La íntima despedida de Lorenzo Cherbuy, el 'obrero' anónimo del arte

Los familiares y amigos más íntimos del artista le dieron ayer su últilmo adiós en el tanatorio Virgen del Rosario · La AAV de Puntales y la de Amigos del creador siguen luchando por el reconocimiento de su trayectoria

Los familiares y amigos, en el responso por el artista.
Los familiares y amigos, en el responso por el artista.
Virginia León / Cádiz

20 de julio 2010 - 05:00

Lorenzo Cherbuy se fue tal y como vivió: Sin hacer ruido. El prolífico pintor, considerado por los estudiosos de su obra como el mejor artista de la tierra del siglo XX, fue despedido ayer en la intimidad por sus familiares y amigos más queridos en la capilla del tanatorio Virgen del Rosario, donde se ofició el responso antes de ser incinerado en el cementerio de Puerto Real.

Todos recordaron, en algún momento de la triste jornada, el afán creador de este prodigioso autodidacta, amante del arte, la filosofía, la poesía y el ensayo. La trayectoria de un hombre que "trabajaba sin cesar para comer", comentaba ayer Alfonso Casas, amigo y uno de los principales artífices de la Asociación de Amigos de Lorenzo Cherbuy que, desde hace dos años, trabaja incesantemente en el rescate de la trayectoria del virtuoso creador nacido en 1921.

Alfonso Casas rememoró el vinculo que desde siempre le ha unido a Lorenzo y a sus hijos, "con los que me he criado", así como la curiosidad que desde bien pequeñito le despertaban los cuadros del artista, "del que soy gran admirador y enamorado de su obra", comentaba el ceramista. Hasta hace poco ha seguido visitándolo a su modesto estudio de Puntales para el "tradicional" intercambio de pareceres. "Era realmente crítico, si algo no le gustaba, lo decía sin tapujos".

Y es que Lorenzo Cherbuy era un hombre sincero. Poco amigo de la notoriedad, de los eventos públicos, rebelde y estallante de ocurrencias plásticas, como decía su amigo Fernando Quiñones. Y, ante todo, trabajador nato. Todo un 'obrero' del arte cuyo número total de creaciones está aún por catalogar. Si bien, se estima más de cinco mil. Creaciones repletas de sensualidad y fantasía -como incide uno de los estudiosos de su obra y biógrafo, el periodista Jesús María Serrano-, que se encuentran repartidas por numerosos lugares del mundo, de España y, cómo no, por su tierra. Por citar algún ejemplo, es autor del mural del parking de Canalejas, del que luce Aguas de Cádiz, Ingrasa o el Hotel Regio.

De este punto, de la recopilación de datos e inventario de su inmenso legado, parte ahora la familia del artista. Su hijo Carlos Cherbuy relataba ayer a este medio, en medio de una profunda tristeza, que a partir de ahora "empezaremos a poner en claro las ideas para retomar el trabajo de la Asociación de Amigos de mi padre y la sala de exposiciones de su obra", decía.

Para él es un orgullo que tantas personas luchen por hacer justicia a la trayectoria de su progenitor y, sin ningún tipo de resentimiento a la tarea pendiente por parte de las autoridades, comenta que le gustaría recuperar y difundir la importante aportación que el grupo literario Platero, al que perteneció su padre, hizo a la cultura gaditana de los años 40.

Por su parte, José Manuel Hesle, presidente de la Asociación de Vecinos de Puntales, hablaba ayer de la pena de un barrio "que ha tenido la fortuna de dar cobijo a una persona tan discreta y respetuosa con el sentir de todos". A Lorenzo Cherbuy, cuya obra se ofrece a la sociedad gaditana "pulcra y neutra, libre de todo antagonismo humano".

stats