Manuel de la Nina. Cantaor

"No soy un bicho raro por querer cantar puro"

  • A pesar de tener sólo 19 años es una de las voces jóvenes con más fuerza en el paisaje flamenco de Jerez.

Apenas pasa de los 19 años pero ya tiene claro lo que quiere ser. "Yo quiero ser cantaor, y mi sueño es presentar mi disco en el Teatro Maestranza con Manuel Parrilla, Diego del Morao, Pepe del Morao o mi primo Fernando". Con esa rotundida que da la juventud, Manuel Marín Valencia 'Manuel de la Nina' es una de las últimas perlas del cante de Jerez. Se apoya en la raíz y cuida todo lo que conlleva la profesión, quizás por eso, aparte de tener cualidades, es una de las promesas más interesantes que se ciernen sobre el panorama flamenco de la ciudad.

-¿De dónde le viene a usted el cante?

-Bueno, en mi familia ha habido siempre cantaores. Lo más cercano que me coge es mi tío Quini, pero también me cuentan que mi bisabuelo por parte de mi padre era primo hermano de Juanito Mojama y aparte, por parte de mi madre, mi abuelo carnal era primo hermano de Diamante Negro.

-¿Y cómo le dio por dedicarse a esto?

-Yo empecé en las cositas de nosotros, las comuniones y todo eso. Recuerdo que en la comunión de Tere del Morao me dijo mi tío Morao, 'sobrino, tengo para ti una cosita', y fui a la Bienal de Sevilla con sólo 6 añitos. Me metió en un espectáculo llamado 'Trilogía' que se hizo en el Teatro Maestranza y ahí empezó todo. Luego, mi tío Carlos Pantoja formó lo de Soniquete, donde también aprendí mucho hasta que decidí dedicarme a cantar puro. Desde entonces, y llevo ya dos años, he empezado a hacer mis cosas solo o para baile.

-Por lo que veo usted es de los que sólo escucha flamenco....

-(Risas) No, hombre, a mí me gusta toda la música, pero me he criado con esto y es lo que me ha llamado la atención desde chico, lo que quiero es cantar por soleá, por seguiriyas y martinetes...Me gusta sentarme en mi silla y hacer mis cantecitos.

-Y la gente de su edad, ¿no le ve como un bicho raro? Como ahora se buscan otros caminos....

-No sé si soy raro, yo creo que eso es cuestión de facultades. Te pongo un ejemplo. Mis amigos son los Gypsy Rappers y ellos me dicen que les encantaría sentarse a cantar pero no tienen esas facultades. No creo que la gente de mi edad me vean raro, al revés, ellos respetan mucho el flamenco, lo que pasa es que han cogido otro camino.

-Viendo su evolución, ¿estudia mucho el cante?

-Sí, todos los días estoy escuchando cosas. Yo pregunto a todo el mundo y aprendo de lo que me dicen. Con mi tío Quini, por ejemplo, escuchamos Tomás Pavón, La Niña de los Peines, Manuel Torre, que para mí es lo principal, Juan Mojama, Caracol, que lo estoy escuchando ahora y me encanta, Antonio Mairena...También escucho mucho el disco Así Canta Jerez, que es una maravilla.

-¿No teme caer en la imitación?

-Eso lo sé, esto es muy difícil. Es como lo que cuenta Paco de Lucía en el documental 'La Búsqueda' cuando se encontró con Sabicas, que le dijo que hiciera las cosas suyas. Es lo mismo pero en el cante, yo intento traer las cosas a mi terreno poquito a poco.

-Al hacer el cante, ¿prefiere Santiago o La Plazuela?

-(Risas) Estoy en medio, porque mi padre es de La Plazuela y mi madre de Santiago. Yo vivo en el Polígono y de chico me bajaba al Arco con mis primos. Estoy en la frontera, en el límite (risas), pero me gustan los dos.

-¿Cuál es su cante preferido?

-A mí lo que me gusta es cantar por malagueñas, hacer la malagueña de Chacón o la del Mellizo. Además, es un cante al que le tengo mucho cariño porque me lo enseñó Fernandito Terremoto. Recuerdo que fui a su casa a Sevilla y me puso primero fandangos, pero después me grabó una malagueña en una cinta para que me la llevara a mi casa. Aquello se me quedó grabado, y aparte me gusta mucho hacerla.

-En la época en la que estamos, y tratándose de un joven como usted, ¿cuesta hacerse un hueco en el cante?

-Sí que cuesta, y más en Jerez. Creo que las peñas deberían cuidar más a los jóvenes y darnos más recitalitos para poder darnos a conocer. Ahora afortunadamente, con el Festival voy a hacer algunos recitales en peñas y en la Guarida del Ángel, solo y para baile con Saray García y Aitana de los Reyes.

-Pase lo que pase se quiere dedicar a ello....

-Por supuesto, eso lo tengo claro, igual que tengo claro que si quiero comer de esto algún día tendré que salir de aquí. Hasta José Mercé se tuvo que ir a Madrid y eso que ha sido el gitano que ha puesto el flamenco en el escalafón que merece. Yo todavía me estoy rodando, pero sé que tarde o temprano me tendré que ir para Madrid.

-Se ha cambiado usted de nombre, ha cambiado Manuel de la Chochete por el de Manuel de la Nina....

-Sí, era algo necesario. La sugerencia fue de Manuel Parrilla. Me aconsejó que eso de Chochete no era la mejor idea. Aquí lo vemos normal porque a mi madre le llaman la Chochete, y bueno siempre ha habido apodos, el Zambo, Sordera...Pero fuera no suena bien, por eso decidí llamarme Manuel de la Nina por mi abuela Nina.

-¿Y le está costando que le llamen así?

-Un poco sí porque la gente ya me empezaba a conocer por ese nombre. Pero bueno, sé que es el precio que hay que pagar. Sólo espero que sea durante un tiempo.

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