Carlos Ballesta. Cirujano y escritor

"Escribir me relaja de la tensión del quirófano"

  • El prestigioso médico presenta 'El señor de la seda', basada en una historia real con la guerra de los moriscos como telón de fondo.

Carlos Ballesta, el prestigioso cirujano doctor Honoris Causa por distintas Universidades vuelve a sorprender con nuevo libro, esta vez un homenaje a los moriscos expulsados de España y un reconocimiento a la herencia que nos dejaron. Con El Señor de la Seda, novela publicada por Ediciones Miguel Sánchez rastrea en la historia del siglo XVI, con la humanidad, perspicacia y sensibilidad habituales en su obra literaria. Y nos devuelve a un personaje apasionante, Hernando el Ferí, que llegó a ser el mercader de sedas más importante de Granada. La novela viaja desde la ciudad de la Alhambra a Constantinopla y Bursa, en el Imperio Otomano.

-Un niño morisco, Hernando, se hace amigo de otro, portugués que llega a Granada en el séquito del Emperador Carlos V como paje de su esposa Isabel ¿qué vamos a encontrar en su última novela 'El Señor de la Seda'?

-Una historia real, llena de aventuras y acontecimientos que le ocurrieron a un importante mercader de sedas granadino que se vio envuelto en la guerra de sublevación de los moriscos y fue deportado a Pastrana.

-¿Cómo surge la idea de la novela?

-Al enterarme, a través de documentos, que este personaje era el dueño de la casa del Chapiz y que fue deportado a Pastrana con doscientas familias más, fundando allí el barrio del Albaicín.

-La expulsión de los moriscos, ¿sigue doliendo?

-Todo genocidio duele y este lo fue, no debe olvidarse. El 10% de la población española fue expulsada de su país por pensar de forma diferente. Esto tiene que dolernos a todos. Si un pueblo olvida la historia, la repite, y ahí tenemos recientemente la historia de Serbia o puede ocurrir con el independentismo de los políticos catalanes.

-Es usted un importante cirujano, ¿cómo saca tiempo para escribir?

-La escritura y sobretodo la investigación de documentos me relaja de la tensión del quirófano. Duermo poco y tengo tiempo entre aeropuertos para Granada y AVE para Madrid. La vida es muy corta como para perderla mirando al infinito o contando nubes, aunque he de confesar que sólo puedo escribir cuando mis pacientes están bien.

-Un día normal de su vida transcurre...

-Me despierto temprano, sobre las cuatro de la madrugada y leo o escribo ya sea textos de medicina o literatura hasta las siete y media que empiezo el quirófano. Trabajo hasta las dos de la tarde, luego procuro ir a casa a comer y descansar hasta las cuatro que empezamos la consulta y terminamos a las ocho. Tras ver las noticias, sobre las once, me acuesto.

-Ha publicado ya varios libros, 'El misterio del Carmen', 'Diego Hurtado de Mendoza el hombre del Emperador', 'Beatriz Salcedo la esclava blanca', ¿tiene algún favorito?

-No, los libros son como los hijos, pero el último es especial porque es el más buscado y el que has hecho el máximo esfuerzo para conseguirlo.

-¿Qué novelas y autores han marcado su vida?

-Los clásicos. La Divina Comedia, Orlando el Furioso, El Quijote, el Cantar de Mio Cid y referente a la ciudad Las guerras de Granada de Luis de Mármol, Hurtado de Mendoza y Pérez de Hita. Hay mucha enseñanza en ellos y no tengo dificultad en leer el castellano antiguo impreso.

-¿Lo mejor de la tarea de escribir?

-La información necesaria para escribir y ser rigurosos con el lector. También la recreación de escenarios y acontecimientos que revive al personaje del siglo XVI. La creación de los acontecimientos. Todo está ahí, edificios, paisaje, gentes y costumbres; sólo tienes que detenerte y saber verlo.

-¿Y lo peor?

-Cuando se termina de escribir la novela, sientes pena de dejar al personaje que ha sido como tu hijo durante un año y medio, que ha ido creciendo.

-¿Algún proyecto entre manos?

-La Isla de Iblis (sobre el Yemen) que está bastante avanzada y Por qué Dios no quiso ser cirujano, basado en vivencias personales y hechos que serán muy interesantes para el lector.

-Es usted un importante coleccionista que ha cedido piezas de su colección particular para la Exposición de los Tendilla que permanecerá hasta el mes de junio en el Palacio de Carlos V, ¿podría hablarnos de ellas?

-Son piezas muy importantes que complementan la historia de los Tendilla como el retrato del Cardenal Mendoza de E. Cajes, con su marco epigráfico original y del que sólo se conocen dos originales. Las primeras ordenanzas de la ciudad de Granada. Grabados de Hoefnagel, Munzer o las tres primeras ediciones sobre la sublevación de los moriscos, de Diego Hurtado de Mendoza, Luis de Mármol y de Ginés Pérez de Hita; entre otras piezas Recomiendo no perderse esta exposición.

-Qué le ha dado Granada y qué quiere ofrecerle usted

-Granada no sabemos lo que da, debe ser el agua (ríe) aparte de alguna incomprensión por parte de las administraciones. Yo solo quiero devolver a la ciudad lo que me dio: conocimiento, cultura y lo mejor de mi profesión: la cirugía laparoscópica y la cura de la diabetes tipo 2. Por eso he creado un Centro en el Hospital Inmaculada y la Fundación Carlos Ballesta. A mí me formaron como médico en Granada y aquí he traído los últimos avances en cirugía.

- ¿Escribir es una terapia ante la dificultades de la vida?

-Sí, sin lugar a dudas. Escribir y leer protege del Alzheimer y tiene las vitaminas de saber.

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