La Crítica

Manon, la locura primaveral de Massenet, éxito rotundo en el Villamarta

  • La producción del Teatro Villamarta consolida a Sabina Puértolas e Ismael Jordi como pareja artística

Sabina Puértolas e Ismael Jordi en un momento de la representación de Manon en el Villamarta.

Sabina Puértolas e Ismael Jordi en un momento de la representación de Manon en el Villamarta. / Miguel Ángel González

Manon Ópera en cinco actos de J. Massenet y libreto de Henri Meilhac y Philippe Gille. Intérpretes: Sabina Puértolas; Ismael Jordi; Damián del Catillo; Javier Castañeda; Manuel de Diego; César San Martín; Natalia Labourdette; Zayra Ruiz; Marina Pardo. Director de escena: Alfonso Romero; Escenografía: Ricardo Sánchez Cuerda, Orquesta Filarmónica de Málaga, Director: Carlos Aragón. Coro del Teatro Villamarta. Director: José R. Hernández Bellido. Producción del Teatro Villamarta de Jerez. Teatro Villamarta 28 y 30 de enero de 2022. Aforo completo.

(Manon, “Comme l’oiseau qui suit en tous lieux le printemps…”)Vaya por delante, que mi interés por ver a Ismael Jordi interpretar el papel de Des Grieux en la Manon de Massenet era muy grande. Y tengo que decir que la representación villamartina del viernes colmó mis expectativas con creces. Ismael ha estrenado el papel en España, y en su Jerez natal, consiguiendo un gran éxito para su carrera profesional, y también para el Teatro Villamarta, que lo ha visto nacer y crecer artísticamente, y por supuesto para la ciudad de Jerez, que ve cómo uno de sus hijos se va haciendo más grande cada día en el mundo de la ópera.

Asistí a la representación del viernes 27, sin haber visto la previa ni ensayos, y la verdad que lo agradezco enormemente, ya que en los tiempos que corren de coronas y virus, uno nunca se atreve a predecir quién estará al final en el elenco y en el foso, por culpa de cuarentenas, confinamientos y demás desavíos a los que nos tienen acostumbrados últimamente. Al final, la orquesta, con significativas bajas de músicos sustituidos a ultimísima hora, estuvo a la altura y en mi opinión, de manera más que notable.

Sabina Puértolas, se adueñó de gran parte del escenario del Villamarta, y de los corazones del público asistente, nada más entrar en escena. Tuvo su gran noche villamartina, triunfando rotundamente en un papel que, todo hay que decirlo, se vio proyectado en lo conceptual por una hábil visión del personaje por parte de la dirección escénica de Alfonso Romero, junto con la escenografía ideada por Ricardo Sánchez. Sabina Puértolas, asumió con excelencia un papel complicado por lo agotador que supone permanecer en el escenario de manera casi continua e intensa tanto en lo musical como en lo actoral. A ello hay que sumar que la representación del viernes fue su estreno en el papel. Desde sus primeras frases en “Je suis encor tout étourdie…” Sabina supo trasladar al respetable el encanto del personaje, la emoción palpable de quien siempre encuentra un motivo de disfrute en lo todo que le rodea…en fin de la esencia del personaje de Manon: un espíritu libre como ave en primavera. ¡Brava!

Ismael Jordi consiguió refrendar una pareja artística enorme con Sabina Puértolas. Desde el primer dúo de la obra (Nous vivrons à Paris...), emergieron como pareja perfectamente equilibrada, en lo canoro entonando deliciosamente, y en lo actoral, con un verdadero complot para que el resultado teatral fuera redondo. Ismael Jordi da un salto cualitativo en la ópera, en busca del estilo francés del género. ¡Bravo!

Otro instante de la representación de la ópera Manon. Otro instante de la representación de la ópera Manon.

Otro instante de la representación de la ópera Manon. / Miguel Ángel González

El resto del elenco acompañó con sobresaliente. Destacó Damián del Catillo en el papel de Lescaut, primo de Manon en la obra. Muy bien tanto en la canoro como en lo teatral. Javier Castañeda, Manuel de Diego y César San Martín completaron el elenco masculino, más que correctamente. Muy bien. Y por la parte femenina, las “jóvenes actrices” Poussette, Javotte y Rosette, estuvieron muy bien representadas por Natalia Labourdette, Zayra Ruiz y Marina Pardo, que transmitieron el desenfado y la simpatía de los personajes.

La Dirección de escena y la escenografía merecen mención aparte en esta Manon villamartina. Las soluciones escénicas, bajo el concepto de una Manon actualizada, nos transportan a un mundo irreal a fuerza de fantasía y sueños de libertad. Algo de Alicia en el país de las maravillas flota en el ambiente, con los espejos y el mobiliario en una entropía decorativa. El resultado es que la puesta en escena mereció la pena, porque en mi opinión dio en el clavo al dulcificar el personaje de Manon, y al aportar recursos más que agradables al espectador. La base de la escena siempre es la misma, con pequeñas modificaciones, imaginativas, prescindiendo de lastres innecesarios. Por no hacer eso que llaman ahora “spoiler”, no les cuento el final… ¡Excelente!

La Filarmónica de Málaga, bajas de última hora aparte, estuvo muy bien conducida por el maestro Carlos Aragón, que en mi opinión viene demostrando con hechos una premisa esencial en ópera: Dejar cantar a los cantantes. Darles su sitio, y a la vez saber aprovechar los momentos oportunos de lucimiento de la orquesta para sacarle todo el jugo a la música de la partitura. Y así lo hizo. Muy bien. Y el coro del Villamarta, que estuvo a la altura, y por las alturas, ya que la escena permitió que las voces se repartieran por todo el escenario, a lo ancho y casi a lo alto. Muy bien.

La producción del Teatro Villamarta ha supuesto la llegada de una primavera anticipada a esta tierra, deseosa de ver brotar nuevo arte, nuevas ideas y de disfrutar de la libertad que define al personaje Manon. Disfruten de ella los que acudan el domingo 30, como lo hicimos los que asistimos al estreno.

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