En cine Doré de Madrid, sede de la Filmoteca Nacional, el octogenario cineasta gaditano Julio Diamante (Cádiz, 1930) presentó ayer por la tarde su libro De la idea al film, una obra que, en opinión del profesor de Historia del Cine de la Universidad Complutense José Luis Sánchez Noriega, es un "condensado" de lo que Diamante "piensa que es el cine". "Explica su trayectoria y su concepción del cine", agregó. Posteriormente, el numeroso público que llenó el cine madrileño asistió a una sesión cinematográfica en la que se proyectaron dos obras del director gaditano, el cortometraje Antes del desayuno, de 1954, y la película El arte de vivir, 1965.

Antes de la proyección, el propio Diamante hizo una breve sinopsis de los dos filmes. Sobre Antes del desayuno, contó que fue la primera obra que rodó gracias al material que prácticamente arrebató a un profesor de la Escuela de Cine de Madrid y aprovechando que Carlos Saura, su compañero de clase, tenía una cámara. En este cortometraje, comenzó a utilizar el cine como expresión del "sueño de los hombres". Como ejercicio, se atrevió con el cine mudo, "un caldo de cultivo, un terreno, una patria" muy propicia para él por los conocimientos que adquirió en la Cinemateca francesa, de París. Y lo hizo construyendo "un drama de objetos y fragmentos". "Un drama de fragmentos con dos personajes, un hombre y una mujer, interpretados por tres personas cada uno", explicó. En cuanto a los objetos, defendió las posibilidades del cine para recoger la "riqueza del mundo objetal". Así, finalmente, logró que una máquina de coser, una navaja de afeitar y todos los utensilios para un desayuno presenciaran una tragedia humana.

Sobre la película, el director gaditano dijo que se trataba de una "historia de la alienación". "Es una palabra que está muy poco de moda al haber sido segregada por el pensamiento", agregó. En ella, según relató, un hombre joven, a través de las derrotas que va sufriendo en la vida, acaba convirtiéndose en una persona diferente. Recordó que en la película interviene la actriz Lola Gaos, y la situó en la "segunda postguerra española, en los años 60". "Se ve ese paso de la sociedad galdosiana de las pensiones al desarrollismo, de la España negra a la España gris y miserable".

En el arranque de su intervención, Diamante tuvo palabras de agradecimiento para su prologuista de De la idea al film, el profesor Santos Zunzunegui, ausente, y para el director de cine José Luis Borau, autor de la introducción, presente en la sala, así como para sus tres presentadores, Antonio Santamarina, de la Filmoteca Nacional; el cinéfilo Francisco Moreno y Sánchez Noriega. También tuvo palabras de gratitud para Ediciones Cátedra, editora del libro, y para la Filmoteca Nacional.

Además de definir el libro de Diamante como un "condensado" de lo que Diamante entiende que es el cine, Sánchez Noriega definió al director gaditano como un "devorador de películas", elogió las citas prolijas que contiene la obra y reconoció que esperaba más cuando terminó de leerlo porque no sólo abordaba cómo escribir un guión.

Asimismo, el profesor de Historia del Cine comentó que al final del libro Diamante se refiere a la "censura económica del cine", un tema de mucha actualidad en estos momentos. "Es un libro perfectamente recomendable", sentenció.

Por su parte, Francisco Moreno aprovechó la presentación para reivindicar el guión como una forma "artístico-literaria", como "un género literario, y a Diamante como guionista. Y recordó que el director gaditano escribió guiones como Cuchillo negro, sobre la lucha de los universitarios en el franquismo, y algunas obras más, que nunca llegaron a convertirse en películas.