Cultura

Manuel Liñán e Isamay Benavente, protagonistas de 'Un país en danza'

  • El Teatro Villamarta ha sido uno de los escenarios elegidos para este primer programa

Manuel Liñán, invitado a 'Un país en danza'.

RTVE acaba de presentar la segunda temporada de 'Un país en danza', idea original de Antonio Najarro, exdirector del Ballet Nacional de España. El espacio ha sido concebido como una manera de acercar al gran público la Danza Española y sus diferentes disciplinas, patrimonio cultural y artístico de nuestro país. Un país en el que, como el mismo Najarro lamenta, “se habla poco de danza, a pesar del enorme talento artístico que atesoramos y de ser tan valorados a nivel internacional”.

Para Najarro, bailarín y coreógrafo, 'Un país en danza' es “la consolidación de un proyecto personal con el que he pretendido dar visibilidad en la televisión pública a la danza de nuestro país”. “No se puede amar lo que no se conoce -explica- por eso este espacio es una gran oportunidad para dar a conocer a los mejores intérpretes, coreógrafos y creadores de la danza española en todos sus estilos”.

En el primer capítulo de esta temporada -disponible ya en RTVE Play- y emitido esta misma semana, “Sin barreras”, el programa se adentra en los procesos de creación de Manuel Liñán, ejemplo de como transitar caminos nuevos, combinar otros sabores, mezclar diferentes colores, en definitiva, de como crear de la nada, del todo, de lo viejo, de lo antiguo, pero crear. Premio Nacional de Danza 2017 y figura destacada del Flamenco, es un artista que rompe barreras en todas sus creaciones. Con “Viva”, la más reciente producción de su compañía, ha rememorado esos momentos de su infancia, en los que se encerraba en un cuarto poniéndose la ropa de su madre para bailar de manera íntima y secreta, en un espectáculo que ha causado sensación por todo el mundo.

También, en este primer capítulo, conocimos a Isamay Benavente, desde hace varios años directora del Festival de Jerez, un evento que se ha convertido en toda una referencia en el mundo de la Danza Española y el Flamenco nacional e internacional.

A lo largo de los diferentes capítulos de esta segunda temporada, Najarro recorrerá España mostrando a los espectadores el lado más humano de las estrellas de la danza de nuestro país, acercándoles a sus vidas, así como al esfuerzo, sacrificio y renuncias que han conllevado darlo todo a su proyecto de vida: la danza. Conoceremos las raíces de nuestras tradiciones y cómo han ido evolucionado hasta nuestros días, siempre desde el más profundo respeto, gracias al compromiso de dantzaris como Jon Maya; sorprendiendo más allá de nuestras fronteras, experimentando e innovando como Manuel Liñán, Rocío Molina o Eva Yerbabuena… e integrando la fusión con las tradiciones, como lo demuestran bailarines como Jesús Carmona o Chevi Muraday en sus interpretaciones.

Esta segunda entrega vuelve a dejar constancia, por el altísimo nivel de sus invitados, de la riqueza y relevancia de los profesionales que la danza aporta al mundo de la cultura y el arte en nuestro país, profesionales que agotan entradas en los centros culturales y espacios artísticos más prestigiosos del mundo.

Si la primera temporada contó con “decanos” del arte como Carlos Saura, en esta se muestran exponentes de otras épocas, como Rafael de Córdova, una de las figuras más relevantes de la historia del Flamenco y la Danza Española, sin olvidar a aquellos que triunfan hoy al frente de compañías fuera de España, como es el caso de Lucía Lacarra, Iratxe Ansa e Igor Bacovich.

UN PAÍS EN DANZA también ha reservado un espacio a aquellas iniciativas que reivindican la danza como patrimonio cultural de nuestro país o como elemento integrador, como es el caso del Festival de Jerez o el Psico Ballet de Maite León. Pero tampoco olvida el compromiso con el que nació: el de acercar estos valores al gran público: por eso esta temporada cuenta con invitados como Javier Castillo, “Poty”, un referente de la danza que ha sabido hacerse un merecido espacio en entornos menos técnicos, pero muy necesarios para llegar a audiencias más amplias.

Por otro lado, si en la primera temporada el programa daba cabida a otras disciplinas, ajenas a la danza, pero en las que está muy presente, la segunda entrega ofrece una mirada cercana a los oficios, como la iluminación o diseño de vestuario escénicos, que hacen posible que esta expresión corporal alcance sus máximas cotas. De esta forma se pone en valor a un sector que ha sufrido en primera persona las consecuencias de una pandemia devastadora que puso en jaque el sostenimiento de sus respectivas actividades.

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