Don Alberto Durán Tejera: su vida y su obra
La Academia, hoy
E STA noche a las 20:30 y en la sede de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras tendré el honor de rescatar del profundo pozo del olvido una figura jerezana de indudable crédito y enriquecedor legado como es la de don Alberto Durán Tejera. La mayoría de las personas de mi generación y de las cercanas, tienen una idea bastante acertada de quien fue tan ilustre personaje. Hay otras muchas, sobre todo los jóvenes que sólo les suena, por algo relacionado con el Parque Zoológico que hasta hace pocos años se honraba con llevar su nombre, y que hoy es solamente el Zoo Botánico de Jerez, de acuerdo con las más modernas técnicas del "marketing"; aunque la figura de su fundador se pierda casi por completo.
Pero Don Alberto Durán Tejera (1898-1979) destacó en ámbitos tan distintos, como fueron la enseñanza (era Maestro Nacional), su dedicación a la política municipal, su entrega a la promoción del vino a través de la Fiesta de la Vendimia, y también su inclusión, aunque breve, en el mundillo deportivo. Don Alberto tocó todos estos palos y puede decirse que todo lo que pasó por sus manos fue tratado con rigor, con entrega y sobre todo con un enorme cariño.
Yo, como otros tantos niños de la década de los 40 fuimos alumnos de don Alberto Durán en el viejo Instituto de Bachillerato, sito en la Alameda de Cristina y dentro de la llamada Sección Preparatoria para ingreso en Bachiller del Plan 1938.
Para investigar sobre su paso por el Ayuntamiento he acudido al Archivo Municipal donde fui atendido y ayudado por el Director de Dicho departamento don Manuel Antonio Barea Rodríguez que me ilustró, sobre como encontrar, los datos que necesitaba a partir de los libros que contienen las actas de los Plenos del Ayuntamiento, durante los años que nuestro don Alberto fue concejal, teniente de alcalde o incluso alcalde accidental.
Para ampliar mis conocimientos sobre la fundación del Parque Zoológico acudí a su actual director don José María Aguilar Íñigo que muy amablemente me permitió que grabara un video donde explica los orígenes y posterior desarrollo de una de las aportaciones más importante de don Alberto para la ciudad de Jerez, su parque zoológico que se inauguró allá por el año 1953.
Para saber sobre los orígenes de la Fiesta de la Vendimia recurrí a documentos escritos por el propio don Alberto y que tenía archivados doña Carmeli Durán Fernández, sobrina de don Alberto y con el cual colaboró durante muchos años, como su secretaria para los asuntos relacionados con dicha fiesta. Doña Carmeli se mostró encantada con la idea de que se recordara casi 30 años después de su muerte la figura de su tío Alberto Durán. Se ofreció a colaborar y la mayoría de las fotos y documentos que se mostrarán esta tarde me fueron cedidos por ella, con un gran espíritu de colaboración y entrañable delicadeza.
La Fiesta de la Vendimia Esta nació del empeño de un grupo de escritores jerezanos que habían pensado hacer un certamen literario y que más tarde se pensó que podía coincidir con algo festivo referido al nacimiento del vino. Don Alberto estaba por aquel entonces en el Ayuntamiento como concejal y él fue el encargado de poner en marcha dicha fiesta haciéndola coincidir con la Feria de Septiembre que ya empezaba a palidecer por su escasa acogida popular. La primera de sus celebraciones tuvo lugar el año 1948 y hasta el año 1955 dependía su organización del Ayuntamiento.
Cuando esta fiesta comenzó a tomar cierto auge y a dedicarse cada año a un país distinto en función del volumen de compras del vino y sus derivados que dicho país hacían en las bodegas del Marco. La fiesta pasó a manos de los exportadores, porque vieron que la Fiesta de la Vendimia era un extraordinario escaparate para aumentar sus ventas en otros países con la importante repercusión que tenía para sus negocios y para la prosperidad de Jerez.
El fin último de la fiesta era sin duda el aumentar las ventas del Jerez en el mundo entero. La Fiesta de La Vendimia no le costaba ni un solo duro a las arcas municipales ya que la pagaban los que les sacaban rentabilidad a la promoción que se hacía de nuestros vinos.
Los colaboradores de don Alberto, todos desinteresados hombres y mujeres de la ciudad, son algunos de ellos, los que hoy os van a contar cómo fue y cómo se organizaba esta entrañable fiesta mediante la proyección de unos videos grabados por mí para tal efecto, donde reconocen todos ellos, la cariñosa y experta dirección del personaje que nos ocupa.
Por motivo de espacio y también por esa ley de vida que reduce nuestra existencia sólo a un determinado número de años, no pueden estar todos. Pero si veremos pasar por la pantalla a los colaboradores más importantes que gracias a Dios perviven, como son; Jaime Lledó, Juan Luís Bretón, Ramón Molina, José Soto Ríos; José Antonio Pérez Rendón y también la sobrina de don Alberto Carmeli Durán. A todos agradezco de todo corazón la inestimable colaboración que me han prestado.
La presentación de mi humilde persona correrá a cargo de la Académica Correspondiente de esta Real Corporación doña María Dolores Rodríguez Doblas que muy amablemente ha accedido a presentarme y que también intervendrá con un video hablándonos de don Alberto profesor.
Tengo que agradecer también la colaboración prestada por don David Fernández Mejías director de este periódico, que nos cedió algunas fotografías.
Dejo para el final, no por menos importante, el agradecimiento al Excmo. Sr. D. Francisco Fernández García-Figueras, Presidente de esta Real Corporación, por haber confiado en mí y por su ayuda para que este acto tenga la brillantez que el personaje requería. Gracias a todos.
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