Opinión

Festival de Cine y Flamenco, las cosas claras

Festival de Cine y Flamenco, las cosas claras

Festival de Cine y Flamenco, las cosas claras

Cuando se presenta un proyecto como el I Festival de Cine Flamenco y Etnográfico con apenas un mes de antelación y sin una campaña sólida (aunque sólo sea en redes) para darle visibilidad, no es extraño que haya pasado desapercibido, tanto para la ciudad como para el resto del mundo, que es lo grave porque, al margen de todo, ha habido una importante inversión en ello (de personal, de infraestructura y supongo que económica, pero claro eso no se suele comentar). Por eso me sorprende que desde la organización (en concreto la directora dle mismo, Cristina Consuegra) se califique de éxito esta primera edición. Seguramente, como han reconocido desde el Ayuntamiento, esto sea una semilla para el futuro, pero está claro que está primera edición ha sido de todo menos un éxito.

Porque al margen de tener escaso tiempo para darlo a conocer, ni siquiera las personas que se dedican de lleno al mundo del cine han tenido oportunidad de plantear cualquier proyecto para ello, todo lo que ha rodeado a este festival ha sido un poco caos. Empezando por la diversidad de programaciones, porque si consultabas la misma en la web oficial del Ayuntamiento encontrabas una que no tenía nada que ver con lo que ocurría a diario, donde los cambios de horas y la suspensión de eventos han sido una constante.

Tampoco es que sea demasiado positivo poner un proyecto de estas características, teniendo en cuenta lo complicado que es Jerez para la cultura, a finales de junio cuando la gente tiene la mente puesta más en irse a la playa que otra cosa. Si encima se programan actividades a las cinco de la tarde o entre semana a las doce, lo lógico es que la presencia de público, como ha ocurrido, haya sido mínima. Y que no digan lo contrario porque el evento de mayor asistencia apenas superó las veinte personas y en muchos de ellos los invitados, algunos de prestigio nacional, se encontraron con apenas cuatro espectadores, por no hablar de una presentación de un libro que coincidió con el partido de España y a la que no fue nadie. Una lástima que se hayan llevado esta imagen de la ciudad.

Si realmente se quiere apostar por un evento así, que personalmente me parece atractivo, no basta con presentarlo en el Festival de Cine de Málaga unos días antes, hay que estructurar una estrategia en torno a él, cosa que aquí no ha existido y, si ha existido, que me expliquen cuál ha sido. Sin culpar a nadie, porque sé, por ejemplo, que desde el Teatro Villamarta han trabajado a destajo para poner en marcha esta iniciativa, creo que no se han hecho las cosas bien y cuando esto pasa, hay que decirlo. Ahora bien, calificar todo de éxito hoy día tiene su peligro, cuando vivimos en la sociedad más informada de la historia con esto de las redes y demás. También el Festival de Jerez, del que hoy presumimos, pasó por esto, aunque en este caso (porque no hay cursillistas) habrá que hacer las cosas mejor para consolidarlo. Todo lo contrario será tirar el dinero.

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