Pansequito: "En este disco soy enteramente yo"
Flamenco
El cantaor José Cortés presenta mañana su última grabación, 'Un canto a la libertad'
Después de ocho meses de trabajo en los estudios chiclaneros de José Antonio Espinosa, mañana ve la luz el disco Un canto a la libertad, de José Cortés Jiménez, Pansequito, una grabación que cuenta con la producción artística de Diego Magallanes y la ejecutiva del promotor gaditano Antonio Benítez. Del cantaor, nacido en La Línea y criado en El Puerto, se puede decir que se encuentra en la plenitud de su carrera, pero al hablar de su nuevo trabajo muestra un orgullo y una ilusión propias de un principiante, y habla de la grabación rebosando entusiasmo: "Es el disco en el que más me he tenido que poner las pilas, y mira que uno lleva tiempo en esto", afirma, convencido de que este es su mejor trabajo. Para esta apreciación destaca tanto las posibilidades técnicas -"ahora con los medios que se tiene se afinan todos los detalles"- como el ambiente en que se ha grabado: "hemos disfrutado mucho haciéndolo, con tranquilidad, sin presiones, creando sin agobios y con muy buen ambiente". En esa atmósfera, que el artista no para de subrayar, incluye a los antes citados y también al tocaor jerezano Moraíto, que ha puesto buena parte de las guitarras flamencas y que compartió muchas de las sesiones de grabación.
Con ese método de trabajo, el disco ha ido saliendo de una manera natural, y cada tema ha ido pidiendo otro. "Lo curioso -reconoce el cantaor- es que mi primera intención era hacer algo con canciones de Serrat, pero también traía el tema de El Loco y ese ha sido como el germen. Luego el estudio ha servido de inspiración para seguir avanzando". Efectivamente, el mencionado corte, las bulerías No me importan lo que digan, no sólo da el tono de gran parte de la grabación, sino que es uno de los temas que se rebela con mayor gancho a una primera escucha, además de ser uno de los favoritos de Panseco: "Tengo mucha fe en él", apunta un artista que también se muestra muy contento con otra de las bulerías, A quien le dejo mi voz, la que él llama Poetas de Andalucía en referencia a la letra que, como casi todas las del disco, viene firmada por Diego Vargas, el hijo del artista. Todavía hay una tercera bulería, la que comparte con Miguel Poveda, que es uno de los artistas invitados. Los otros son su propia mujer, la cantaora sevillana Aurora Vargas, con la que interpreta unos tangos rocieros, De romería vamos, rescatados de una interpretación de La Paquera; y Raimundo Amador, que pone voz y guitarra eléctrica a Los Galanes, una canción por bulerías que Pansequito considera como lo más avanzado de la grabación. Este grupo de temas de corte más festero se completa con otros tangos, Las gitanas me dicen.
El cantaor afirma ser enteramente él en este disco, pero para los que les quepa la duda, después de la enumeración de los temas anteriores, -que cuentan con arreglos de cuerda en algunos casos, y que en términos generales tienen un tratamiento actual-, es obligada la escucha atenta de los otro cuatro cortes que completan la grabación. En ellos, Pansequito muestra su lado más ortodoxo y personal, su cante ligado que le ha hecho ser reconocido como maestro. La forma de interpretar que obligó al jurado del Concurso de Córdoba de 1974 a otorgarle el Premio a la Creatividad, un galardón pensado ex profeso para él y que nunca se ha vuelto a conceder. Por ello, si se le pregunta si se considera un creador responde rotundamente que sí, y alega el caso de Córdoba y, sobre todo, sus cantes por soleá, seguiriyas, tarantos y alegrías, reconocidas como "de Pansequito". Son esos cuatro estilos los que completan el disco y, ciertamente, son los que añaden ese punto de profunda satisfacción que da la jondura destilada en gotas de fina esencia, los tercios mecidos, el tiempo detenido en un melisma. Son estilos que suelen ser habituales en sus recitales en directo y que le hacen exclamar de nuevo "ese soy yo", a la vez que se reclama un espacio rompedor en el cante. "Yo ya hacía fusión en el 72", reivindica. "En todos mis discos -continúa- hay cosas para grabarlas otra vez, treinta y tantos años después". Y cita aquel Ábreme la puerta, negra que hicieron los de Ketama o ese otro tema, Me estoy enamorando de tu carita, que dio popularidad a El Fary.
De vuelta a la grabación, Pansequito subraya de nuevo a sus acompañantes. De Diego Magallanes, el productor musical, dice que es un fenómeno, "el Einstein del compás", lo califica. Y para los guitarristas nada más que tiene palabras de admiración. El compás de Diego Amaya, la jondura y compañía de Moraíto, el toque fino de Daniel Navarro Niño de Pura en los tarantos. Y, completando el cuadro, Juani de la Isla, que lo ha sorprendido en su acompañamiento de las alegrías y los tangos rocieros.
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