La empresa promotora del festival Arenal Sound ha propuesto trasladarse de la playa del Arenal a los Jardines de la Malvarrosa de Burriana (Castellón) -donde había una zona de descanso del certamen- a raíz de una sentencia judicial que ha dado la razón a los vecinos que habían denunciado el exceso de ruido que generaba el referido festival. Por su parte, el Ayuntamiento aceptará este cambio de ubicación propuesto siempre que éste cumpla acústicamente y en materia de seguridad con lo que marca la ley, según ha explicado a Europa Press el teniente alcalde y concejal del Distrito Marítimo, Vicent Aparici.

En materia acústica la situación esta "solventada" en principio, según ha apuntado Aparici. Así, ha explicado que la empresa promotora del festival presentó el pasado viernes un estudio con una bajada "sustancial" de los decibelios que genera el conocido festival musical, "pero los técnicos lo estudiaron y vieron que, aunque supone un esfuerzo de la empresa que agradecemos, estaba todavía por encima de lo que marca la ley".

El concejal ha informado igualmente de que la empresa ha presentado este miércoles otro plan "pormenorizado" y se ha comprometido a instalar un medidor precintado "para poder bajar el sonido o cortarlo cuando sobrepase los decibelios permitidos, de tal manera que se comprobará en cada momento de un concierto que se respetan las normas", ha dicho, para actuar así conforme a lo establecido por la legalidad.

Ahora resta estudiar el proyecto general de Jardines de la Malvarrosa que presentará la empresa este viernes, "que debe incluir la accesibilidad y seguridad del recinto, así como la evacuación de personas según marca la ley en caso de que sea necesario, para lo que nos sentaremos con técnicos y representantes de la Conselleria", ha apuntado a las agencias informativas el concejal del Distrito Marítimo.

Vicent Aparici ha supeditado la celebración del Arenal Sound al cumplimiento en materia acústica y de seguridad, por lo que ha pedido a la organización del festival que todavía no ponga a la venta las entradas, "pues, si lo hace, será bajo su responsabilidad", lo que obviamente podría dar lugar a posibles acciones penales contra la compañía organizadora.