Un vecino sitúa a la acusada de asesinar a su tía en La Isla en su bloque minutos antes del incendio

Tribunales

El testigo vio a la sobrina de la víctima en el descansillo con una botella de ginebra rosa la madrugada del siniestro

"Mi tía se dio cuenta de que le habían quitado el dinero un sábado y el domingo salió ardiendo la casa", afirma una prima de la procesada

La acusada de asesinar a su tía en La Isla: "Éramos como madre e hija"

La acusada de asesinar a su tía en La Isla a su llegada a la Audiencia.
La acusada de asesinar a su tía en La Isla a su llegada a la Audiencia. / Lourdes De Vicente
Julia Alarcón

27 de mayo 2024 - 17:00

Cádiz/La Audiencia Provincial de Cádiz acogió este lunes la segunda sesión del juicio con jurado a la acusada de asesinar a su tía, de 84 años de edad, al incendiar su casa en San Fernando, una sesión en la que cobró especial relevancia el testimonio ofrecido por diferentes testigos.

Fue clave la declaración de un vecino del bloque siniestrado, quien, en contra de lo manifestado por la procesada en la primera sesión de la vista, aseguró que ésta se encontraba en el inmueble minutos antes de que se originase el fuego.

El hombre, camarero de profesión, explicó ante el tribunal popular que una vez que acabó su jornada laboral, sobre las dos y media de la madrugada, se dirigió a su domicilio. Nada más abrir la puerta del bloque, aseveró, le vino un fuerte olor a fresa. Cuando se disponía a acceder a su vivienda, vio a la encausada en un descansillo "con una botella de ginebra rosa y una caja rectangular".

Según la versión de este testigo, a los pocos minutos de llegar a su casa, empezó a escuchar ruidos. "Fui a la habitación de mi compañero de piso y no vi nada. Instantes después, oí más ruidos, salí fuera y ya todo estaba lleno de humo". A preguntas de la Fiscalía, el vecino precisó que entre que se cruzó con la encausada y se originó el incendio "transcurrieron cinco o diez minutos".

El vecino relató que acudió al auxilio de su vecina Paquita (la tía de la acusada), a quien oyó llamar en repetidas ocasiones al servicio de teleasistencia. "En ese momento llegaron los agentes de Policía, que intentaron echar la puerta abajo, aunque no lo consiguieron, por lo que tuvieron que acceder a la vivienda por el balcón".

Desalojado el inmueble y evacuados los moradores, prosiguió su declaración, advirtió a los policías de que se había encontrado con la procesada en el descansillo minutos antes del fuego. "Nunca antes la había visto a esa hora en el bloque", puntualizó.

"Este vecino era el único que estaba despierto cuando se originó el incendio y gracias a él no hubo que lamentar mayores daños tanto personales como materiales", subrayó la fiscal del caso a los miembros del jurado, quienes preguntaron al testigo si la madrugada de los hechos observó la presencia de otra persona o "de algún gamberro" en las inmediaciones del piso, a lo que contestó tajante que no.

Otra sobrina de la víctima

Este lunes también prestó declaración una sobrina de la víctima mortal y prima de la acusada. La mujer señaló que en el año 2020 su tía le comentó que echaba en falta una de sus joyas. "Pensaba que se la había sustraído una cuidadora que contrató cuando se operó del hombro tras una caída y acabó despidiéndola". Sin embargo, corroboró esta sobrina, esa joya apareció en los documentos de compro-oro en poder de la Policía en los que figuraba la encausada como vendedora.

La sobrina indicó que los gastos médicos de su tía "no aumentaron" a raíz de la citada operación y negó que tuviese que ir dos veces por semana en taxi al hospital de Cádiz, en contra de la versión de la acusada. Del mismo modo, remarcó que su tía no era una persona "gastosa ni de lujos", pues no podía salir mucho a la calle desde la caída. También negó que repartiese sus joyas entre sus sobrinas entre los años 2019 y 2020.

Respecto al incendio, afirmó que su tía la llamó pocos días antes porque no le habían abonado la paga extraordinaria. "Fuimos al banco y nos explicaron que se debía a un salto informático pero que el abono estaba hecho. Ahora bien, a raíz de este incidente nos percatamos de la existencia de muchísimos extractos que no coincidían con lo que ella había gastado, constatamos que mi prima le había sacado todo el dinero", se lamentó.

"Mi tía Paquita se quedó pasmada, confiaba en mi prima y no pensaba que fuese capaz de hacer lo que hizo. Me dijo que no contara nada, que pensaba esconder el dinero que tenía en efectivo en la casa en un sitio diferente y que controlaría mejor sus cuentas. Además, me comentó que iba a esperar a que mi prima la llamase para ir juntas al banco. Pero no le dio tiempo, se dio cuenta de que le habían quitado el dinero un sábado y el domingo salió ardiendo la casa", aseveró.

La vecina de llamada

Otra testigo que declaró ante el jurado en la segunda sesión de la vista oral celebrada en la Audiencia fue una vecina de la víctima, quien ratificó que la procesada frecuentaba con asiduidad la casa de su tía para ayudarla en sus tareas domésticas.

Sobre el siniestro, la mujer explicó que todos los vecinos salieron a la calle y que uno aseguró haber visto a la encausada poco antes del incendio, si bien ella estaba durmiendo y no se despertó hasta que la Policía llamó a su puerta.

Esa madrugada telefoneó a la acusada y le sorprendió que ésta no le preguntase "nada" sobre el fuego. "Sobre todo, ella quería saber insistentemente quién había dicho que había discutido con su tía", aclaró.

En una segunda llamada, ya por la mañana, también le sorprendió que la procesada accediese a la UCI del hospital Puerta del Mar para visitar a su tía, pues pensaba que ese era un espacio hospitalario restringido. "Me dijo que su tía le habló de un fogonazo de luz, como si el incendio se tratase de una una gamberrada", concluyó.

Asimismo, testificó por videoconferencia una anciana antigua vecina del bloque. Aseveró que la víctima era "como su hermana", ya que convivían desde hacía más de 30 años. "O ella estaba en mi casa o yo en la de ella".

La testigo manifestó que su amiga nunca le refirió que le faltase dinero. De la procesada señaló que tenía llaves de la vivienda de la víctima, por lo que no era necesario que la llamase al telefonillo para acceder al inmueble. "A ella no le convenía que yo la viera", destacó.

Por último, en esta segunda sesión de la vista con jurado ofrecieron su testimonio numerosos policías que intervinieron en el lugar de los hechos.

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