Actriz: Susi González. Cante: Laura Vital. Guitarra: Eduardo Rebollar. Luces: Carmen Mori. Texto y dirección: Manuel Muñoz Bellerín. Lugar: Teatro Central. Fecha: Sábado, 5 de mayo. Aforo: Media entrada.

Es un ejercicio de amateurismo en todos los aspectos: desde el casting a la dirección, pasando por la actuación, el espacio escénico, las luces, el sonido... Aunque lo que lamento es la cantidad de falsedades e inexactitudes que contiene en torno a la figura protagonista. La Niña de los Peines no cantó jamás las bamberas con acompañamiento de soleá, por citar una falsedad musical. Tampoco pudo cantar una lorqueña en 1898, fecha en la que nació Lorca. No fue la única mujer en un mundo de hombres: alternó con otras estrellas femeninas del cante como La Trini, con la que compartió domicilio, o La Niña de la Puebla, ambas empresarias, por citar sólo dos ejemplos y limitarnos al cante. No fue la primera en grabar discos: cuando se acercó al estudio de grabación el Mochuelo ya había hecho cerca de 200 y Paca Aguilera o La Rubia de Málaga eran estrellas de las pizarras. No voló a Alemania a registrar sus discos, sino que los hizo en Madrid y Barcelona, aunque el ingeniero de sonido de su primera grabación era un alemán al que jalea generosamente. Jamás manifestó ese visceral resentimiento hacia los hombres que está en la base de esta obra: los amó y los gozó con la generosidad que exhibió en todas las facetas de su vida. Nunca fue una retrógrada ni dijo aquello de que "cualquier época pasada en el flamenco fue mejor": fue una artista sensible a los gustos del público de su tiempo y siempre cantó lo que la mayoría de sus seguidores le demandaba.

El texto que sustenta esta obra es un pastiche redundante, hueco, pedante, falso y grosero con la figura de la Niña de los Peines, que fue una mujer exhuberante y desbordante. Los dramones aflamencados del padre Granada y los Morancos parecen ser sus influencias más notables, de los que se encuentra a una notable distancia. Un batiburrillo de falsos tópicos sobre el flamenco, los gitanos y las mujeres.