Caspa en el Caribe

Comedia, España-Argentina, 2014, 92 min. Dirección y guión: Roberto Santiago. Fotografía: Jian Benet. Intérpretes: Santi Millán, Martina Gusman, Antonio Garrido, Nicolás Cabré, Dafne Fernández, Mariam Hernández, Paula Kohan.

El cartel ya da miedo, y eso que no se trata de una película de terror. Sólo para dos, co-producción hispano-argentina rodada en la caribeña Isla Margarita, quiere ser una comedia de enredo a (pobre) imagen y semejanza de aquella estupenda Paso de ti, a la que fusila con escaso disimulo y menos oficio en su intento de hacer reír al personal a costa del mal de amor y otros viejos asuntos de pareja en un marco imperdonable.

El problema es que Roberto Santiago, director que ha hecho una incomprensible carrera en el género (El penalti más largo del mundo, El Club de los suicidas, ¿Estás ahí?, El sueño de Iván), no es Nicholas Stoller, de manera que sus ya pobres materiales argumentales, de los que también es responsable, y un triste elenco mixto latinoamericano, con el insufrible Santi Millán al frente, palidecen ante una puesta en escena que no nos atreveríamos ni a llamar despectivamente como televisiva y un sentido del ritmo que juega en contra de las recomendaciones básicas de cualquier manual de la comedia.

En un tiempo en el que el cine español ha demostrado que es capaz de facturar más que correctos productos de imitación con sello propio como 3 Bodas de más, Sólo para dos nos devuelve el recuerdo de aquellas épocas en las que la caspa, lo rancio y los estereotipos más arteros campaban a sus anchas en nuestro cine.