NATALIA MILLÁN | ACTRIZ

“La lucha feminista no puede considerarse la cara b del machismo”

  • Natalia Millán se mete en la piel de ‘Clitemnestra’ hoy y mañana en el teatro romano de Baelo-Claudia

  • La obra busca rescatar la historia de este personaje clásico olvidado

La actriz Natalia Millán en una representación de la obra 'Clitemnestra'

La actriz Natalia Millán en una representación de la obra 'Clitemnestra' / PRODUCCIONES EQUIVOCADAS

–“Yo Clitemnestra. Mujer, acusada y condenada por los dedos de la Historia”. Eso dice su personaje en un momento de la obra. Siglos y siglos reivindicando el papel de la mujer y aquí seguimos ¿no?

–Hemos avanzado muchísimo y estamos en un momento apasionante. Hay mucha gente que se está recuestionando todo. Digamos que lo que hace José María (del Castillo, director de la obra) es revisar uno de los mitos de la antigüedad clásica, por el cual Agamenón es reconocido como uno de los héroes de la Grecia clásica, el vencedor de la Guerra de Troya, simplemente por ser un hombre, y a Clitemnestra, por el contrario, se la considera perversa, sanguinaria y codiciosa por ser mujer. Si analizamos todos los hechos, él es mucho peor que ella, que comete un acto de venganza.

–¿Qué tiene en común el personaje que interpreta con la reivindicación feminista de hoy?

–No es más que una reivindicación de justicia, que se nos considere por igual a hombres y mujeres. Esta obra es una propuesta feminista.

–Y ¿en qué se diferencia con entonces?

–Pues que esa reivindicación no existía, no creo que ni siquiera las mujeres de entonces se la planteasen. Es un concepto más moderno. El análisis lo podemos hacer desde el presente. Lo que se pretende con la obra es que hagamos nosotros justicia desde nuestro pensamiento de hoy, juzgar lo que se había dado por sentado hasta ahora. La Historia no ha sido justa con determinados personajes y no se les ha juzgado con el mismo rasero.

–¿Qué tiene usted de Clitemnestra que ha descubierto con este trabajo?

–Más que en mí, lo más interesante ha sido darme cuenta del maravilloso momento que estamos viviendo. Hasta hace muy poco nos parecía todo bien pero en los últimos años, gracias al auge del feminismo, nos cuestionamos todo, revisamos los modelos sociales e incluso el lenguaje, algo que no todos respetan. Sin embargo sigue imperando el género masculino cuando hay hombres y mujeres. Creo que aunque metamos la pata y digamos portavozas eso nos anima a seguir luchando. Quien desprecia esto se niega la posibilidad de crecer.

–Uno de los aspectos más sorprendentes de esta versión de José María del Castillo es su manto flamenco. ¿Qué tiene?

–Pues que hunde sus raíces en la antigüedad y que está tan metido en nuestra cultura como la cultura grecolatina. Ambas se complementan perfectamente. Soy, además, admiradora del flamenco, es de lo más excepcional de nuestro patrimonio. A veces buscamos la marca España en sitios muy extraños cuando ya está en nuestra música y danza. En esta obra me parece que la música se complementa con la historia. En ella me acompañan maravillosos artistas como Benjamín Leiva, Ángeles Rusó, Camino Miñana, Daniel Moreno y Lucía Ruibal. La música es de Alejandro Cruz Benavides.

–La mayoría de estos nombres, también el director de la obra, son andaluces. ¿Tiene el sur algo distinto para el arte?

–Toda Andalucía es cuna de artistas, se respira arte aquí. Hay algo en el ambiente.

–¿Qué es lo que más le gusta de esta tierra?

–Muchas cosas: la luz, la playa, la comida, la alegría de la gente. Tengo sangre andaluza, uno de mis antepasados es el músico Eduardo Ocón. Siempre que vengo aquí lo digo.

–La música tiene mucho que ver con usted, que en los últimos años ha sido protagonista de musicales como Billy Elliot, Chicago o Cabaret. ¿Qué encuentra como actriz en el musical que no haya en otro lugar?

–Empecé haciendo musicales en los años 80 y me dedico a esto porque me enamoré de la película All that jazz, de Bob Fosse. Es lo que me movió a descubrir mi vocación. El musical es un género que me fascina y me alegra mucho que esté viviendo un momento dorado. Madrid es una de las capitales de referencia para los musicales en el mundo.

–Y en el lugar que va a pisar estos dos días, Baelo-Claudia, ¿qué mensaje quiere que el público capte de esta historia?

–Creo que se resume en la siguiente frase que José María del Castillo pone en boca de Clitemnestra: “No hice nada que no le estuviera permitido a los hombres”. Resume el espíritu de la función y ese planteamiento que te comentaba de la revisión feminista que está siendo tan importante. Pone exactamente el acento en que el feminismo no es lo contrario al machismo, que es la dominación del hombre sobre la mujer. El feminismo pide que se respete la igualdad de derechos, no es la cara b del machismo.

–¿Quién sería para usted hoy una Clitemnestra del siglo XXI?

–Quiero aclarar que esta revisión de la historia no busca la inocencia del personaje. Hizo cosas muy mal, no queremos salvarla, solo que se la juzgue de la misma manera que a Agamenón, que fue un criminal. Somos muchísimas y muchísimos Clitemnestros y Clitemnestras hoy, afortunadamente. Con esta lucha vamos a ganar todos.

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