Cultura

Cádiz suma fuerzas para apoyar al flamenco ante la Unesco

  • Políticos, artistas y peñas de la provincia acuden a la llamada de la consejera de Cultura, Rosa Torres, que presentó ayer una campaña en defensa de la candidatura

Arte más arte. Política más cultura. Defensa más compromiso. Y suma y sigue. Sumar. Es el objetivo último de la campaña Flamenco Soy, un proyecto que busca la complicidad de la sociedad en la defensa de la candidatura del flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Una campaña que la Consejería de Cultura puso en marcha el pasado enero a través de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco y que ayer recaló en Cádiz, en el Museo de Cádiz. Ya digo, arte más arte.

Arte para descubrir de los brazos que salen del patio central de la pinacoteca. Y arte, el de los intérpretes y diferentes representantes de las peñas flamencas, acomodado en las butacas que poblaban el habitáculo dispuesto para la ocasión. Un espacio presidido por una mesa desde donde Rosa Torres, la consejera de Cultura, daba a conocer las claves de Flamenco Soy, “que abarca un conjunto de acciones cuyo objetivo es implicar tanto a las instituciones como a la sociedad en general” en el proyecto presentado “ante la Unesco el agosto de 2009”. Es decir, que el flamenco se incluya en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

“Respaldo” y “adhesión”. Son las solicitudes que Torres, acompañada en la tabla por la diputada de Cultura, Ana Mosquera, y el director de la Agencia, Francisco Perujo, pide a Cádiz, “catedral universal del dogma flamenco, cuna de tangos y bulerías, cantiñas y seguiriyas, soleás y peteneras”.

Los instrumentos son varios. El principal, para la sociedad en general, la firma de un documento de apoyo a la candidatura que, bien puede recogerse en los diferentes stand que pasarán por las provincias andaluzas (según la Agencia de Flamenco, aún no hay fecha para su llegada a Cádiz), bien en la página web www.flamencopatrimoniodelahumanidad.es, un portal, con traducciones en inglés, francés y japonés, donde también podrán encontrar información de todas las puntas relacionadas con este proyecto. Un espacio que ya ha recibido “más de 600 votos” procedentes de diferentes puntos del planeta como “Estados Unidos, Italia, Chile, Suiza, Reino Unido, Argentina y Canadá, entre otros”.

La consejera también informó de que “están previstas acciones de marketing directo en los centros comerciales abiertos de las capitales de provincia de Andalucía”, “folletos de la candidatura en las sedes de los festivales flamencos de Nueva York, Londres, Nîmes, Jerez y demás certámenes andaluces como la Bienal de Sevilla o el de guitarra de Córdoba”, y distintas “peticiones a los ayuntamientos y peñas flamencas de las diferentes provincias” para que se sumen a la campaña.

“Además, la Agencia ha firmado un convenio con los equipos de baloncesto Cajasol y Unicaja para que el mundo del deporte también enarbole la bandera del flamenco. Así, en las pantallas se proyectará publicidad durante los partidos, el speaker también comentará el anuncio y se repartirá material informativo y promocional al público”, añadió Torres.

Material como las camisetas, chapas, abanicos y pegatinas que ayer se repartieron entre los asistentes a la presentación de Flamenco Soy en el centro cultural de la plaza de Mina. Chapas que lucían con orgullo cantaores como Juan Villar, Felipe Scapachini, Antonio Reyes, Mariana Cornejo, Carmen de la Jara y guitarristas como Paco Cepero. Material que también acogieron de buen grado la delegada provincial de Cultura, Yolanda Peinado, la directora del Centro Andaluz de Flamenco, Olga de la Pascua, el director del Museo de Cádiz, Juan Alonso de la Sierra, el presidente de la Federación Provincial de Peñas, Antonio Núñez, así como los regentes de las distintas peñas flamencas de la ciudad y una buena representación de alcaldes de la provincia.

Una suma de fuerzas, una suma de voluntades que intentarán evitar el fiasco de 2005 cuando el flamenco se presentó por primera vez ante la Unesco para conseguir esta distinción. “El impedimento en aquella ocasión fue que se reconocieron de forma prioritaria manifestaciones de carácter inmaterial en riesgo de desaparición, algo que no tenía nada que ver con la realidad viva del flamenco”, recordó.

Así, esta vez, la consejera tiene esperanzas ya que ahora “las reglas del juego son más transparentes”, “han cambiado” y eso “favorece a nuestro expediente”, ya que se busca distinguir a “un mosaico del legado y registro sonoro de un pueblo” a través de “una expresión oral que recoja sentimientos universales”, resumió.

Habrá que aguardar a finales de año para conocer la decisión del organismo internacional. Mientras, la Consejería apuesta por “una espera activa”. Siempre con la satisfacción que, salga o no la moneda de cara, hemos trabajado “por defender y difundir el flamenco”, como acertó Francisco Perujo.

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