La contundente sutileza del tejido

Diario de las Artes

IRENE INFANTES

Galería Alarcón Criado

SEVILLA

Obra de Irene Infantes.
Obra de Irene Infantes.
Bernardo Palomo

08 de octubre 2023 - 03:01

No hace tanto tiempo que el arte actuante se suscribía únicamente a lo que daba la pintura, la escultura, el grabado y, como algo excepcional y con muchas reticencias, la fotografía. Se tuvo que esperar mucho tiempo para que el abanico se abriera y se le diera el pláceme de arte con mayúsculas a otras disciplinas de índole variado y de muy dispar naturaleza expresiva. Lo que se tenía como clásico era totalmente inamovible -aquí, la palabra clásico, entonces, no era, ni mucho menos, lo que postulaba el gran Rafael El Gallo cuando se le preguntó: ‘Maestro, ¿para usted qué es lo clásico?’, el torero hermano mayor de Joselito no lo dudó: ‘clásico e lo que no se pué asé mejón’. ¡Genial!- Los tiempos han cambiado y, aunque haya recalcitrantes ultramontanos que miren con ojos de acusada miopía -muchos de los que se tienen como activos artistas, entre ellos-, ahora, sería una soberana tontería y una artística insensatez acotar lo artístico y poner en duda ciertas situaciones por sólo emplear elementos constitutivos diferentes a los tenidos por canónicos. En este sentido, no me resisto a hacer la observación, asimismo, sobre lo que me parece una soberana insensatez por parte de algunos, considerar arte femenino a lo que encontramos en la galería de Carolina Alarcón y Julio Criado porque los materiales empleados por la artista sean tejidos. La estulticia de algunos, en el arte, todavía, es digna de estudio. Lo feminista se está convirtiendo casi en una enfermedad crónica de esta sociedad desquiciada; abiertas tonterías y absurdos manifiestos de algunos malintencionados y arribistas de cortas luces y afectos a intereses populacheros de equivocados. Hartos estamos de decir que no existe arte masculino ni arte femenino; sólo arte realizado por hombres y por mujeres que hacen obras buenas y obras malas. Sólo eso; lo demás brindis al sol de politiquerías modernas sin fundamento alguno.

Irene Infantes es artista importante. Lo es por su trabajo importante, sutil, exquisito, distinto y lleno de energía creativa. Y lo es más porque ha sabido encontrar y dar fortaleza plástica a un material para promover con inteligencia y lucidez un concepto que asume una máxima potestad artística. Irene Infantes es una artista joven, sevillana de 1989. Bien formada en donde había que formarse para su contundente y experiencial trabajo, el Central Saint Martins College de la Universidad de Arte de Londres, donde se gradúa en Diseño Textil. Desde ahí su carrera ha estado bien sustentada y desarrollada en amplísimos estamentos de una práctica a la que ella daba máxima contundencia plástica. Estuvo becada en el V Programa de Investigación y Producción C3A de Córdoba, el organismo dependiente del CAAC, que tan bien lo está haciendo en la promoción de las actuaciones más avanzadas. Consiguió hace muy poco la beca de residencia artística en la Matur Beltz, en Karrantza, País Vasco. Sus reconocimientos son importantes; obteniendo hace unos meses el Premio de Diseño Textil ‘Fuera de Serie’ en Madrid. En 2017 gana el premio Texprint Award lo que le lleva a exponer por diferentes galerías del Reino Unido y Francia. Ha expuesto en el Museo Patio Herreriano de Valladolid, en el CAAC de Sevilla y en C3A de Córdoba. Habiéndole hecho, de forma individual, en la Gal Galerry de Londres (2018), exposición comisariada por Arvida Bystrom; en García Galería de Madrid (2019) o en Alarcón Criado, en 2018, con la muestra ‘Me lo dijo Hisham’. No es, por tanto, una artista desconocida. Todo lo contrario, la avala una realidad que no tiene vuelta de hoja. Y es que su trabajo no pasa desapercibido. Está en posesión de un lenguaje particular y en un uso de materiales que desarrollan una realidad comprometida.

Obra de Irene Infantes.
Obra de Irene Infantes.

La exposición de la galería de la sevillana calle Velarde redunda en el potencial plástico de los materiales textiles. La lana de la oveja merino, compleja y de difícil tratamiento, propicia un argumento formal en unas piezas que, además de asumir su potestad material sirven para plantear un concepto muy bien definido; con un claro estamento mediato donde todo queda supeditado a la fuerza de esta materia que, ella hace sutil, casi etérea y que abre perspectivas para introducirnos en un universo de máximas sensaciones. La galería se llena de paños que cuelgan proporcionando una ambientación que envuelve, que deja soñar, que traspasa los límites escénicos para conducir por horizontes que abren perspectivas, que crean ilusorios estamentos, que mediatizan la realidad buscando rutas de pura emoción.

Obra de Irene Infantes.
Obra de Irene Infantes.

La obra de Irene Infantes, además, entronca con conceptos étnicos, con realidades remotas donde las lanas, los tejidos, los paños servían, además de la utilidad doméstica, para asuntos más cercanos al espíritu. Porque la obra de la artista sevillana crea universos mediatos e inmediatos, envuelve de potencia material la realidad mostrada y abre caminos para encuentros en otra dimensión; en otros momentos. Sus obras, de indiscutible potencial formal, son, sin embargo, tenues manifestaciones de una realidad artística sutilmente desarrollada. En su obra lo presente y lo asunte se dan la mano; lo real y lo presentido diluyen sus fronteras; el hoy y el ayer encuentran rutas tangentes.

La exposición en Alarcón Criado nos vuelve a situar en lo mejor y en lo más sustancioso de ese arte que no sabe de compartimentos estancos, que cree en las infinitas posibilidades de la expresión, sin medir posiciones de pobres y equívocas formulaciones. La obra de Irene Infantes lo atestigua. Es un arte activo, actuante y en abierta proyección. En definitiva, la realidad artística en su justa medida.

stats