Argentina | Cantaora

“Si no estuviera tan lejos de mi tierra, no me importaría vivir en Jerez”

  • Argentina actuará por primera vez en la muestra donde ofrecerá “un resumen de todos mis discos”

“Si no estuviera tan lejos de mi tierra, no me importaría vivir en Jerez”

“Si no estuviera tan lejos de mi tierra, no me importaría vivir en Jerez” / María Luna

Pese a estar considerada como una artista afianzada y de primer nivel dentro del panorama flamenco actual, Argentina no había aparecido aún en las programaciones del Festival de Jerez. Estamos pues ante el ‘estreno’ en la muestra de la cantaora onubense, un estreno que llegará este viernes a medianoche en el incomparable marco de las bodegas González Byass.

–Ha tardado usted demasiado en estar en el Festival de Jerez, ¿por alguna razón?

–Pues razón ninguna, simplemente que no se ha dado el caso. Con el tiempo he aprendido a que no hay que tener prisa con determinadas cosas, todo llega, y afortunadamente ya ha llegado. Para mí es un regalo estar.

–Es curioso, usted ha grabado casi todos sus discos en Jerez y sin embargo sólo la hemos visto actuar dos veces, una en la Fiesta de la Bulería y otra en el Alcázar...

–Sí, es así, casi todos mis discos se han grabado en Jerez, en casa del Bolita, y la verdad es que siento esta tierra como la mía. Te digo la vedad, si no estuviera tan lejos de mi familia, no me importaría vivir en Jerez.

–¿Qué ha preparado para esta ocasión?

–En principio una actuación en modo recital. Voy a hacer un resumen de todos los discos, aunque siempre usando la parte más clásica, más flamenca. Yendo a Jerez no puedo dejar de pensar en ese tipo de conciertos. También, aprovecharé para recordar a La Paquera, a la que admiro y a la que haré algunos guiños especiales.

–Aunque sea un tópico pero, ¿impone actuar en Jerez?

–Bueno, cuando alguien quiere ser cantaora y te pones a estudiar, compruebas que muchos cantaores han nacido allí y que muchos cantes, igual. Jerez es como hablar de la madre patria, entonces, para mí no sólo es un honor, sino también me da respeto.

–Antes habló de José Quevedo ‘Bolita’, que se ha convertido en casi su segundo yo...

–La verdad es que sí, porque ha sido parte fundamental en todos mis discos. A veces recuerdo cómo empezó todo y no me lo creo. Me propusieron hacer un disco, y él iba a estar como guitarrista. Finalmente el productor no pudo y se lo adjudicaron a él. Y fíjate, desde 2006 que grabé el primero, no me he separado de él, me ha producido todos los discos.

–En su último disco ahonda en otras culturas, ¿ha colmado así sus inquietudes?

–He colmado ciertas inquietudes. Cuando terminé en 2012, ‘Un viaje por el cante’, recuerdo que Bolita me dijo ‘ve pensando en el próximo’, y la verdad es que me lo tomé demasiado en serio, porque lo preparé entero hasta grabarlo en 2016 y sacarlo en 2017. A mí me gusta siempre ir por delante.

–¿Y cómo ha sido la experiencia?

–Muy bonita, sobre todo por el hecho de haber grabado en Buenos Aires y Lisboa. Por ejemplo, el tango argentino, al ser castellano, era fácil para mí, pero en lo que respecta al fado, creo que ha sido un reto. Lo más difícil era la pronunciación, porque musicalmente, si tienes buen oído lo haces, pero pronunciar no, sobre todo por el respeto que tienes a todos esos artistas portugueses.

–¿No le preocupa que acercándose a otros géneros le etiqueten?

–Sinceramente no porque yo nunca voy a dejar el flamenco a un lado, yo soy cantaora desde la base, y el hecho de que te acerques en determinados momentos de tu vida a otros géneros no implica que cambie mi forma de entender el cante.

–¿Cuesta ahora más que antes, cuando empezó, hacerse un hueco en determinados espacios?

–No lo sé. Ahora la palabra flamenco está muy de moda, sobre todo en los jóvenes, pero a veces, por ejemplo con el tema de Rosalía, se puede confundir. Yo de cualquier forma creo que eso puede ser positivo, porque la gente escucha esa palabra y sin querer, se mete a buscar flamenco y puede encontrar algún vídeo deEl Torta y quedarse prendado.

–Pero también tiene su parte negativa porque se vende como flamenco lo que no es...

–Sí, eso es verdad, porque a un pimiento no se le puede llamar patata. De todos modos, yo siempre miro el lado positivo y creo que también puede ayudar.

–¿En el flamenco es necesario reinventarse?

–No sé si reinventarse pero a mí particularmente me gusta seguir aprendiendo para ofrecer al público algo nuevo y que lo motive. A mí como aficionada me gusta también buscar una letra nueva o algún cante que a lo mejor antes no lo hacía pero ahora sí. Me gusta siempre pensar en el público y tener siempre la llama viva. Hay gente que me dice que le sorprendo en todos los conciertos, y eso es precisamente lo que yo quiero que me digan, que no sea siempre lo mismo.

–¿Se considera estudiosa del cante?

–Yo sí, me encanta. A la hora de grabar un disco para mí es casi una obligación hacer los cantes más básicos, que son los fandangos de Huelva, pero también alegrías y bulerías. Pero vamos, que también me gusta hacer otros porque en el flamenco hay muchos cantes, no se tiene por qué hacer siempre lo mismo.

–Veo que tiene la agenda llena, no va mal el 2019...

–Afortunadamente no me quejo. Estamos con el disco, con el espectáculo ‘Hábitat’ que presentamos en la Bienal, y ahora vamos a las Jornadas Flamencas de Fuenlabrada.Mi ilusión es convertirlo en disco, pero bueno, vamos con calma.

–¿Le gustaría salir más fuera?

–Sí, porque en el baile sí se sale, y con la guitarra, también, pero en el cante cuesta más trabajo y no sé por qué. Por ejemplo, los fadistas giran por el mundo con el portugués por bandera, y sin embargo, cuando nosotros queremos salir fuera con el cante, siempre piden algo de baile. No critico al baile, sino a los programadores que a veces se empeñan en llevar el baile en un espectáculo de cante.

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