La reivindicación de "la resistencia como opción de vida" que encierra la selva junto a la autopista ideada por el Tarzán de Argelaguer conquista la Caracola más deseada de la 46 Muestra Cinematográfica del Atlántico. Sobre la marxa es el título del mejor largometraje que este año ha pasado por Alcances y Jordi Mataró es su creador. Así lo anunciaba ayer el programador del festival, Javier Miranda, rodeado por el jurado de la Muestra que también ha decidido distinguir a La casa del meu pare, de Francina Verdés Oliva, como mejor mediometraje y a La Pasión de Judas, de David Pantaleón, como mejor cortometraje. También se hizo público el veredicto del respetable que ha decidido que Ciutat morta, de Xapo Ortega y Javier Artigas, alcance el Premio del Público al Mejor Largometraje Documental dotado con 1.000 euros. Todos los premiados recibirán sus galardones en la gala de clausura que esta noche tendrá lugar en el Gran Teatro Falla.

"Por su capacidad de relectura poética de una historia que reivindica la resistencia como opción de vida", leía Miranda la valoración del jurado, el cineasta catalán ha conseguido los 6.000 euros concedidos por del Ayuntamiento de Cádiz. Con su cinta, Mataró invita al espectador a acercarse a Josep Pujiula -conocido como el Tarzán de Argelaguer o como El Garrell- y a la selva que él mismo ha construido con sus manos utilizando maderas, laberintos naturales y edificaciones entre árboles, junto al paso de una autopista, y que le sirve de pretexto para ambientar sus películas sobre la vida de Tarzán.

Mataró no estuvo presente en la lectura del palmarés en el centro cultural El Palillero -sede de Alcances- pero los asistentes a la cita sí comprobaron de primera mano la alegría de Francina Verdés y David Pantaleón, destinatarios de los 5.000 euros concedidos por la Diputación Provincial de Cádiz y los 5.000 otorgados por la Fundación Municipal de Cultura del Consistorio gaditano, respectivamente.

"Nunca te lo esperas, el premio es que te seleccionen para el festival, estar aquí en Cádiz pero, bueno, ahora que hemos conseguido el premio, pues más contenta aún", reaccionaba la autora de La casa del meu pare, un mediometraje documental del que el jurado destaca "el acierto de una idea narrativa, que requiere de valentía personal, para cuestionar tradiciones y valores aún dominantes en la sociedad contemporánea".

Fundido en un abrazo con sus compañeros, David Pantaleón recibía las palabras del jurado sobre su cortometraje documental: "Por su sorprendente puesta en escena, la configuración de un universo visual y sonoro singular y su clara voluntad de experimentación que consigue conjugar múltiples planos de lectura, Premio Caracola-Alcances al mejor cortometraje documental para La Pasión de Judas". Minutos más tarde, el realizador canario expresaba su "satisfacción" tanto "por el premio" como por "la oportunidad que brinda Alcances a los cineastas y al público" de ver "una muestra del abanico de propuestas documentales que se realizan a lo largo del año".

En esta modalidad de cortometraje, la más concurrida de la cita, el jurado también quiso conceder una Mención Especial al trabajo Una de sus vidas (Bere Bizitzetako Bat), de Aitor Gametxo Zabala, "por su riesgo estético y formal que configura un palimpsesto de marcado carácter experimental como clara muestra de las nuevas derivas documental contemporáneo".

Además de los galardones otorgados por el jurado oficial, Miranda también informó del resultado de los premios especiales de Alcances. Así, Democracia, de Borja Cobeaga, se llevó el Premio del Público al Mejor Corto Español de Ficción; Vidas, de Antonio Sánchez de Amo, conquistó el Premio RTVA a la Creación Audiovisual Andaluza; Ciutat morta, de Ortega y Artigas, que además del premio del Público, obtuvo el premio Uptofest de Distribución al Mejor Largometraje, que en la categoría de mediometraje ganó Quivir, de Manutrillo, y en la de cortometraje, La mala llet, de Mireia Fontanals. Y el premio Asecan Julio Diamante, concedido por la Asociación de Escritores y Escritoras de Cine de Andalucía, fue para Walls, de Miguel López Beraza.