'Otello' atraca en el Teatro Villamarta
La ópera de Verdi se representará en el coliseo jerezano los próximos días 28 y 30 Los protagonistas y el director de escena cuentan cómo van los ensayos
Un gran barco ha atracado en el Teatro Villamarta desde hace diez días. No se trata, en ningún caso, de una invasión pirata. Más bien es el protagonista inerte de una de las óperas más reconocidas del maestro Verdi, 'Otello', que hará vibrar las tablas del coliseo jerezano la semana que viene, los días 28 y 30 de enero. Es la producción del Teatro Principal de Palma de Mallorca, que vuelve a contar con Alfonso Romero en la dirección de escena, con Carlos Argón tras la dirección musical, Miguel Massip en la iluminación, los audioviosuales de Phillip Contac y el vestuario de María Miró. El peso escénico recae en este ocasión sobre Albert Monserrat (Otello), Yolanda Auyanet (Desdémona), José Antonio López (Yago), los grandes protagonistas verdianos que tienen el reto de emocionar en la ciudad.
Esta producción ganó en su estreno en el Teatro Principal de Mallorca el Premio a la Mejor Producción de la Temporada. Alfonso Romero, que también se encontraba en esos momentos bajo la dirección escénica, explica entre ensayos y directrices que traer a 'Otello' a Jerez "supone una gran emoción porque es la primera vez que trabajo en el Villamarta. No conocía a la ciudad, así que me está sirviendo para conocer Jerez". Para Romero, el imponente barco atracado en las tablas del coliseo es más que puro atrezzo, "cuenta de alguna forma la evolución del personaje de Otello a través de la escenografía. Así, al inicio es un barco poderoso de guerra, potente, que se impone en la escena con las velas extendidas. A medida de que la labor termita y destructora de Yago va haciendo mella en el personaje de Otello, el navío se va descomponiendo y se va quedando desnudo hasta que en el cuarto acto queda solamente la estructura como si fuera un esqueleto. También jugamos con la simbología de las cuerdas marineras, como si fuera un red de araña que teje Yago y en la que los personajes van cayendo".
El director escénico intenta "en todas mis puestas en escena que la escenografía sea un personaje más. Quería que no fuera un mero barco decorativo donde transcurre una acción sino que tuviera un significado dramatúrgico". La idea se le ocurrió debido a que "la primera escena de la ópera es una batalla naval, en la que hay una lucha contra los turcos, por lo que también me parecía una solución muy estética y evocadora de lo que pudiera ser la isla donde transcurre toda la acción".
Hay que recordar que 'Otello' fue la penúltima obra de Giuseppe Verdi. Con esta producción, el compositor italiano se quitó la espinita de versionar una obra de su aclamado Shakespeare. Así, esta ópera es la versión de la shakesperiana 'Othelo'. El hecho de que su trabajo se asiente sobre una representación teatral facilita el cómo Alfonso Romero dirige a los protagonistas. "Hemos trabajado como si fuera una obra de teatro y le hablo a ellos como si fueran actores, porque al fin y al cabo son actores que cantan. No hago diferencias. El trabajo ha sido muy serio y minucioso en el terreno psicológico de todos los personajes, huyendo de clichés y dotándolos de personalidad".
Un caso llamativo es el de Desdémona, esposa de Otello interpretado por la soprano Yolanda Auyanet. Su reto escénico pasa precisamente por "darle un carácter a Desdémona que a veces, cuando se hace esta ópera, pierde mucha fortaleza. Se suele hacer bastante lánguida e inocente, y lo es pero por inexperiencia, no porque sea tonta". En palabras de Romero, "si piensas que es una chica de 16 años que se ha saltado la autoridad de su padre casándose con un militar negro, no tiene nada de tonta. En su época es imposible pensar que es una pusilánime. Es una chica que tiene muy claras las cosas y que es muy fuerte. Hay momentos musicales en los que tiene una fuerza tremenda y por eso no he querido una Desdémona tontorrona que sufre. Esta tiene un par de narices". Para la soprano es "una alegría porque es un papel que adoro desde el punto de vista musical, por supuesto, y escénico, como todas las heroínas de Verdi. Cantar Verdi para mí es muy especial, los personajes tienen mucha personalidad y profundidad".
Este perfilamiento tan extremo también suele ocurrir con la figura de Yago, que se posiciona como antagonista de la ópera con uno de los papeles verdianos más aclamados. En la de Romero, este es un personaje "refinado absolutamente y de una enorme inteligencia, ya que juega con la confianza que ofrece a todo su círculo para traicionar esa confianza y conseguir todos sus fines. Su potencia es esa doble cara que tiene. Muchas producciones lo hacen como una bestia primitiva, y yo me he querido alejar de eso". José Antonio López, que asume este personaje por primera vez, se enfrenta a la responsabilidad "con muchísima alegría". Su reto pasa por "que Yago tenga una unidad completa y poder pasar por cada una de las caras que tiene el personaje respecto a los demás. La interactuación con uno, con otro, con el público y consigo mismo. Es muy, muy complejo".
Otello, el gran Otello, "es un personaje precioso porque está en la tesitura de no saber si creer o no. A pesar de ser un gran militar tiene sus inseguridades". Albert Montserrat, reconocidísimo tenor, es el encargado de ponerse en la piel de este general moro. En palabras del protagonista, "el papel es una gozada. Interpretar un rol así es el summum de un cantante de mi cuerda, es un disfrute y un privilegio. Además, tengo el estímulo de contar con un reparto que me acompaña, por lo que la gozada es mayor aún. Siempre un reto cantar 'Otello', tanto en lo vocal puramente como en lo escénico, pero es muy bonito a la vez".
Para sus protagonistas, el texto de 'Otello' es "dramatúrgicamente es de una complejidad y una sofisticación impresionante", en palabras de José Antonio López, ya que "el libreto no abandona a la obra de Shakespeare, para nada -completa Monserrat-. Está adaptada a la música pero la esencia y la historia es casi igual, en el mismo sitio".
Los tres, que habían coincidido entre ellos pero no juntos, y también habían actuado en el Villamarta, hablan de la situación actual de la lírica y "el compromiso común de todos los que nos dedicamos a este sector", confiesa Albert Monserrat, y continúa Auyanet: "Hacemos mucho sacrificio de nuestra parte, que a veces los gestores no ven, no hablo de los teatros, sino los políticos que son los que tendrían que aportar y ayudar un poco más. Deberían facilitar a las empresas privadas el hecho de ayudar a la cultura en general, no solo a la lírica".
Este esfuerzo y el de más de 20 días de ensayo se verán recompensados el próximo día 28, a las 20 horas, cuando suba el telón del Teatro Villamarta y 'Otello' se haga grande en la ciudad.
También te puede interesar
Lo último