación de llamamientos, la duración del periodo de actividad, la conversión en indefinidos y los derechos y deberes que tienen estos trabajadores.

En 2021 el principal motivo de la huelga fue la subida salarial; hoy son otras cuestiones para un convenio "social y solidario"

Desde la patronal se ha pronunciado el secretario general de Femca, José Muñoz, que no ve razón objetiva que justifique la huelga, por las "graves consecuencias" que esta puede tener para los trabajadores y las empresas y por el riesgo de perder contratos estratégicos. La federación destaca la aceptación de la propuesta salarial, del 3% para 2024 (por encima del IPC del 2,8%) y del 2,8 % para 2025, así como el abono de atrasos. "Hacemos cuentas y no nos salen", deja claro. Sobre una de las razones principales para la huelga, como el plus de tóxico, comenta que "estamos haciendo muchos esfuerzos para intentar comprenderlo".

A eso se refería hace unos días el nuevo presidente de la Confederación de Empresas de la Provincia de Cádiz (CEC), José Andrés Santos Cordero, que en una entrevista para este medio señalaba el acuerdo sobre la subida salarial, la actualización de temas como las dietas o el adelanto de pagas extraordinarias. "Es curioso que en la anterior negociación del convenio los motivos de huelga fueron principalmente de reivindicación de subidas salariales y en esta, donde hay acuerdos al respecto –que no solo iguala la subida al IPC, sino que incluso se mejora con un 1% por encima de la subida del nivel de vida–, esto se obvia y se generan otros motivos. Se traslada a un convenio provincial un problema generado desde la legislación laboral pactada por sindicatos, empresarios y Gobierno, que es el contrato de fijo discontinuo. A nosotros no se nos puede achacar a nivel provincial sus deficiencias", expuso al ser cuestionado por la amenaza de huelga en el metal.

El precedente que todos miran de reojo

Efectivamente, la razón económica estuvo en el centro de las protestas de 2021, con posiciones distanciadas entre las partes. Las conversaciones, afectadas por la situación de pandemia, encallaron a partir de septiembre de ese año por el incremento salarial, influenciadas las demandas por la elevada inflación que vivía España, por los precios de la electricidad. UGT y CCOO exigían la subida del IPC con su reflejo en las tablas salariales y la patronal se negaba a asumirla.

La provincia se vio abocada a una huelga del metal que de inicio supuso dos jornadas de paro. Según los sindicatos el seguimiento fue del 95% hacia arriba, con paralización de las grandes industrias de la Bahía de Cádiz y del Campo de Gibraltar. Las empresas tractoras se vieron afectadas, Navantia, Airbus, Acerinox, Dragados Off-Shore, aunque sus plantillas, regidas por convenios propios en la mayoría de los casos, no participaban en las movilizaciones. Las centrales sindicales hablaron de seguimiento en talleres de coches, el puerto de Algeciras, las refinerías de Puente Mayorga o los polígonos industriales de El Puerto y otros muchos espacios empresariales de la provincia. La patronal, sin embargo, redujo ese respaldo al 15%: de 5.000 empresas solo habían parado unas 100, apuntaron; y habló solo de éxito de los piquetes.

Hay preocupación por una imagen del sector que marque a la provincia como conflictiva

Fue, sin embargo, la huelga indefinida la que trajo a muchos puntos de la provincia el caos, con enfrentamiento de los manifestantes -y elementos radicales infiltrados procedentes de otras provincias, denunciaba la Subdelegación del Gobierno en Cádiz- con las fuerzas del orden, problemas de circulación al cortarse carreteras o accesos a hospitales. El 16 de noviembre de 2021 se inició un paro de la actividad -con movilizaciones también de CGT y la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM)- que se prolongó durante 9 días.

La provincia observó como espectadora, pero también como damnificada, los acontecimientos. Se produjeron situaciones conflictivas en el Campo de Gibraltar con atascos en los accesos al polígono de Puente Mayorga en San Roque, con concentraciones a las puertas de Acerinox o de la antigua Cepsa (ahora Moeve) y en los accesos a La Línea. El hospital linense se vio afectado, y tuvo que suspender intervenciones quirúrgicas. Un parto tuvo que ser atendido en una ambulancia. E incluso un camionero fue agredido cuando intentaba entrar en el polígono industrial mencionado. Aunque a medida que avanzaron las jornadas los problemas se suavizaron.

