Tribuna libre

El color del mudéjar

TODO buen aficionado al arte sabe que los interiores de las iglesias medievales presentaban un colorido mucho más rico que el que hoy -tiempo y restauraciones mediante- vemos con nuestros ojos, pero hasta ahora no contábamos con ningún testimonio gráfico que documentara esta circunstancia en las iglesias gótico-mudéjares jerezanas. Por fortuna, el catálogo de Limes Fidei -tienen ustedes hasta el 8 de marzo para ver la exposición en la Catedral- incluye una serie de reveladoras fotografías realizadas al hilo de los trabajos que hemos venido realizando una serie de investigadores.

Para empezar, gracias a la decisiva colaboración de la Hermandad de las Tres Caídas, se presentan los restos pictóricos que en la iglesia de San Lucas se esconden en la capilla de Lorenzo Fernández de Villavicencio, de los que ya hablaba en su célebre guía Manuel Esteve Guerrero. Hoy son visibles solo desde un desván; sus motivos geométricos y vegetales remiten a la estética mudéjar. Tomando como referencia una ilustración de la referida guía, un intrépido fotógrafo y un no menos valeroso investigador, han arriesgado literalmente sus vidas para desvelar los arcos góticos de la misma iglesia que esconde la reforma barroca, logrando capturar imágenes de la armadura medieval que aún se conserva y de la decoración pictórica geométrica -parece tratarse de un conjunto de zigzags- que, sin que nada sospecháramos, ha dejado vestigios en el intradós de dichos arcos.

En la bóveda de la capilla mayor de El Divino Salvador de Vejer de la Frontera, obra incuestionablemente jerezana, hemos localizado ornamentaciones pictóricas que asimismo van a ver por primera vez la luz: por un lado esquemas cuadriculados de larga tradición, por otro motivos curvilíneos que apuntan a Al-Andalus. También se incluye una insólita imagen con la policromía original de las puntas de diamante y cabezas de león que aún conservan los elementos, hoy ocultos a la vista del público, que en Santa María de Arcos de la Frontera pertenecieron a un desaparecido presbiterio realizado por el taller gótico-mudéjar de Jerez.

Para terminar, en el transcurso mismo de las sesiones fotográficas se han podido descubrir, mediando la entusiasta colaboración del párroco Antonio López y del sacristán Jesús Cano, pinturas murales de carácter geométrico detrás del retablo mayor de San Marcos. Sus lacerías de carácter mudéjar nos permiten, junto con los otros restos citados, reconstruir con la mente unos interiores en los que también tenemos que imaginar las representaciones figurativas de la que tenemos algún testimonio escrito, además del espléndido fresco de La Coronación de la Virgen en la referida iglesia arcense. Y aún Jerez nos depara alguna importante sorpresa al respecto, aunque no nos corresponde a nosotros desvelarla. ¡Estén atentos!

El catálogo de la muestra Limes Fidei se presentará el 5 de marzo, a las 20 horas, en el Obispado.

Fernando L. Vargas Machuca es historiador

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