-En esta comedia usted interpreta a Humberto, un hombre vestido de nazareno que irrumpe en una noche de Semana Santa en un bar en busca de pan para hacer torrijas con la intención de satisfacer el antojo de su mujer embarazada. Un punto de inicio muy particular...

-Bueno, es un punto de arranque. Es el punto de encuentro donde se conocen dos personajes muy distintos en un local que es un bar de copas regentado por un rockero... Es un local poco singular. Este personaje mío se cuela en ese sitio, donde ya está cerrando a los dos de la mañana, porque viene de una procesión debido a que es cofrade de una Hermandad y viene vestido de nazareno a cumplir un encargo que le han hecho, antes de llegar a casa debe conseguir pan para torrijas. Él dice que es un encargo que le ha hecho su mujer, que luego resulta que es su madre. Son dos personajes muy distintos. Mi personaje es un hombre pues que vive un poco sometido a la voluntad de su madre, con la que vive, y es una madre un poco autoritaria.

-Charlie, interpretado por Mauro Muñiz de Urquiza, es el gerente del establecimiento. Desde ese momento se inicia una amistad que cada vez se hace más fuerte hasta que se debe superar la denominada "prueba de fuego"...

-Esa amistad va creciendo en ese local siempre a unas horas más o menos parecidas, lo que pasa es que invita mucho la hora, el local, el que ellos se van conociendo... a ser muy sinceros y hablan con toda sinceridad abiertamente de lo que piensa cada uno de la vida, de las cosas, y sobre todo de su situación personal. Eso les permite abrirse con cierta naturalidad y a conocerse bien, y a comprenderse aunque no compartan muchas de las cosas. Ese grado de amistad va subiendo tanto que uno de los personajes le pide lo que llamamos el gran favor.

-Aunque desde el comienzo Charlie se presenta como un hombre rockero descreído y Humberto como un despistado y tímido, pronto se descubre que esa no son sus verdaderas personalidades. ¿Con una copa se conoce mejor a la gente?

-Sí, evidentemente ellos van mostrando su cara real, quiero decir, el personaje descreído que viene del mundo del rock, de la noche, de los conciertos y tal, te das cuenta de que no es una persona que está allí porque ya lo ha vivido todo... Sino porque ha llegado a un punto de estar de vuelta de ciertas cosas que se le han quedado ya muy atrás y, sobre todo, le ha dado lugar a una frustración y a un cierto grado de soledad, que realmente no está pasando por el mejor momento de su vida. En el caso de Humberto pues lo ve todo como un niño, digamos que Humberto es el niño que Charlie perdió hace tiempo, si es que alguna vez fue así. Sin embargo Charlie es la vida que nunca podrá vivir Humberto. Llega un momento que se complementan muy bien.

-Además de estos dos personajes en la historia aparecen testimonios sobre el amor, las relaciones, y la amistad. ¿Sin ellos no se puede a llegar a entender la obra?

-Aparecen unos testimonios que algunos son de un pretexto divertido, para mostrar otro tipo de relaciones que están muy de moda, siempre en una clave de humor. Sobre todo para mostrar dentro de lo que es la parcela de los problemas del personaje de Charlie, pues muestra otro tipo de relaciones que se establecen hoy en día con mucha facilidad. Hay otras partes que se reflejan que sí tienen unos testimonios de los mismos personajes que tienen mucho que ver con lo que estamos viendo en la obra. Los conocemos un poco más. Básicamente es un mano a mano en escena entre Mauro Muñiz de Urquiza y yo, que es la clave de la función, la amistad de los personajes.

-Mauro Muñiz de Urquiza es el creador de la comedia, junto a Carolina Noriega, el compositor de la música, y el otro actor protagonista. ¿Habían trabajado juntos antes?

-Mauro y yo nos conocemos de haber trabajado en teatro anteriormente, en un par de funciones anteriores, en Fuga ya trabajamos juntos. De ahí nació una amistad, de ahí nació realmente El gran favor, de la necesidad de prolongar esa amistad y esa buena relación en el trabajo.

-Hace tres años acudió por primera vez al Festival de Teatro de Comedias de El Puerto haciendo doblete con 'Fuga', junto a Amparo Larrañaga. ¿Quedó satisfecho con la respuesta del público?

-La recuerdo perfectamente, buenísima, fue estupenda. La verdad es que el público vino a vernos los dos días, se llenó los dos días. El público se lo pasó de maravilla. Tenemos muy buenos recuerdos del paso por El Puerto, eso lo que hace es que Mauro y yo estemos con ganas de volver, porque el recuerdo fue estupendo.

-Actualmente se encuentra rodando la octava temporada de 'La que se avecina'. ¿Qué le espera a Enrique Pastor en esta nueva tanda de capítulos?

-Eso es material secreto, no podemos ir adelantando tramas. Pero es una temporada muy especial.