Amigos y familiares despidieron ayer a Manuel Ríos Ruiz, cuyos restos mortales llegaron a nuestra ciudad al filo de las cinco de la tarde, en concreto hasta la Iglesia de Santa Ana, en su querido barrio de La Plata. Allí se ofició su sepelio antes de emprender su último viaje hasta el Cementerio Nuestra Señora de la Merced, donde fue enterrado.

Sin la alcaldesa, fue el delegado de Cultura, Francisco Camas, quien se acercó al funeral, en el que también estuvo la oposición, a través del concejal Antonio Montero.

Sí que hubo amplia representación institucional, desde el director del Centro Andaluz de las Letras, Juan José Téllez, la Real Academia de San Dionisio, en las figuras de Andrés Cañadas, José Luis Zarzana y Juan Salido, entre otros, y por supuesto su Cátedra de Flamencología, con su actual presidente Manuel Pérez-Celdrán, y varios de sus miembros: Pepe Marín, Mariano Ruiz Carretero, Antonio Benítez Manosalbas y Manolo Naranjo.

En el sepelio se dio cita una amplia representación del Teatro Villamarta, encabezada por su directora Isamay Benavente, visiblemente emocionada. Benavente reconocía ayer la labor de Manolo Ríos Ruiz "que siempre estuvo apoyando al Festival de Jerez desde la primera edición, y gracias a él y a sus crónicas pudimos empezar a hacernos un hueco a nivel nacional".

También asistieron Manuel Fernández García-Figueras, amigo y uno de los grandes exponentes de la Asociación Jerezanos de la Diáspora de Madrid, Francisco López, exdirector del Villamarta, Pepa Parra, en representación de la Fundación Caballero Bonald, y periodistas como David Fernández y José María Castaño.

Lamentablemente, la presencia de artistas fue nula. Sólo Manuel Morao acudió al funeral en el barrio de La Plata.

La familia recibió el calor de los presentes, que les acompañaron en estos momentos de dolor. Desde Madrid habían llegado también mensajes de pésame, en algunos casos de manera personal a la familia como los realizados por Juan Pedro Aladro, gran amigo de Ríos Ruiz, y José Mercé.

Juan Pedro Aladro confesó a Diario de Jerez que Ríos Ruiz "ha sido una persona fundamental en el desarrollo del arte flamenco". Ambos se conocían "de Jerez porque él vivía en la calle Juan de Torres y yo en Gaitán", aunque su mayor apego llegó con la publicación del Diccionario Ilustrado del Flamenco junto a Blas Vega, una obra que realizó con la editorial Cintero, que dirigía Aladro. "El flamenco le debe mucho a Manolo, y con esa obra más, porque hoy día es uno de los manuales más utilizados".

Personalmente llamó a la familia también José Mercé que excusó su presencia al tener compromisos profesionales. El jerezano reconoció "la importancia" de Ríos Ruiz en su carrera, pues "gracias a él grabé mis primeros discos con CBS". Del escritor dijo que "era un grande, una persona generosa, siempre pendiente del flamenco y también un gran poeta". "Era de los que había vivido aquella época de gañanías, del cante en el campo, y tenía un amplio conocimiento. El flamenco nunca le devolverá lo que él le ha dado", concluyó el cantaor.