Crítica de Cine cine

Cuerpo y fantasma

Cemetery of Splendour

Drama, Tai-Fra-RU-Ale, 2015, 117 min. Dirección y guion: Apichatpong Weerasethakul. Fotografía: Diego García. Intérpretes: Jenjira Pongpas, Banlop Lomnoi, Jarinpattra Rueangram, Petcharat Chaiburi, Tawatchai Buawat, Sakda Kaewbuadee.

La mirada de Apichatpong Weerasethakul (Blissfully yours, Tropical malady, Uncle Boonme) ha ido despojándose hacia lo esencial para seguir atravesando fronteras con una pasmosa naturalidad lírica, estableciéndose como médium entre el pasado y el presente, entre la realidad y el sueño, entre el cuerpo y el espíritu, entre la historia y el folclore, entre el relato y la fábula, entre lo visible y lo invisible.

Cemetery of splendour vuelve a convocar en la arcadia de la Tailandia rural capas y sustratos que se entrecruzan y transfieren entre lo mostrado y lo dicho, en torno a una vieja escuela convertida en hospital para soldados durmientes atendidos por enfermeras y voluntarias, mujeres que se comunican en voz baja y susurrante con los espíritus, intermediarias en un diálogo infinito con el más allá.

Apichatpong traza este tiempo mítico y suspendido entre "luces mortuorias" de neón, afinando su mirada a la naturaleza o a la banalidad kitsch del mundo moderno, buscando señales, ruinas y vestigios de un diálogo secreto entre los vivos y los muertos cuyos espíritus, hazañas, conquistas y derrotas aún claman y succionan energía bajo la tierra.

La melancolía, el fantástico (un Poltergeist de autor, por qué no), la política (necesariamente elíptica) y el fino humor se revelan y suceden de manera sutil, casi imperceptible. La palabra abre la puerta a relatos de dolor y pérdida mecidos en un tempo reposado, esculpidos en un espacio (también sonoro) acogedor y acolchado, sumergidos en una suerte de líquido amniótico que revela, consuela y regenera.

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