La no renovación del acuerdo de pesca con Marruecos deja tocada a la flota gaditana
Tratado de pesca
Muchos barcos artesanales tenían en esas aguas una segunda opción de pesca
Salir a pescar no es rentable. Lo afirman muchos de los armadores con base en el puerto de Barbate, y dedicados a la modalidad de cerco, la especializada en la captura de boquerones, sardinas, jureles y caballas. Parte de esta flota artesanal que faena habitualmente en el caladero nacional del Golfo de Cádiz ha tenido la posibilidad de acudir también al caladero de Marruecos, aunque en las últimas fechas, ya no salía rentable ir a dicha zona de pesca. Eso no quita que desde este puerto de Barbate, y otros como los de Conil o el Campo de Gibraltar, se siga reclamando la renovación de dicho tratado de pesca, o de un acuerdo de “buena vecindad”, entre España y el Reino de Marruecos, como el que existió hace muchos años.
Esta petición la ha realizado el armador del pesquero Playa Yerbabuena, Tomás Pacheco, quien ha expuesto que “siempre que se pierden posibilidades de pesca es un varapalo para el sector pesquero". "Aunque en este último periodo no se haya tenido tanta asistencia al caladero marroquí, el sector nunca dejó de creer en dichas posibilidades de pesca, ya que todos, en su mayoría hemos hecho aportación para sacar las licencias", ha defendido. En su opinión, “es una realidad, que nuestra flota andaluza, de la Ficha 1 y Ficha 2, necesitamos de este acuerdo, ya sea Unión Europea-Marruecos, como un acuerdo de vecindad de España y Marruecos”.
Un ejemplo de lo que ha supuesto pescar en el caladero de Marruecos para las vendedurías que optan a las subastas que se ofrecen en la lonja del puerto de Barbate es que en el periodo del año 2019 hasta la fecha la Organización de Productores Pesqueros número 6 ha comercializado 1,6 millones de kilos, lo que ha supuesto un movimiento económico de 3,7 millones de euros. Desde esta organización consideran que “ha sido una pesca irregular por la incidencia de la covid 19 y la subida de los precios del carburante, como consecuencia de la guerra en Ucrania”.
El presente acuerdo de pesca entre la Unión Europea y Marruecos expira el 17 de julio. La Comisión Europea confirmaba la semana pasada que no hay negociaciones para renovar el acuerdo pesquero con Marruecos, al estar a la espera de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que se prevé que se pronuncie a finales de este año.
En este sentido, el ministro de Pesca, Luis Planas, ha vuelto a apremiar a Bruselas para que apruebe “lo más pronto posible” el nuevo acuerdo pesquero con Marruecos a falta de varias semanas para que expire el actual. También recordó que ya se vivió esta situación en el pasado y que supone que la flota tenga que detener su actividad, un escenario sobre el que ya ha avanzado que habrá ayudas para los pescadores afectados.
Por su lado, la consejera de Pesca, Carmen Crespo, ha recordado que 47 las embarcaciones pesqueras entre el Campo de Gibraltar, Barbate y Conil faenan en aguas marroquíes. De esos barcos, 25 se dedican al palangre de fondo y 22 al cerco; reuniendo en total alrededor de 500 tripulantes.
Lo que cuesta pescar en Marruecos
Los pescadores de puertos como el de Barbate han hecho sus números, y no le salen las cuentas.
Las licencias han tenido un coste que oscilaba entre los 5.000 y 7.000 euros y que hay que abonar directamente al gobierno de Marruecos. A ello tienen que sumar el combustible, hielo, víveres, seguros sociales, reparaciones mecánicas y de las artes de pesca, y los sueldos, aunque en esto último, depende de la pesca, pero en un mes malo, son pocos los marineros que superan los 700 euros, un salario que desanima a las nuevas generaciones a tomar el relevo de los actuales profesionales de la mar.
Acudir a las aguas marroquíes durante una semana precisa de entre cinco y seis mil litros de combustible, que está a 0,64 euros el litro, lo que supone entre 3.700 y 4.500 euros. Desde Barbate al caladero marroquí son unas 160 millas, en distancia serían unos 290 kilómetros.
La tonelada de hielo está en el puerto de Barbate a 120 euros, precisándose entre siete y ocho toneladas, que hay que ir recargando, ya que todo lo que se derrite se da por perdido.
Cada caja de porexpan en las que caben entre 7 u 8 kilos de pescado, está al precio de 95 céntimos de euro más impuestos.
Esta pesca precisa de llevar víveres a bordo, pan, verduras, legumbres, hortalizas, mantequilla, café, aceite, ya que hay veces que se precisa pernoctar en el caladero hasta el siguiente día, por lo que hay que llevar para desayunar, comer, merendar y cenar.
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