La verdad del histrión

Salir al cine

En el año del centenario de su nacimiento, llega a Movistar + un documental sobre José Luis López Vázquez, el mejor actor del mundo. CAM Sugar suma una nueva referencia a su colección dedicada al Morricone más secreto.

Una imagen del documental 'José Luis López Vázquez: ¡Qué disparate!'.
Una imagen del documental 'José Luis López Vázquez: ¡Qué disparate!'.
Manuel J. Lombardo

24 de noviembre 2022 - 07:00

José Luis López Vázquez. No se pueden tener un nombre y unos apellidos más españoles, tampoco un aspecto (calvo, bajito y con bigote) más común (y español), y aun así ser el mejor actor del mundo. Lo decimos sin ironía ni chovinismo en el centenario de su nacimiento (1922-2009), y lo decía también George Cukor, que quiso llevárselo a trabajar a Hollywood (de hecho, lo invitó a su casa a pasar una temporada) después de verlo desplegar su talento secundario en Viajes con mi tía.

Pronúnciese Jo-sé Lu-is Ló-pez Váz-quez, con voz nasal y aguda, haciendo pausa entre sílabas y marcando los acentos, a la manera en que él lo haría en cualquiera de las decenas de comedias de Lazaga, Ozores, Lucia, Forqué, Masó o Palacios que lo convirtieron en el más popular, demandado y prolífico de nuestros actores en los 60 y 70, aquella era dorada del cine español atravesada por el esperpento tragicómico, los vientos tardíos del neorrealismo y la eclosión de ese desarrollismo de suecas y turismo que encontró en el cine la mejor expresión para su calado entre las clases populares y medias, espejo de miserias pasadas y presentes, pero también de aspiraciones de modernidad y apertura en una España que López Vázquez encarnó y cosió como pocos, verdadero disolvente del cainismo en las formas excesivas aunque siempre controladas de un histrionismo heredero de la gestualidad del cine mudo (Chaplin, Keaton), de los modos de su admirado Groucho Marx, pero también de unas tradiciones muy españolas que él hizo suyas a través de su desarmante mirada, un simple movimiento de manos o un gesto improvisado.

Empero, nuestro mejor actor, el más estajanovista (el miedo al hambre y al paro de tantos cómicos de la posguerra), profesional y metódico en la preparación de cada papel, iba para dibujante, cartelista, escenógrafo y figurinista, oficios todos que cultivó con trazo elegante y preciosa caligrafía antes de que una serie de afortunados encuentros con el teatro universitario, la compañía del María Guerrero, Alberto Closas y luego con el cine primerizo de Berlanga y Bardem (Esa pareja feliz) y Marco Ferreri (El pisito) lo confirmaran ya como el actor natural que se iba a comer las pantallas durante un par de décadas prodigiosas.

De todo ello habla José Luis López Vázquez: ¡Qué disparate! (Movistar+), un documental pergeñado y guiado por su hijo mayor José Luis López Magerus y José Sacristán y dirigido por Roberto J. Oltra, un trabajo que recorre su trayectoria cinematográfica y algunos episodios de su vida privada (que mantuvo siempre a buen recaudo), marcada por la timidez y la incapacidad para las relaciones sociales, y lo lanza al olimpo de los grandes de la interpretación con los argumentos impepinables de muchos de sus momentos estelares en pantalla, de Se vende un tranvía a Mi querida señorita, de Plácido a El bosque del lobo, de la memorable Atraco a las tres a sus numerosos papeles para Berlanga escritos por Azcona, de la trilogía metafórica con Saura (Peppermint frapé, El jardín de las delicias, La prima Angélica) que lo redescubrió como actor dramático de primer orden, a esa cumbre de la televisión nacional y el absurdo que fue La cabina, un documental puntuado por quienes compartieron vida y películas con él (Julieta Serrano, Miguel Rellán, Luis Perezagua, Emilio y Julia Gutiérrez Caba), por amigos, familiares y sus hijas que revelan facetas menos conocidas, contradictorias (el padre siempre ausente) e íntimas, por los que, como Fernando Méndez-Leite, David Torres, Pepe Viyuela o Luis Alegre, han estudiado a fondo su trabajo y su carrera para reconocer en ellos la cumbre del arte de la interpretación made in Spain, y por algunos valiosos testimonios sonoros inéditos del propio actor.

Un documental que describe y ejemplifica sus dotes para el exceso cómico controlado hecho esencia interpretativa, pero también ese portentoso quiebro hacia papeles dramáticos que los Fernán-Gómez, Gutiérrez Aragón, Camus, Drove, Armiñán, Regueiro, Camino, García Sánchez, Olea, Mercero o Josefina Molina vieron con claridad para convertirlo en el actor más completo, inagotable, versátil y talentoso de nuestro cine.

El amor y la sensualidad según Morricone

El sello Sugar CAM (vía Decca) sigue rescatando y restaurando fondos de su archivo para los incondicionales y coleccionistas de la música de Ennio Morricone, que son (somos) legión. Le toca ahora el turno a otra rareza no apta para fans de Cinema Paradiso, o lo que es lo mismo, una muestra del Morricone más oscuro, vanguardista y psicodélico.

Editada originalmente en 1973, la banda sonora del filme de culto de Vittorio de Sisti Quando l’amore é sensualitá incluía numerosos experimentos tonales, insólitas intuiciones tímbricas, sintetizadores misteriosos, nanas obsesivas, ritmos tribales y otras complejidades y audacias compositivas marca de la casa, reflejo de la lujuriosa y sangrienta hipocresía burguesa que retrata el filme en su contraste entre los sonidos primitivos y repetitivos de una masculinidad furiosa y los elementos inocentes, cristalinos y etéreos que simbolizan la inocencia femenina. Se recupera el tema Vie-Ni, ya incluido en el recopilatorio Morricone Segreto, junto a composiciones (en las versiones del disco y otras inéditas) donde destacan la originalísima participación vocal de la gran Edda Dell’Orso y el sonido corrosivo y saturado de los teclados y sintetizadores. Esta nueva y completa edición está disponible en doble vinilo y CD con un atractivo diseño vintage.

El estreno de la semana: 'Close'

Apenas dos semanas después de ganar un doble premio en el SEFF, incluido el de mejor interpretación masculina para el debutante Eden Dambrine, Close Closellega a la cartelera comercial para confirmar al belga Lukas Dhont (Girl) como uno de los nuevos talentos del cine europeo. Su película se acerca a la relación de amistad y atracción entre dos jóvenes hasta que un acontecimiento dramático parte la película para abordar la pérdida, la identidad y el duelo.

Trailer CLOSE
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