Emotivo festival en homenaje a Franco Cardeño en Espartinas

La elevada temperatura de la tarde afectó a la taquilla, pero no al cariño con el que se tributó un reconocimiento al diestro trianero, ovacionado tras el paseíllo

El homenajeado, Jesús Franco Cardeño, ovacionado por sus compañeros tras romperse el paseíllo.
El homenajeado, Jesús Franco Cardeño, ovacionado por sus compañeros tras romperse el paseíllo.
Luis Nieto

22 de junio 2008 - 05:00

Varios de sus compañeros se dieron cita en el homenaje al matador de toros Jesús Franco Cardeño, a quien el destino le jugó la mala pasada de una cornada tremenda en la que literalmente el toro Hocicón, de Prieto de la Cal, le arrancó la cara en la Maestranza el 8 de abril de 1997.

Jesús Franco Cardeño, que ante todo se siente torero y es un hombre con un temple especial, ha luchado posteriormente muy duramente. El festival que se celebró ayer en Espartinas era una oportunidad para conseguir unos beneficios que aliviaran su situación económica. El calor hizo de las suyas en el primer día de verano. Muchos optaron por la playa. Y los tendidos no se llenaron. Seguro -todavía hay tiempo- que aficionados y amigos aportarán su granito de arena en la fila cero, en una cuenta que está abierta en todas las entidades bancarias a nombre de Festival Taurino Franco Cardeño. Banco Pastor. En cualquier caso, el torero sintió ayer también un calor especial, un fogonazo de cariño y reconocimiento, cuando saludó en sendas ovaciones, al comienzo y al final del festejo, arropado con la admiración de sus compañeros, que torearon ayer generosamente por su causa, al igual que donaron gratuitamente las reses varios ganaderos.

En una función de este tipo, lo humano prevalece sobre la lidia. Por eso es innecesaria la crítica. Mas bien hay que dar las gracias a los toreros, que como siempre, con su actitud, se jugaron su vida por uno de los suyos. Y también a ganaderos y todos aquellos que han trabajado desinteresadamente para sacar el festejo adelante.

Franco Cardeño nos contaba al término del espectáculo que "me he sentido lo más torero del mundo. Los maestros me han sacado a saludar y me he sentido orgulloso. Yo soy muy respetuoso y no me he atrevido a hacer el paseíllo. Hubiera sido una falta de respeto. Me hubiera gustado que hubiera acudido más público. Habrán sido unas mil personas. Quizás debería haber comenzado con otro horario, más tarde. De todas formas, quiero destacar a todos mis compañeros por su amor, sinceridad y torería. Todos han cortado orejas. No tengo palabras para ellos. Leonardo Hernández, puerta grande en Madrid y en Espartinas. Niño de la Capea, maestro de maestros. Pepe Luis Vázquez, siempre torero de Sevilla, que ha gustado muchísimo con pinceladas de arte caro. Martín Pareja Obregón, lo que fue y lo que puede seguir siendo. El Capea, que sustituía a Ortega Cano, y que ha estado cumbre. Pérez Mota, también cumbre. El novillero Javier Jiménez ha estado espartacao total, muy en el aire del maestro de Espartinas. Hemos disfrutado mucho y todo se ha hecho con seriedad".

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