En Cádiz, sin embargo, el panorama se fue recrudeciendo, y volviéndose más violentos día a día, aunque con altibajos en intensidad. De los piquetes en Navantia se pasó al corte de tráfico con barricadas y hogueras en la avenida de Astilleros, a la quema de un coche en medio de esta vía, a prender fuego a una caseta prefabricada junto a las vías ferroviarias, al corte del tránsito del tren. Hubo protestas en la sede de la CEC, cortes preventivos de la circulación en el Puente de la Constitución por parte de la Guardia Civil e intentos de cortes del tráfico del Puente Carranza. Se produjeron enfrentamientos con la Policía Nacional, cargas policiales en la manifestación que congregó a numerosos ciudadanos y entidades en apoyo a los trabajadores. El Gobierno había desplegado un dispositivo que incluía a unidades de intervención policial (UIP) venidas desde Sevilla y unidades de prevención y reacción (UPR) de toda la provincia, además de agentes de la Guardia Civil en las principales vías de la Bahía de Cádiz y en los polígonos industriales del Campo de Gibraltar.

Un contenedor ardiendo en el Río San Pedro, con la 'tanqueta' de la Policía al fondo, en la huelga del metal de 2021.
Un contenedor ardiendo en el Río San Pedro, con la 'tanqueta' de la Policía al fondo, en la huelga del metal de 2021. / Cristóbal Perdigones

Pero, quizás, los momentos más violentos y las imágenes más impactantes se produjeron en Puerto Real. En el municipio hubo piquetes en Navantia, Airbus, Alestis o Dragados Off-Shore, cierta tranquilidad en los distintos polígonos porque los trabajadores se sumaban algunos días a las protestas en la capital, corte de tráfico del Puente Carranza. En la jornada séptima se produjo la batalla campal que todos recuerdan en el Río San Pedro, y que recuperaba imágenes de los años 80 con las protestas por las reconversiones industriales que mermaron los astilleros.

La antesala fueron los piquetes informativos en los alrededores de Navantia y Alestis con cargas policiales y el desalojo del polígono industrial, que llevó a los huelguistas perseguidos por los antidisturbios hasta la barriada. Allí volvieron los enfrentamientos, con vuelcos de contenedores, en algunos puntos con fuego incluido, lanzamientos a los agentes y cortes de tráfico, mientras la fuerza policial respondía con pelotas de goma, incluso con cargas entre los bloques, a pesar de la presencia de vecinos y de la cercanía de un colegio. Ahí fue donde apareció el vehículo blindado (BMR) de la UIP, la tanqueta, que llevó a un choque dentro del seno del Gobierno y las exigencias de explicaciones de diferentes formaciones políticas de la oposición, además de voces que mostraron su rechazo dentro de la política local y provincial, y la crítica de entidades ciudadanas. Los enfrentamientos volvieron a repetirse en la novena jornada, la última de la huelga indefinida.

Fue la huelga indefinida la que trajo el caos, con enfrentamientos con la policía y la 'tanqueta'

Hasta cuatro encuentros y 50 horas de negociaciones sumaron sindicatos y patronal para intentar solucionar el conflicto, con la intermediación del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL) de la Junta de Andalucía. Las reuniones en Sevilla vivieron momentos de alta tensión entre las partes, con posturas encontradas, a pesar del interés por negociar que habían mostrado tras las dos primeras jornadas de huelga. El pre acuerdo conseguido el 24 de noviembre (nueve días después de iniciarse la huelga indefinida) fue ratificado por los trabajadores de las distintas empresas, lo que puso fin a las protestas y supuso la vuelta a los trabajos y la recuperación de la calma en la sociedad gaditana.

Preocupación en el sector

"Apelamos a la responsabilidad por todas las partes", expresaba el presidente de la CEC, sobre la necesidad de un entendimiento que evite la huelga. Hay preocupación en el sector por que vuelvan a repetirse los episodios de 2021, por que se ofrezca otra vez esa imagen, y la provincia quede marcada como conflictiva en el ámbito laboral. "No es bueno que se vuelva a estigmatizar", señalaba Santos Cordero. Eso podría perjudicar el gran momento que vive, por ejemplo, la actividad naval -de reparaciones y construcción de buques, además de estructuras para eólica marina y petroquímica- actualmente, pero también las previsiones que maneja, y que la carga de trabajo se desvíe a otros polos industriales.

"Pero es que no hablamos solo de la industria auxiliar, que parece que todo se centra en ella", aclara el secretario general de Femca, sobre el tejido que da servicio a Navantia, Airbus, Dragados o Acerinox, las grandes tractoras, que también aguardan con cautela esta nueva huelga. Esta huelga se extiende a las empresas de fontanería, climatización, carpintería metálica o talleres de coches, "que en la provincia son unos 700". "No es solo las dos bahías o Jerez, sino todos los polígonos, hasta el más pequeño, de la provincia", añade. A la huelga están llamados, según los cálculos de la patronal, unos 26.000 trabajadores, de más de 3.000 empresas.

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