San Fernando

Un tranvía también para las mascotas: los perros pueden subir a bordo

El tranvía pasando por San Fernando.

El tranvía pasando por San Fernando. / Jesús Marín

El tranvía de la Bahía también es para las mascotas. Dicho de otro modo, el nuevo medio de transporte –que lleva ya diez días en funcionamiento– permite a los viajeros subirse con sus animales de compañía, por supuesto ciñéndose a determinadas normas. Y desde el primer día hay usuarios que lo están haciendo.

Así se contempla incluso en el reglamento de viajeros del Trambahía, que a la norma general que impide viajar con animales añade en su anexo una excepción para aclarar que está permitido a los viajeros el acceso con animales domésticos, perros guía y perros adiestrados para la asistencia personal especial.

Concretamente, el citado reglamento especifica que "se permitirá el acceso con pequeños animales domésticos (perros, gatos y aves) sujetos con una correa o transportados en receptáculos idóneos y siempre que no resulten peligrosos ni molestos, por su características, volumen, ruido y olor, para el resto de las personas usuarias".

En todo caso, ese criterio de cuándo un animal de compañía puede resultar peligroso o molesto y por tanto se le pueda impedir acceder al Trambahía, queda en manos del personal del operador de servicio, que será el encargado de valorar el caso "según su prudencial criterio". Eso sí, hasta ahora, transcurridos ya diez días de la puesta en marcha del tren tranvía, no se ha registrado ninguna incidencia relacionadas con mascotas a bordo, que se sepa.

El reglamento, por otro lado, concreta expresamente que está totalmente prohibido el acceso con animales considerados exóticos o peligrosos, como reptiles, arañas o insectos.

Y añade que los perros deberán viajar con bozal y estarán siempre bajo el control de la persona que los porte durante todo el trayecto. Incluso se contempla la posibilidad de que, en el caso de que otros viajeros muestren objeciones a viajar con animales, el personal de a bordo busque "la alternativa más favorable" para poder continuar el trayecto ubicando al viajero y a su mascota en otro lugar.

A bordo del tranvía, evidentemente, el propietario o acompañante de la mascota será el único responsable ante terceras personas de cualquier incidencia o daño que pudiera producirse a consecuencia del comportamiento del animal, señala el reglamento del viajero del Trambahía que –insiste– en que será igualmente "el responsable de que ésta cumpla las condiciones higiénico-sanitarias y de seguridad, debiendo disponer durante el viaje de la documentación preceptiva, conforme a la legislación vigente".

Además, solo se admite subir una mascota por viajero y siempre que no ocupe asiento alguno. En todo caso, el operador del servicio se reserva la posibilidad de limitar la admisión de animales domésticos en momentos de gran aglomeración de personas "como acontecimientos deportivos, fiestas, servicios especiales, etc.".

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