Obsceno
Lectores sin remedio por Ramón Clavijo y José López Romero
LO siento, pero no me terminan de gustar (y cuando se habla de gustos, ya se sabe que en estas cuestiones…) ciertos escritores norteamericanos en cuyas novelas los protagonistas y casi todos los personajes se pasan página sí y otra también acabando con las provisiones de las destilerías de whisky y llevándose a la cama a cualquier prójima que se ponga en el punto de mira. Llevo casi un mes con la novela 'Mujeres' de Charles Bukowski encima de la mesa y siempre que me pongo a leer prefiero invertir mi tiempo, cada vez más escaso, en libros que me calienten sólo la cabeza. Su protagonista, Henry Chinaski, "viejo indecente y alter ego del autor", como lo define la contraportada, se pasa las cien páginas que llevo leídas en un estado de pre-coma etílico y, hasta en momentos de semiinconsciencia, logra el tío cumplir como un hombre con las seis o siete mujeres que ya han pasado por su cama. Aunque salvando las distancias, en 'Los tipos duros no bailan' Norman Mailer nos presenta otra especie de héroe del alcohol y la virilidad, Tim Madden, que curiosamente comparte con el tal Chinaski su profesión de escritor y su adicción al bourbon y al sexo. Y aun reconociendo que la novela de Mailer tiene más enjundia que la de Bukowski, ambas adolecen de una obscenidad que a mí al menos y como he dicho antes no me acaba de gustar. "Obsceno: impúdico, torpe, ofensivo al pudor"; "pudor: Honestidad, modestia, recato", así define nuestra Real Academia de la Lengua en su Diccionario estos dos vocablos. Quizá sea esto lo que también ha molestado a algunos libreros de Valencia, a la ministra de Cultura y a otros políticos del libro de Sánchez Dragó, en el que el siempre polémico escritor entre literatura y 'alter ego' (al estilo de Chinaski) explicaba cómo se había acostado con dos "zorritas japonesas de 13 años". Confieso que no he leído 'Dios los cría…' del que es co-autor Albert Boadella, pero de la misma manera deberían los que ahora se rasgan las vestiduras prohibir 'Opus pistorum' de Henry Miller en cuya primera página también se habla explícitamente de sexo con menores. La vara de medir obscenidades, según la moral hipócrita a la que estamos tan acostumbrados en este país, es muy ancha para unas cosas y para unos y muy estrecha para otras y para otros. Si el sexo con menores es una verdadera perversión y por ello reprobable y condenable, también es obsceno e impúdico, desde el punto de vista ciudadano, los programas de televisión que mercadean con la vida privada; obscenos los que vienen a provincias a dar conferencias, con la soberbia de que aquí nos lo tragamos todo, hasta el chapapote con que nos intentan engañar; y obscenos los que eligen políticos para que su partido gane las elecciones, no para que sirvan al bien común, a su ciudad, a su comunidad y a su país; la razón de partido antes que la razón de estado. Si medimos con la vara de la impudicia, en comparación con algunos, no sólo Sánchez Dragó, las novelas de Bukowski lo mismo nos parecerían cuentos para niños.
José López Romero
Libros recomendados
Si los muertos no resucitan
Philip Kerr, RBA, 2010
Hay autores a los que uno está destinado a conocer tarde. Me ha pasado con este escocés al que he descubierto por casualidad al prestarle, al principio tímidamente, atención a su último libro premiado con el Internacional de novela negra RBA. El libro ambientado en la Alemania en el momento inicial de la toma del poder por los nazis, tiene como protagonista a un antiguo policía de la república de Weimar que mira con escepticismo y cautela los nuevos tiempos que se ciernen sobre Alemania desde su puesto de jefe de seguridad de un lujoso hotel berlinés. Ya digo, me introduje en el libro con timidez y lo terminé con entusiasmo, hasta tal punto que ya trato de conseguir el inicio de las andanzas de Bernie Gunther, el protagonista, en esta serie de novelas con la que repasamos, quizás mejor que en un libro de historia, unos años trágicos de la Europa del primera mitad del siglo pasado. R.C.P.
Todo lo que se llevó el diablo
Javier Pérez Andújar. Tusquets, 2010
Debo confesar que no me habría acercado a este libro, de no haber recordado vagamente al autor por otro libro anterior que ahondaba en la personalidad y obra de Dalí, y que me dejó un grato sabor. Luego me enteré de que ésta era su primera novela, pero aquel recuerdo me recompensó con un libro inesperado y fascinante, carta de presentación de alguien que creo tendrá mucho que decir en un futuro cercano en el panorama literario. De una trama sencilla, la de unos idealistas maestros que parten dispuestos a llevar la cultura a unos pueblos apartados, van surgiendo tantas historias como personajes que se les cruzan en el camino. Y de esta forma la idealista historia de partida va tiñéndose de elementos que van desde la violencia a la tragicomedia. Pero cuando el peregrinaje inicial parece tocar a su fin, la novela da un giro inesperado y que sorprende una vez más al lector. R.C.P.
Ramillete de entremeses y bailes. Siglo XVII
Ed. de Hannah E. Bergman. Castalia, 1980
Prueba de que el teatro no es sólo comedia y tragedia son esos llamados géneros menores que formaban parte del espectáculo, como estos entremeses y bailes recopilados, como añade el título, 'de los antiguos poetas de España'. Géneros que disfrutaron de éxito y reconocimiento por del público en aquellos siglos áureos. La 'comedia barroca' no se limitaba sólo a los tres actos de las piezas creadas por Lope, Tirso, Calderón, etcétera. El espectáculo, para divertir al vulgo, era mucho más abigarrado: entre acto y acto, la representación de entremeses y bailes. Así, en estos 'géneros menores', piezas cortas de tono humorístico no exentas de ironía y crítica de ciertos tipos sociales, también destacaron grandes escritores, como el mismo Cervantes o Quiñones de Benavente. La antología de Castalia es una excelente recopilación de estos géneros para que el lector pueda comprender en toda su complejidad lo que fue el teatro barroco. J.L.R.
M. de estudios literarios de los siglos de oro
Pedro Ruiz Pérez. Castalia Univ., 2003
La investigación y la crítica literaria no son sólo estudios sobre obras y monografías sobre autores; tampoco los llamados 'manuales' se limitan a esa visión historicista de la literatura. Este 'Manual de estudios literarios' que su autor, Pedro Ruiz Pérez, centra en los siglos de oro, incluye una serie de estudios sobre la literatura de los siglos XVI y XVII fundamentales para conocer todo lo que rodea, que es mucho, a textos y autores: retóricas, transmisión textual, modelos literarios (canon y autoridad, imitación y universos de referencia), la recepción de los textos (público lector y crítica); géneros y su desarrollo, etcétera. Es decir, un panorama que no solemos encontrar en los manuales al uso y que, sin embargo, son aspectos de la literatura tan importantes como su historia, sus textos y sus autores. Estudios como los incluidos en este volumen tienen la inestimable virtud de acercarnos a conceptos que tendríamos que rastrear entre las páginas de demasiada bibliografía. J.L.R.
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