Sobre Pedro Pacheco

Mortero bastardo

Ramón González De La Peña

17 de febrero 2016 - 05:00

La primera vez que vi a Pedro Pacheco cruzaba apresuradamente el hall de la escuela de arquitectura de Sevilla donde todavía cursaba mis estudios. Hacía unos meses que había sido elegido alcalde de Jerez y asistía a un curso de urbanismo, pues al parecer entendió enseguida la importancia que esta materia había de tener en los años venideros.

Unos meses después tuvimos un segundo encuentro en su despacho de la Alcaldía, donde trabajaba, según contaban, de sol a sol. Los compañeros de nuestro incipiente estudio de arquitectura fuimos a presentarle algunas propuestas para la rehabilitación del centro histórico. No pasó mucho tiempo desde aquella visita hasta el día en que nos llamó para que nos incorporáramos al equipo del nuevo Plan General de Jerez, que se estaba redactando, el primero desde la llegada de la democracia a los ayuntamientos.

Del equipo del plan general, meses más tarde, pasamos a la recién creada Gerencia Municipal de Urbanismo, donde ejercí como arquitecto municipal hasta el año 1990 en que volví, ya en solitario, al ejercicio libre de la profesión de arquitecto. Durante aquellos años de intenso trabajo en la Gerencia de Urbanismo tuve la oportunidad de conocer y apreciar el esfuerzo y dedicación del entonces alcalde de Jerez. Era un jefe exigente, asfixiante. No te dejaba relajarte ni un segundo. Pero cuando te ganabas su confianza, te apoyaba en tus iniciativas. Así, entre muchos, le dimos la vuelta a esta ciudad que por entonces tenía muchas carencias. Durante unos años, Jerez fue referente como modelo de la gestión urbanística en todo el territorio nacional.

No sé determinar en qué momento las cosas empezaron a cambiar. Quizás por agotamiento de políticos y funcionarios, quizás porque las cosas cambiaron en general y la democracia dejó de ser una ilusión de futuro y se convirtió en una batalla entre partidos. El caso es que todo se embarulló y las ilusiones de cambio tantos años deseado dieron paso a lo que todos conocemos.

Hoy aquél alcalde que tantos logros consiguió para esta ciudad se encuentra en prisión. No es algo que nos enorgullezca, es una situación que muchos rechazamos. Él, su familia y sus amigos en primer lugar. Estoy seguro de que la balanza del tiempo le colocará en el lugar que su aplicación y esfuerzo durante tantos años le hacen merecedor.

stats