"Contaré mis memorias cuando no encuentre nada de lo que escribir"
La escritora madrileña Almudena Grandes clausura el IV Seminario Permanente de la Fundación Caballero Bonald con un repaso por su trayectoria literaria, junto al crítico Ángel Basanta
La escritora Almudena Grandes (Madrid, 1960) fue la encargada ayer de clausurar el IV Seminario Permanente de la Fundación Caballero Bonald, autora que fue presentada por el crítico literario de 'El Cultural' Ángel Basanta, en un concurrido acto. A pesar de que el ciclo ha recibido este año el nombre de 'Creadoras y pensadoras de nuestro tiempo', los protagonistas dejaron a un lado los géneros y simplemente se centraron en la labor de ser escritor, "porque para mí Almudena es uno de mis escritores preferidos, y no entro en historias de masculinos o femeninos", comenzó Basanta, quien hizo un recorrido por la obra de Grandes, antes de iniciar la charla.
Así, la autora aseguró que con el paso de los años ya puede distinguir "con perspectiva" por qué ha escrito algunos libros y cómo. "Creo que en mis cuatro primeras novelas ('Las edades de Lulú', 'Te llamaré Viernes', 'Malena es un nombre de tango' y 'Atlas de geografía humana') y mi primer libro de cuentos, 'Modelos de mujer', he hecho un tipo de literatura muy testimonial y marcada por la experiencia de mi generación. Me dediqué a contar el mundo que yo había conocido y a tratar de explorar sus conflictos de identidad, desde todos los ángulos posibles hasta que me di cuenta de que ya no tenía nada que contar y busqué otro registro". Y se encontró entonces cómoda con 'Los aires difíciles', que transcurre en Cádiz, una novela que es el principio de otra cosa y a la vez una bisagra de otro ciclo, "el desembarco de la memoria como tema central de mi literatura. Algo que siempre me ha interesado".
Y de la memoria, pero de la de España, prepara la autora madrileña seis novelas, tipo 'Los episodios nacionales' de Galdós, sobre la Dictadura y la Posguerra, "desde las limitaciones del tiempo en el que vivo. La primera saldrá en septiembre, aunque estaré escribiendo hasta el 2017. Creo que contar la Historia de España es un asunto pendiente de mi generación". Así que para las propias memorias de la autora todavía habrá que esperar, "sólo las contaré si me quedo sin cosas sobre las que escribir", dijo.
Los invitados hablaron también de sexo, el que protagoniza las obras de Grandes, "un tema imprescindible en la vida de las personas. El sexo no es mi materia literaria, es el deseo, que ha estado ausente en la literatura hasta hace muy poco tiempo. No concibo a un personaje sin sexo, no me interesa". También se refirió la escritora a los márgenes, en los que a ella le gusta vivir, en los extremos, como la utilización en sus obras de discapacitados psíquicos, "que viven en los márgenes de la realidad y aportan una mirada peculiar e interesante sobre el centro. Y esto ocurre en 'Malena tiene nombre de tango'. Si puedo contar lo que pasa por el margen del camino, evito el centro". La mayoría de las obras de Almudena Grandes han sido llevadas al cine. En total, seis películas, de las que reconoce que sólo le gustan dos, "tres no me gustan y una me parece horrorosa".
La escritora hizo referencia además al nombre del ciclo que clausuraba ayer en la Fundación, "entidad a la que estoy muy agradecida por que me hayan invitado, aunque no me molesta que me enmarquen como pensadora, no me produce alergia, aunque lo que me preocupa es lo que pueda surgir de esta diferenciación. A pesar de que no hay mala intención, siempre se termina consolidando la idea de que el pensamiento y la creación son masculinos".
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