Copa Jerez Estos son los finalistas y sus menús

Tribuna libre

Cervantes y la frustración de un corregimiento en las indias

C ORRÍA el año 1582, un 17 de febrero, cuando hizo su primera petición. Petición que le fue denegada al no haber vacante para él. Ocho años más tarde, 21 de mayo de1590, hizo su segunda petición en la que databa todos los méritos que él creía contraídos solicitando la merced de Felipe II para cualquiera de los puestos vacantes. De esta  carta-petición tenía conocimiento de: la contaduría del Nuevo Reino de Granada, de la gobernación de la ciudad de Soconusco (Guatemala), de la de contador de galeras en Cartagena de Indias (Colombia) y la de “corregidor de la ciudad de la Paz”. Para esta última se presentaban, al parecer, ciertas dificultades, pero resultaba potencialmente rentable. No obstante sabía perfectamente lo que implicaba un cargo público (llegó a ser un funcionario bien valorado) y, además, se daba la paradoja de la existencia de la región de Potosí con sus minas de plata que inundaba de dinero toda la actividad de la zona.                                                                                                                                              

Se dice que alguien pudo facilitarle o tenerle al corriente de los mencionados puestos a cubrir, como también pudo falsear sus escritos. Pasado algún tiempo recibió del Conse jo de Indias un escueto: “Busque usted por acá en que se le haga merced”. Pensaba que con una hoja de servicios tan completa y valiosa algo le darían. El resultado… Esta contrariedad no pudo menos que sopesarla frente a quienes lograron, con menos merecimientos, esfuerzo y valía, los cargos solicitados. Igualmente llegaría a pensar que se estaba cometiendo una injusticia con él. Es muy posible que fuese producto de oscuros intereses los que prevalecieron sobre su brillante hoja de servicios, falseada o no, pero sí llena de méritos más que suficientes. En este asunto, como en gran parte de otros no menos rocambolescos (tan de moda actualmente), medran los ‘listos’ y añadiendo, como colofón, el pecado de la envidia, uno de los sentimientos más ruines que puedan existir. Hay que hacer constar, no obstante, que los cargos públicos en las Indias se daban o conseguían por influencias y se enajenaban por dinero… Por favores políticos o por   compra, los de la península ( todo miserable tanto antes como ahora).  

                               

Se da otra anécdota o curiosidad, si se me permite el término, sobre su vida, que ciertos cervantistas no dan por válida o meramente fantasiosa: los contactos que pudo tener con el emperador de China (1573-1620) que deseaba emplearlo para que enseñara la lengua castellana, con El Quijote como texto de estudio, ya que, según ellos,  deseaba fundar un colegio siendo él el rector de tal Institución. Resultaba una situación bastante extraña si es que deseaba salir de España.

 

Se tiene conocimiento que Felipe II tenía intención de conquistar  China con el propósito último de adoctrinar almas para la cristiandad. Filipinas caía en su mapa y así le resultaría más fácil y factible  teniendo en cuenta que Portugal contaba ya con Macao. Claro que, eso sí, con la espada y la cruz por delante.                                                  

 

Con respecto a la corregiduría solicitada dio la coincidencia que sería otro manco –menos insigne- el que tomó el cargo en 1592 (dos años después de haberle sido denegado). Dicho corregidor, con anterioridad a su nombramiento, estuvo en varios frentes militares  y más tarde abandonaría el puesto en busca de algo más acorde con su espíritu guerrero.

 

La pérdida de su brazo no fue causa, según cuentan, de ninguna hazaña bélica o hecho heroico. Cayó del caballo y quedó baldado y eso que presumía de ser un buen jinete. Para concluir, ¿fue Cervantes consciente, dadas sus desventuras y contrariedades (…) de lo que verdaderamente representó su obra? Por todos es sabido que llegó a radiografiar, valga la expresión, como nadie,  infinidad de aconteceres y, sobre todo, el alma y sentir de las gentes.

 

 De haber obtenido plaza, ¿qué hubiese sido de Cervantes en aquellas tierras? ¿Habría escrito el Quijote? ¿Sus obras habrían o tendrían la inspiración de la realidad de aquellos parajes llegando a formar parte de su espíritu literario? ¡A saber!           

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios