Elogio de Denis Ménochet
Los supervivientes | Estreno en Movistar+
Ficha
** 'Los supervivientes'. Drama-thriller, Francia, 2022, 90 min. Dirección: Guillaume Renusson. Guion: G. Renusson y Clément Peny. Fotografía: Pierre Maillis-Lavall. Música: Robin Coudert. Intérpretes: Denis Ménochet, Zar Amir-Ebrahimi, Victorie du Bois, Oscar Coop, Lucca Terracciano.
No hay hoy por hoy muchos actores protagonistas capaces de hacer de su físico no normativo un terreno de solidez, ambigüedades y matices tan ricos y contrastados como los que ofrece el francés Denis Ménochet, al que los más rezagados tal vez hayan descubierto tras ganar el Goya por su papel en As bestas pero que tiene ya una larga trayectoria a sus espaldas en el cine francés e internacional (de Malditos bastardos a Beau tiene miedo).
Un actor corpulento, grande, fuerte y de expresiva mirada capaz de emular el amaneramiento, la egolatría o los celos histéricos del mismísimo Fassbinder en Peter Von Kant, de Ozon, de insuflar verdadero terror como violento maltratador en Custodia compartida, de pasar por granjero atrapado en las redes de la seducción cibernética (Sólo las bestias) o, en un registro bien distinto, de mostrarse como un hombre frágil, sensible y acorralado en la cinta de Sorogoyen o en esta Los supervivientes, donde encarna a un padre viudo, convaleciente y deprimido que decide ayudar a escapar a una inmigrante siria (Zar Amir-Ebrahimi, la hemos visto hace poco en Holy Spider, por la que ganó el premio en Cannes y los EFA) perseguida por la policía y un grupo de vecinos xenófobos en las montañas fronterizas entre Francia e Italia.
Es Ménochet el principal atractivo y sostén (moral) de una cinta que anticipa demasiado su recorrido y fuerza más de la cuenta el clima (metafórico) de persecución, agresión y supervivencia en la naturaleza salvaje de dos personajes que se reconocen en sus respectivas situaciones de separación y duelo en un entorno invernal y nevado que acentúa los rasgos de aventura y los guiños al western que hacen de Los supervivientes un filme tan entretenido como previsible y lineal, tan bienintencionado en su denuncia de las políticas migratorias europeas como poco trabajado en los detalles de esa relación de ayuda mutua en la que espejean demasiado las circunstancias personales y el pasado reciente de cada uno.
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