Cultura

Círculo de Lectores reúne los inicios literarios de Carmen Martín Gaite

  • El terecer volumen de las Obras Completas recopila sus relatos, poesía y teatro, los géneros con los que se inició en la escritura y que mezcló de modo fecundo

El próximo sábado 23 se cumplirán diez años de la muerte de Carmen Martín Gaite. La autora de El cuarto de atrás fue testigo privilegiado de una época y una forma de convivencia entre los españoles, desde los años 50 a finales del siglo pasado, que tradujo a una obra que mantiene la vigencia del primer día. Para "incitar a la relectura de Carmiña", Círculo de Lectores-Galaxia Gutenberg impulsa la publicación de su Obras Completas, cuyo tercer volumen, tras los dos dedicados a las novelas, se presentó ayer en Madrid. El responsable del proyecto es el profesor José Teruel, del departamento de Filología Española de la Universidad Autónoma de Madrid, que considera que este nuevo tomo recoge "los tres géneros con los que se inició en la escritura y que la acompañarían el resto de su vida: la narrativa breve, la poesía y el teatro".

En declaraciones a Diario de Sevilla, Teruel repasa un ambicioso afán editorial que, a través de siete volúmenes, "persigue fijar las obras completas de Martín Gaite y rescatar eslabones perdidos y textos dispersos". Entre el material inédito que ve ahora la luz, Teruel destaca el relato El padre de Odilo, que la autora escribió en 1955 y donde recrea el paisaje gallego de San Lorenzo de Piñor, el lugar de sus veraneos en la infancia y adolescencia. "Es un espacio mítico para ella al que regresaría una y otra vez, en novelas como Retahilas y Las Ataduras", señala.

También ocupa aquí un lugar esencial la poesía, que cultivó toda su vida en libros como A rachas y de la que se fija el corpus definitivo. "Este volumen nos permite ver que ella no entendía el cuento, la poesía y el teatro como compartimentos estancos, sino que mezclaba los géneros con enorme fluidez". Así, abundan los poemas que parecen cuentos y hay relatos dispersos, como Flores malva, que son anotaciones poéticas sobre impresiones visuales registradas desde la ventanilla de un tren. En cuanto al teatro, se incluyen las dos obras que concluyó: La hermana pequeña, de 1959, y A palo seco, de 1985.

Ayer, su hermana del alma, la única persona del entorno familiar que supo aliviar su espíritu destrozado tras la muerte de su hija Marta, acudió también a la presentación. José Teruel se deshace en elogios para Ana María Martín Gaite, "que le dio el empuje que necesitaba para terminar Entre visillos (1958), y ya sabemos lo esenciales que son las primeras novelas en la carrera de un escritor".

"Anita es una mujer ejemplar que está facilitando la labor investigadora y el descubrimiento de material inédito", añade. "Fueron dos hijas muy distintas: Anita era la hacendosa y Carmiña la reflexiva, la pirada", evoca Teruel de una escritora "que siempre supo mirar a su alrededor. Ese papel de testigo le permitió componer obras de alcance generacional, como el ensayo Esperando el porvenir, su homenaje a Ignacio Aldecoa, y plantear su literatura como un diálogo abierto con el lector. La voluntad explícita de tenerlo en cuenta, respetarlo y desear ser entendida por él es clave desde sus inicios".

Los tres próximos tomos de este proyecto se dedicarán a sus ensayos y supondrán "toda una sorpresa". "Mecánicamente asociamos a Martín Gaite con la novelística pero el ensayo es la faceta que ocupó más páginas de su producción, donde descuella el afán de pesquisa e indagación que presidió toda su escritura", reflexiona Teruel a propósito de títulos como Cuadernos de todo que son esenciales "para entender la trastienda de su obra". La séptima y última entrega incluirá joyas como un dietario inédito de 1977, la agenda que Carmen escribía durante el último año de su vida y su epistolario, "donde encontramos tanto cartas a sus familiares como las que intercambió con escritores como Juan Benet".

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