Robin Hood

Hay personajes que son realmente inmortales, pues los siglos no le hacen daño. Al revés, como los buenos vinos les sienta bien el tiempo y siempre están frescos y lozanos. Uno de ellos es Robin Hood, nacido Locksley, el arquero que en tiempos confusos para la Inglaterra medieval mezclaba los atracos sociales con la guerrilla activa al servicio de Ricardo Corazón de León, preso en Austria mientras su hermano Juan Sin Tierra se dedicaba a ejercer despóticamente la interinidad en la corona. Claro que según algunos historiadores el bronco Ricardo se pasó su reinado guerreando fuera de su reino y Juan, uno de los personajes históricos con peor prensa literaria (dudoso honor que comparte con el cardenal Richelieu), sentaba las bases del constitucionalismo moderno firmando la Carta Magna. Pero estas disputas académicas no han sido suficientes para acabar con el romántico encanto del arquero de Sherwood.

Lo más curioso es que Robin Hood es un personaje de más que dudosa historicidad. Algunos defienden que sí existió, pero otros creen que el nombre era un apodo genérico que designaba a los bandoleros de los bosques. Sea como fuere, persona física o jurídica, Robin Hood fue en la Edad Media objeto de historias y baladas. En 1795 estas fueron compiladas, justo a tiempo para que Walter Scott convirtiera al arquero en un secundario de lujo en su Ivanhoe (1819), con su mítica escena donde partía una flecha que se había clavado en el centro geométrico de una diana. Sin embargo, cupo al más bien olvidado escritor Howard Pyle el sentar las bases definitivas del personaje en una obra de 1883, donde recogía todo lo dicho hasta entonces (la pelea con palos sobre el tronco, el concurso de arqueros, el personaje de Little John, el villano sheriff de Nottingham, etc.), aunque curiosamente faltaba Lady Marian.

Luego el cine se encargó del resto. Desde 1913 hasta la fecha, ha habido no menos de 30 filmes y productos televisivos sobre Robin Hood, sea en solitario sea como personaje de Ivanhoe. En este tráfago ha habido puntales como Douglas Fairbanks, Errol Flynn, que sentó para siempre el estilismo del arquero, Sean Connery en una versión crepuscular o Kevin Costner, en el que fue su último éxito antes del naufragio de Waterworld. Aunque este film es relativamente reciente y está en la memoria de muchos, no ha arredrado a Ridley Scott y su socio Russell Crowe, que hoy, en la que es su quinta colaboración juntos, estrenan su versión de Robin Hood tras inaugurar Cannes.

El proyecto surge del productor Brian Gazer, que tras trabajar con la pareja en American Gangster pensó que sería una buena idea rescatar al arquero y ponerlo en sus manos. Sin embargo, fiel a la tendencia moderna de revisar los mitos, su Robin ofrece sorpresas. Cuando vuelve a Nottingham tras luchar en las Cruzadas con el rey Ricardo descubre que la ciudad está bajo el despótico gobierno del sheriff, al que acaba enfrentándose. También descubre el amor en la persona de Lady Marian, aunque este se verá obstaculizado porque tiene que echarse al monte -mejor al bosque- con su banda. A Crowe lo rodean actores como Cate Blanchett como Lady Marian, el incombustible Max Von Sydow, William Hurt, Danny Huston o Mark Strong. Y por una vez el film no se ha rodado en la barata Chequia, sino en escenarios naturales de Inglaterra y Gales.