Congreso Fundación Bonald

Un comparsista y un chirigotero ante la literatura

  • Selu y el Chapa hablan en la Fundación Bonald sobre las conexiones de su creación con la escritura 

Selu durante su intervención, junto a Juanjo Téllez y Miguel Ángel García Güez, en la Fundación Bonald.

Selu durante su intervención, junto a Juanjo Téllez y Miguel Ángel García Güez, en la Fundación Bonald. / Miguel Ángel González

El congreso dedicado al humor en la literatura en la Fundación Caballero Bonald, que ha sido coordinado por Felipe Benítez Reyes, decidió hacerse una pregunta: ¿Tiene que ver el carnaval con la literatura? Para responder a la cuestión un ilustre chirigotero, José Luis García Cossío, alias 'El Selu',  y un ilustre comparsista, Miguel Angel García Argüez, 'alias El Chapa', se dieron cita en una ciudad tan poco carnavalera como Jerez y se decidió que el escritor Juan José Téllez fuera el árbitro. No es que la pelea fuera sangrienta y, siendo dos buenos amigos, sólo falto que el público gritara que se besen. Pero aún así ofrecieron visiones desde dentro de la fiesta del carnaval y de su concurso (¿literario?) en el Falla jugosas ante un auditorio repleto.

Téllez, renombrado escritor, periodista, poeta y fracasado autor de coros, se puso como ejemplo de un hecho constatable: los escritores no valen para escribir carnaval. "Fracasó Quiñones y fracasó Antonio Burgos aunque luego nos entregara algo tan de carnaval como sus habaneras". En el caso de Téllez, su coro de Algeciras quedó el penúltimo en un concurso "porque hubo un coro de La Línea que era aún peor que nosotros que tuvo la amabilidad de presentarse". Sin embargo, hay una excepción. García Güez es un más que notable poeta y sus éxitos con sus comparsas son celebradas por los entendidos y, a veces, por los jurados. Sus chirigotas callejeras, por los demás, siempre tienen el éxito de los callejones. 

Para García Argüez, escribir literatura y escribir carnaval "son el mismo deporte, la diferencia está en el manejo de determinadas claves que tiene que ver con la complicidad de dos públicos diferentes porque se encuentran en situaciones diferentes ante un escenario o ante un libro, pero al final de lo que se trata es de jugar con las palabras para decir lo que, de normal, no se puede decir con esa hondura".

García Cossío, posiblemente el autor de chirigotas más original de su generación, no se considera escritor, aunque haya escrito sus cosas. Piensa que escribir para el carnaval no requiere de una gran técnica literaria, sino de tener empatía. Los que nos dedicamos a esto no solemos tener una base literaria ni tampoco una base musical. Aprendemos equivocándonos y con los años acabas por saber qué cosas pueden funcionar y cuáles no. En mi caso, yo lo que tengo más claro es qué es lo que no funciona. Yo busco el diálogo cantado", argumentó, contestando de paso a la pregunta de Téllez sobre si el carnaval era literatura cantada. 

Y es que los invitados, Selu y Chapa, cono son conocidos en el carnaval, son gente humilde con su arte y lo miden por el disfrute de aquellos a quienes se dirigen. De ese modo, no pretenden llegar a los niveles de las murgas de Montevideo, las más parecidas a las agrupaciones de Cádiz pero con un componente cultural elevado. Recordó Téllez que una de ellas dedicó una copla a las transformaciones pedagógicas del siglo XIX. En Montevideo se cita a Quevedo y Góngora como si fueran viejos amigos.

Sin embargo, posiblemente sea García Argüez el más literario de los comparsistas actuales y no lo hace, pese al título del congreso, con el humor, hasta el punto que reconoció que el cuplé, la parte de la comparsa dedicada al humor, se está convirtiendo en accesorio. "Se descuida muchísimo el cuplé, pero es que el público tampoco le da importancia porque no es eso lo que busca en una comparsa. Una comparsa puede ser un pelotazo sin un sólo cuplé bueno".

Y es ahí donde se está produciendo el cambio de ciclo del carnaval, como también lo ve García Cossío: "Esto va por ciclos. Venimos de un ciclo de chirigota y ahora la chirigota parece decaída a favor de la comparsa". 

"Nosotros somos autodidactas y, como tales, hacemos lo que nos da la gana. Entiendo que el carnaval de Cádiz es una catarsis. No somos como los de Tenerife. Nosotros, con pocos recursos, disfrazándonos de lo primero que se nos ocurre, damos importancia a lo que cantamos y supongo que eso hace que alguna vez aflore una comunicación que genere emociones, ya sea risa o llanto y eso puede ocurrir en el transcurso de la misma función", reflexiona García Cossío.

Lo dice quien durante mucho tiempo ha sido considerado un transgresor del carnaval. Creador de personajes, "aunque cada vez me cuesta más encontrarlos", el Selu ha pasado de que se le considerase autor poco de Cádiz a entrar "dentro del canon", según García Güez, para quien existen las chirigotas del Selu y las otras, por lo que propuso crear una categoría exclusivamente para el Selu. No se quedó atrás en elogios Selu con El Chapa: "Ahora que se nos ha ido el más grande (en referencia a la muerte de Juan Carlos Aragón), estamos en manos del Chapa". Ya digo, que se besen.  

  

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios