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Cultura

El Lucano muerto del Coloma

Ansioso por conocer el difícil y complicado proceso de restauración al que fue sometido el cuadro pintado por nuestro genial artista Salvador Sánchez Barbudo 'La última escena de Hamlet', y por tanto el estado general de la obra tras 130 años enrollada, la restauradora del Museo Nacional del Prado Lucia Martínez Valverde y yo acordamos fijar una fecha con ese fin. Así, el pasado lunes 18 de septiembre tuve la ocasión de satisfacer la enorme curiosidad que , justificadamente, me invadía.

Necesitaría mucho espacio para poder describir, y me quedaría corto, lo sorprendente del minucioso, laborioso y paciente trabajo de restauración que, con el mayor rigor científico, se aplicó a la obra para su total recuperación. Admirable e increíble el resultado.

En las fotografías que previamente a la restauración se toman para su estudio se puede observar la oxidación y descomposición de barnices y pigmentos, las alteraciones cromáticas y los 'cuarteados' de todo tipo sufridos en la capa pictórica tras tanto tiempo guardado y sin bastidor. No soy ajeno al conocimiento de la restauración y sé cuándo un trabajo es digno de reconocimiento y alabanza, y éste lo es.

En el taller de restauración y por gentileza de Lucía, tuve el placer de admirar el cuadro 'La muerte de Lucano', obra del artista de Montilla José Garnelo y Alda (1866-1944) recién restaurado por Ana Isabel Ortega y Álvaro Fernández, dirigidos por Lucía Martínez Valverde

Contemplar el cuadro que a los diez años de edad ya formaba parte del entorno habitual de mi vida, produjo en mí una agridulce emoción pues pronto acudieron a mi memoria recuerdos que se agolpaban presionando, como si de una disputa entre ellos por ocupar el primer puesto se tratase. Y como telón de fondo en ese difícil tránsito de la infancia a la pubertad, siempre presente, ese bello cuadro del gran artista José Garnelo, 'La muerte de Lucano'.

Enigmáticamente trágico e incomprensiblemente triste para un niño, ofrecía su dramático espectáculo a través de la suciedad polvorienta y su deplorable estado de conservación con importantes roturas que hacía aún más trágica su visión.

El cuadro ( 293 X 495 cm) estaba colgado en la pared de la escalera de acceso a la planta alta del Instituto Padre Luis Coloma, en Jerez. Algunos de los chicos, los más ... inquietos, o pintaban con tizas o clavaban un lápiz sobre el lienzo según pasaban... o pegaban sus remascados chicles 'bazoca' sobre los ojos de los personajes.

Años difíciles los 50 del siglo pasado para hablar a los niños de Arte y menos de la 'Formación del Espíritu Artístico'.

La obra restaurada se presentaría el lunes siguiente, día 1 de octubre del año en curso a las 11,30 de la mañana. Lógicamente asistí a ella.

El artista e intelectual José Garnelo y Alda (Enguera, Valencia, 1866 - Montilla, Córdoba, 1944). Su padre, médico, se traslada a Montilla cuando José tenía apenas un año de edad. Realiza sus estudios artísticos en la Escuela de BB.AA de Santa Isabel de Hungría en Sevilla, donde fue discípulo de Eduardo Cano y de Manuel Ussel. Más tarde continúa sus estudios de mano de Dióscuro Puebla y Casto Plasencia en la de San Fernando (Notas biográficas de la Enciclopedia del Museo nacional del Prado).

En 1888 es pensionado para la Academia de España en Roma donde hace amistad con Vicente Palmaroli; Pradilla, el gran José Villegas quien fuera el líder indiscutible de la colonia andaluza en Roma, Mariano Benlliure, compadre de pila de José Gallegos Arnosa , este último, y toma contacto con el grupo del Caffe Greco, en la via Condotti.

José Garnelo participó en numerosas exposiciones nacionales e internacionales. Obtuvo segundas medallas en las Nacionales de 1887 y 1890 y primera en 1892. Obtiene medalla en la Exposición Universal de Chicago de 1893. Como decorador, pintó la cúpula del despacho del presidente del Tribunal Supremo, en Madrid.

José Garnelo y Alda fue profesor y académico de las Escuelas de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y de San Luis en Zaragoza ademas de catedrático en la de Barcelona, y entre otros importantes cargos fue nombrado subdirector del Museo del Prado en 1915.

'La muerte de Lucano' es considerada por el Prado como la más importante obra de José Garnelo y Alda. Pintada a la edad de 21 años, el artista la presenta a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1887 siendo galardonada con segunda Medalla, por lo que el estado la adquiere para el Museo Nacional del Prado.

Más tarde, y por desgracia, por Real Orden de 12 de Julio de 1928 se depositó la obra en el Instituto Provincial de Jerez de la Frontera, hoy Instituto Padre Luis Coloma donde, desde entonces, ha sido ignorada y ha sufrido todo el abandono que se pueda imaginar ante la indiferencia de las instituciones responsables de su custodia, sin el más mínimo respeto al Arte y a la Cultura, fuere cual fuere el color ideológico de los ediles de turno.

Sí, hubo alguien que luchó con energía y dignidad: Dolores Rodríguez Dobla, catedrática de Historia y que fue directora del Instituto P. Luis Coloma, secundada por un grupo de personas sensibles que apoyaban su gestión... como resultado un muro de indiferencia.

Jerez se lo pierde... y mucho.

En el año 2008 se autoriza el levantamiento para depositar la obra en su nuevo destino: el Museo Garnelo, en Montilla su ciudad.

Ahora, pasados seis meses de delicadas intervenciones para su restauración en los talleres del Museo del Prado, tras un magnifico trabajo, el 'Lucano muerto del Coloma' ha resucitado y lo podrán visitar en el Prado donde estará expuesto dos meses. ¡Anímense!, sobre todo los que lo conocemos.

Después descansará para siempre en el Museo de Montilla, su casa, tras una tan larga agonía de 80 años en Jerez de la Frontera.

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