Manuel Romero. PRESIDENTE DE LA FEDERACIÓN LOCAL DE PEÑAS FLAMENCAS

"No se debe llamar flamenco a lo que en realidad no lo es"

  • Recién elegido, no canta, ni baila pero busca desde su cargo el "bienestar" de este arte

Cuando Manuel Moreno Román (Jerez, 1951) era niño, los Reyes Magos le trajeron en una ocasión un disco de Agujetas, y a sus hermanos dos pistolas. Ya tenía muy claro que el flamenco formaría parte de su vida, por siempre, aunque ni baila, ni canta, sólo cuando está "a gusto". Ya entonces se juntaba con Moraíto, los Zarzana... Estudió en el colegio San José, pasó por el seminario lasaliano, pero no fructificó el asunto (es creyente a su manera), se marchó a la Marina, regresó y se casó con una gitana, Carmen Peña Flores, de la familia de los Cantarote, con la que lleva 33 años, y que le ha dado tres hijos, que sí que cantan y bailan. Inauguró el Mercajerez en el que trabajó subastando frutas, ha sido bombero voluntario, profesor de transporte de mercancías peligrosas y ahora está prejubilado. Ha sido presidente y relaciones públicas de la peña Tío José de Paula, cargo éste último que también ejerció en los desaparecidos Los Cabales. Fundó la peña de Terremoto, a la que pertenece en la actualidad. Además del flamenco, tiene otra pasión, leer.

-¿Qué significa este cargo para usted? ¿Era un puesto soñado desde hace tiempo?

-Este cargo es un motivo más para sentirme útil, para y por el flamenco. Y respecto a soñado..., no por favor, sólo que este cargo me posibilita seguir trabajando por lo que siento, desde una óptica más amplia y por supuesto, dentro del tejido asociativo.

-¿Cuáles son sus objetivos como presidente? ¿Qué le falta y que le sobra a la entidad?

-Fundamentalmente, que todas la entidades flamencas sientan y estén convencidas de que la Federación a la que pertenecen es la correa de transmisión de nuestras inquietudes, para con los organismos, instituciones, o cualquier otro foro, para que se nos tenga en cuenta. Quiero que la Federación sea un elemento coordinador, donde las decisiones que se tomen sean siempre consensuadas, por el bienestar del flamenco en general, y de los ideales de las peñas en particular, teniendo siempre en cuenta que si una peña funciona, será siempre un sumando para el flamenco. No creo que sea un asunto de que falte o sobre, sino que cumpla con honestidad, diligencia y eficacia con la función por la que fue constituida, que no es otra que la de aglutinar las ideas y conceptos de sus asociados y sentirnos un óptimo interlocutor allá donde sea necesario exponerlos o defenderlos.

- ¿Cómo ve el panorama actual del flamenco? ¿Se está dejando algo por el camino?

-Los que tuvimos el privilegio de vivir con intensidad flamenca las décadas de los 60, 70 u 80, es evidente que tengamos ahora poca o ninguna afinidad con estas nuevas formas aflamencadas, y no por eso se nos debe censurar, criticar, ni calificar de dinosaurios intolerantes, enemigos de la evolución. Es más, creo que el flamenco, al tener sus raíces en la cultura popular, siempre ha estado sometido a la evolución, pero siempre respetando los estilos, incluso las diferentes métricas o ritmos de las diversas zonas cantaoras y no calificar de flamenco algo que a todas luces no lo es. Insisto en que no se debe llamar flamenco a lo que no es. En fin, parece ser que últimamente esto es el eterno debate, así que sugiero tolerancia y buen oído. De la misma forma, respecto a las nuevas generaciones en el flamenco, tengo que decir que al menos, por ahora, se goza de buena salud. En Jerez existen en la actualidad una serie de jóvenes figuras del cante, baile y guitarra que son los causantes de que a esta ciudad del arte flamenco se la siga reconociendo en el mundo.

- ¿Qué papel deben jugar las peñas flamencas en la consolidación del flamenco en Jerez como motor de la industria cultural?

-Pues mire, junto con nuestros vinos y caballos, y sin caer en el tópico, con el flamenco conforman tres elementos que son conocidos en todos los confines del mundo, junto a nuestros monumentos, la gastronomía, Semana Santa, Feria del Caballo y el trato de los jerezanos. Eel interés del visitante a nuestra ciudad estaba sobre el 17% en lo relativo al flamenco, según datos de la delegación de Turismo, Cultura y Fiestas, así que nosotros somos conscientes de la importancia de nuestras actividades para fortalecer ese motor de la industria cultural, pero somos entidades sin ánimo de lucro, sin subvenciones de ningún tipo y además abrimos las puertas de nuestras peñas para todo el mundo, sin distinción. No estamos vendiendo pobreza, pero es de justicia que todas las fuerzas vivas de la ciudad sepan que el flamenco en Jerez sobrevive en gran parte gracias a esa labor desinteresada y encomiable de la peñas flamencas. Creo sinceramente que la labor de la mayoría de las entidades flamencas ha contribuido notablemente para que hoy podamos seguir disfrutando de nuestro arte flamenco, e incluso del recuerdo de nuestros artistas.

- ¿Se va a establecer un calendario de actuaciones en las peñas para que no haya coincidencias o periodos largos sin actividad? ¿Qué opina de que se establezca una entrada, pagada, para dichas actuaciones?

-Las peñas flamencas tienen y tendrán siempre autonomía propia, no obstante, estamos todas de acuerdo en que tenemos que abordar el tema de las coincidencias de fechas, en el desarrollo de nuestras actividades, para hacerlas más diáfanas en el tiempo y así facilitar a los socios, aficionados y visitantes la asistencia al mayor número de actos posibles. Y tal como están las cosas, se hace necesario el planteamiento de cobrar entradas, aunque creo que en Jerez no se ha hecho nunca.

- ¿A veces no da la sensación de que muchas peñas de la ciudad ocupan equipamientos públicos de primer nivel sin que el uso o la rentabilidad que se les saca sea el adecuado?

-Estoy de acuerdo en que puede haber peñas flamencas que están infravaloradas, por eso creo necesario un trabajo conjunto con las instituciones públicas y privadas, para poner en valor nuestro trabajo, nuestro equipo humano y nuestros conocimientos, al servicio de nuestro cultura flamenca y muy especialmente, para ese colectivo que son los auténticos y verdaderos artífices de ella: los cantaores, bailaores, guitarristas, músicos, compositores, etc.

- ¿Sirve de algo que el flamenco sea Patrimonio de la Humanidad?

-El flamenco hacía ya mucho tiempo que era Patrimonio de la Humanidad. Ahora que se ha oficializado dependerá de los políticos que sirva para algo. Hasta hoy, sólo ha servido para que los señores que ostentan cargos en las diferentes administraciones salieran el día de la designación todos muy "flamencados y flamencólicos", aparte de eso, hasta el día de hoy, que yo sepa, no ha servido para nada.

En la imagen,

Manuel Moreno posa

en la peña Terremoto,

días atrás.

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