Enrique Morente murió por un "deterioro multiorgánico" originado por las complicaciones sufridas en la operación para tratar el cáncer de esófago que padecía, según el informe final de la autopsia entregada al juez que investiga la denuncia de la familia contra el cirujano. El informe de los forenses, al que ha tenido acceso Efe, fue trasladado al juzgado de instrucción número 52 de Madrid el pasado viernes. Morente, de 67 años, falleció el 13 de diciembre, una semana después de ser operado por segunda vez de un cáncer de esófago por el doctor Enrique Moreno, premio Príncipe de Asturias en 1999.

Ayer, la familia de Morente, que en su día decidió denunciar a Moreno por presunta negligencia y solicitó la autopsia, envió un comunicado para defender que el cantaor falleció por una "grave negligencia médica" y que la muerte se debió a una parada cardíaca cuando estaba siendo intervenido por segunda vez y después de "horas perdiendo sangre". "Es hora de decir ya, con el aval de la autopsia, que murió desangrado. Es falso que falleciera por complicaciones de un cáncer de esófago" y es falso también, según el comunicado, "que el informe final de la autopsia diga tal cosa o nada semejante". La familia reproduce una parte literal de la autopsia: "La causa de la muerte está relacionada con una encefalopatía hipóxica isquémica secundaria a una parada cardiorrespiratoria intraoperatoria acaecida el día 6/12/10 y que originó una hipoperfusión encefálica global". "Es decir -aclara la familia-, que falleció por una falta de riego sanguíneo en el cerebro, tras sufrir un paro cardíaco consecuencia de la pérdida de sangre que obligó a operarle de urgencia en la madrugada del día 6 de diciembre, sin prevenir a la familia".