Crítica VII Tío Pepe Festival

Ana Torroja, emocionada de cantar en González Byass, dedica el concierto a su padre

Un momento del concierto de Ana Torroja.

Un momento del concierto de Ana Torroja. / Vanesa Lobo (Jerez)

Ana Torroja subió al escenario de la bodega Las Copas y nos contó que “por la mañana, antes del concierto, di un paseo por las calles de esta maravillosa ciudad, y me he vuelto a enamorar de ella mucho más todavía: qué belleza de Jerez. Y hoy además es una noche muy especial porque nos juntamos tres generaciones Torroja: mi abuelo, Eduardo Torroja, que empezó estas bodegas aquí en Jerez en 1961; mi padre, que las continuó (lanza un beso al cielo) y yo. Así que me desborda el orgullo de estar esta noche en Jerez. Estoy muy feliz. Muchísimas gracias”.

No serían las únicas palabras de Ana durante el concierto, que no dejó de decir ¡Ole Jerez! Y “tened cuidado que tengo un día muy sensible, e igual me desmonto. Me acuerdo hoy mucho de mi padre y le dedico el concierto y, por supuesto, a todos vosotros…”.

Es decir, que la Torroja vino con muchas ganas de hacer realidad este concierto del VII Tío Pepe Festival. Y con muchas ganas también porque ha sido uno de los primeros tras la pandemia. Fue sumamente agradecida con el Festival, por el esfuerzo que ha hecho para que este año pudiera haber conciertos en directo.

El espectáculo fue tal como esperaba la mayoría de los asistentes: visual y coreográfico, con mucha música buena detrás; evocador de los mejores años del pop español, y hecho para que el público bailara y disfrutara a tope del mismo. La verdad es que funcionó estupendamente. El público lo pasó genial cantando y bailando (en las sillas, claro, por razones Covid) las muchísimas canciones que Ana Torroja interpretó a lo largo de la noche.

La presentación fue espectacular, con los cuatro músicos de la banda y ella misma vestidos de blanco impoluto, delante de un escenario lleno de vida y color, dando paso a la primera canción de la noche: ‘El Cine’ de Aleks Syntek, una producción de 2007, que calentó los motores del escenario bodeguero. Lo que siguió fue un impactante bloque de canciones de Mecano que interpretó de corrido sin solución de continuidad: ‘Ay, qué pesado’, ‘Me colé en una fiesta’ y ‘Hoy no me puedo levantar’. Ana y los músicos de su banda hicieron coreografía acompasando los pasos de baile, por todo el escenario. Todo un reto, para el que hay que estar muy en forma… Y es que Ana Torroja mantiene ese cuerpo atlético de siempre, esta vez con su pelo a media melena, a mi modo de ver favorecedor de su imagen actual.

Luego más canciones, pero en una tanda, esta vez basada en sus éxitos en solitario: ‘A contratiempo’ de su álbum Puntos Cardinales de 1997, canción que tuvo repercusión en Francia con el nombre ‘Points Cardinaux’, a la que siguieron ‘Ya no te quiero’ de 1999, ’Corazones’, popularizada con Miguel Bosé en la gira de 2000 Girados, y ’20 mariposas’.

Tras cambiar el vestido blanco por uno con brillos, aunque igual de corto, comenzó una tanda de canciones mezcladas de sus dos épocas: Sentada en una banqueta junto al guitarrista y el bajo, interpretó ‘Cruz de navajas’, ‘7 de septiembre’ y ‘Los amantes’ de Mecano; ‘Soy’ (un tema conjunto de Ana y Leonel García) y ‘Sonrisa’, de su álbum del mismo nombre de 2010, y dedicada con emoción a todos los que no pudieron salir de la pandemia.

El tecno más vibrante entró de lleno en el espectáculo con este bloque de canciones, quizá en una progresión actualizada en cuanto a medios tanto visuales como sonoros, de lo que en su día iniciaran los pioneros Mecano.

El concierto había pasado el ecuador, cuando una de las canciones más bellas de Mecano sonó en la voz de Ana: ‘Mujer contra mujer’. La Torroja dedicó a Samuel esta versión, interpretada con un aire diferente de la versión original.

‘Tú’, ‘Antes’, ‘Llama’, ‘La fuerza del destino’ y el esperado ‘Un año más’ (bandera y lucecitas de cada 31 de diciembre en nuestras vidas de españolitos…). La recta final siguió, tras cambiarse de vestuario y pasar al azul eléctrico, con ‘Hijo de la luna’, ‘Ya fue’, ‘Hora y cuarto’, (el último trabajo grabado con Alaska), ‘Duele el amor’ y ‘Barco a Venus’, impresionante tema, como cada vez que lo interpreta…

Y la sorpresa de la noche: Se van los músicos y se queda Ana sola en el escenario dispuesta a cantar “a capela” lo que le pidan sus seguidores… Y dicho y hecho, cantó nada más y nada menos que nueve temas por petición del respetable. Es cierto que recortados y cantados más rápido que lo habitual, pero ahí queda eso: Todo un detalle para el público.

El concierto acabó con todos los músicos en escena y cantando Ana ‘Me cuesta tanto olvidarte’. Bueno, Ana y el público, que lo coreó todo.

Un concierto inolvidable por la coincidencia de Jerez, el apellido Torroja y las Bodegas González Byass. Les estrellas se alinearon, y la primera de ellas: Ana Torroja. ¡Bravo!

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