Artistas de Jerez

Jesús Marín Clavijo: El arte totalitario de esquemas abiertos

  • El artista jerezano es decano de la Facultad de Bellas Artes de Málaga

Jesús Marín Clavijo.

Jesús Marín Clavijo.

Al grupo amplísimo de artistas jerezanos que trabajan en la ciudad y cuyos nombres no pasan desapercibidos no sólo para el buen aficionado sino también para gran parte de la población de Jerez, hay que sumar otro, el de artistas nacidos en Jerez y que, por una serie de circunstancias, trabajan fuera de la ciudad.

Este último está formado por artistas que tienen en común su importancia capital dentro del contexto general del arte español y son hacedores de una plástica abierta que fundamenta la realidad más esclarecedora del arte que se hace en España. Son artistas que forman parte del entramado más sustancioso del arte y su posición en el contexto general del arte es de suma trascendencia.

Javier Palacios, Nacho Estudillo, Fernando Clemente, Gorka García, Malali Bachiller, Ana Barriga, Paco Almengló, Juan del Junco, Natalia Domínguez, entre otros. Estos, junto con los más veteranos, José María Báez, Gonzalo Torné o Cristián Domecq, forman un grupo de artistas ilustres jerezanos en la diáspora que son conocidos y muy tenidos en cuenta en esa plástica en ejercicio, llena de entusiasmo y conciencia creativa.

A estos hay que sumar la figura de Jesús Marín Clavijo, un artista nacido en Jerez en 1964 y que, desde hace unos años, está afincado en Málaga donde es artista importante y figura importante en ese espacio artístico malagueño donde tan bien se están haciendo las cosas y donde autores de máxima proyección surgen sin solución de continuidad.

Jesús Marín Clavijo. Jesús Marín Clavijo.

Jesús Marín Clavijo.

Jesús Marín Clavijo comenzó su andadura llenando de expectación la escena artística, con exposiciones que lo convertían en un joven valor en alza con infinita proyección. Sus maneras se apartaban diametralmente de lo que acontecía en el arte adocenado de los años noventa; sus obras se adscribían a los conceptos más afortunados de un arte abierto y sin restricciones. No eran piezas al uso y eran consustanciales a esas tendencias nuevas donde el arte se sustentaba en la idea y proyectaba espacios diferentes a los habituales, con nuevos sentidos, tanto plásticos como estéticos.

Lo vimos exponer en Carmen de la Calle, cuando ésta centralizaba lo mejor que se presentaba en el arte contemporáneo de la ciudad y se abría a un contexto nacional, con ARCO como principal proyecto de un arte en abierta expansión. Después vendrían comparecencias en salas de importancia, como una afortunadísima presentación en la Pescadería, donde Marín Clavijo hacía presente un arte nuevo, lleno de entusiasmo por las formas distintas y con un criterio muy bien sustentado en contenido y continente.

Ya, en Málaga, entró a formar parte de los primeros claustros de profesores de la recién inaugurada Facultad de Bellas Artes dando sentido a ese renovador sistema educativo en el que la motivación y la amplitud de miras no está reñido con las consideraciones más tradicionales.

Desde hace poco, Jesús Marín Clavijo es Decano de la Facultad malagueña y encabeza un equipo en el que, a la excelencia educativa, se le suma la proyección y la integración en ese dinámico proyecto artístico existente en la ciudad de Málaga.

Como artista, Jesús Marín Clavijo es impulsor de sistemas creativos donde se funden muchos modos de expresión y fórmulas distintas para crear un arte que formula muchos y variados registros a la plasmación formal de una idea. En su obra, de muy dispar naturaleza creativa, las estructuras plásticas tradicionales se han conjugado a la perfección con las nuevas proposiciones del arte.

La pintura, la fotografía, los medios extraartísticos, la escultura, la instalación y, muchas veces, la participación de los espectadores, han configurado sus posiciones en un modo único para crear la máxima expectación y una manifestación creativa totalitaria a la búsqueda de una realidad artística superior. En ese sistema amplio de posiciones plásticas se apoya su última comparecencia expositiva en las salas del Rectorado de la Universidad de Málaga, con una amplísima muestra titulada 'Memoria de luz sólida. Gramáticas del lugar'; una exposición en la que el autor pone de manifiesto las infinitas estructuras conceptuales que se entresacan de un determinado lugar, en este caso el Trapiche del Prado, un edificio emblemático de Marbella que, desde el siglo XVII hasta los años setenta, ha servido como enclave para múltiples actividades.

Desde este particular establecimiento físico, Marín Clavijo se posiciona con múltiples registros creativos, siempre con la interrelación entre lo social y la realidad física del territorio como base conceptual. El artista nos presenta un variado proyecto expositivo – el resultado de sus múltiples investigaciones sobre la escultura, las incidencias lumínicas, el espacio integrador o la propia realidad social actuante – con ese amplio conjunto de posiciones artísticas que, bien intervenidas e interactivadas, provocan ese variado conjunto de acciones creativas habituales en sus obras; en ellas, la luz es el centro generador de todas las actuaciones.

En la muestra se sucedían los amplios registros creativos del autor: pequeñas figuras de barro en crudo o cocido, en blanco, negro o esmaltado; grandes lienzos pintados con acrílicos; sutiles esculturas, de variada identidad creativa; fotografías del Trapiche, intervenidas con textos lumínico y una instalación site-specifc – “Rayo metálico de luz del mediodía” -; todo a la búsqueda de esa realidad que unifica conceptos y, como es el caso, amplía el sistema creativo con la luz como eje principal.

Con esta exposición, Jesús Marín Clavijo nos vuelve a situar en la estela de un arte abierto, sin fronteras plásticas ni estéticas, que posiciona la raíz fundamental de una creación donde todo es posible si la sustenta un ejercicio bien estructurado en fondo y forma.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios