Villamarta se viste de rociero en una noche cargada de matices
Las Hermandades del Rocío de Jerez y de Sanlúcar recrean el camino a ritmo de buen cante


Unir el sentimiento y la devoción de dos hermandades, la de Jerez y la de Sanlúcar, y con una causa social de por medio (la recaudación irá a parar a las bolsas de caridad de cada institución) fue el argumento primordial de 'Sanlúcar y Jerez, dos formas de caminar', el espectáculo que el pasado sábado pisó las tablas de un Teatro Villamarta a rebosar.
Una representación de la Hermandad del Rocío de Jerez, de unas 25 personas y con José Ángel Lupión 'Lupi' y Chari Serna en la dirección artística, y otra de la Hermandad del Rocío de Sanlúcar, con casi cincuenta y con Manolo Lobato en la dirección, hicieron las delicias del público en una noche en la que se vivieron momentos emocionantes y a los que a más de uno retrotrajo a esas noches mágicas en el coto de Doñana.
Con la presentación de Andrés Cañadas, fueron casi tres horas de cante en las que los fandangos, por supuesto, las sevillanas y hasta las bulerías fueron los principales protagonistas. Todos ambientados en distintos parajes del camino, desde la propia casa de Hermandad del Rocío hasta el embarque de Bajo Guía pasando por la entrada por calle Bellavista.
En todo ese montaje destacó sobremanera la escena en la que se representa la primera noche en Marismillas. Allí, con la carreta del Simpecado de Jerez maravillosamente recreada, el coro entonó, con el único sonido del tambor de fondo, el clásico 'Dios te salve María', cantándose al unísono por el propio teatro. Fue también interesante la tanda de fandangos de Huelva que interpretaron Miguel del Valle, José Mari Núñez y Charo Bernal, que levantaron algún que otro olé entre el patio de butacas y que dio paso a una letra cantada por el coro en la que se hacía referencia a ese momento. "Anochece en Marismillas/ya está cayendo el relente/mi simpecao encendío/le está rezando mi gente y suena.../un fandango de mis labios/que brota de mis sentíos/que Jerez de la Frontera/hace noche en el camino/ayyy camino...".
En ese camino no faltó un bautizo en el cerro de los Ánsares, el bautizo de un niño que por primera vez peregrinaba, y que finalizó con una bonita rumba; y por supuesto el cante por bulerías, con letras en las que se aludía a ese madrinazgo existente entre Sanlúcar y Jerez.
En ese intercambio de cantes destacó también la sevillana 'Es mi camino', que interpretó una joven cantaora sanluqueña, y la plegaria que la Hermandad de la localidad vecina dedicó a Jerez.
Como no podía ser de otra manera, la noche culminó con la Salve Rociera cantada al unísono por todo el teatro y en la que el propio hermano mayor de la Hermandad del Rocío de Jerez daba los vivas desde la grada principal del coliseo.
En definitiva, una noche inolvidable y una iniciativa que logró alcanzar el objetivo para la que había sido organizada, todo gracias a la actuación desinteresada de todos los participantes, desde los cantaores/as a los guitarristas y todo el equipo técnico. Tal fue la satisfacción que ya se piensa en volver a repetir la experiencia, aunque esta vez en Sanlúcar de Barrameda y el próximo mes de julio.
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