Obras de la exposición de Ana Pellón.

Desde la antigüedad los artistas se han sentido atraídos por aquello que se extendía ente sus ojos. Fueron muy importantes los pintores que, en el siglo XVIII italiano, representaban los paisajes, urbanos sobre todo, que aparecían ante sus ojos con aquellos bellísimos horizontes plagados de espectaculares palacios. Eran los vedutistas –del italiano veduta que significa vista- cuyo principal representante fue Giovanni Antonio Canal, el Canaletto; autor de unas impresionantes vistas de Venecia, sus canales y sus monumentos.

La pintura de paisaje tiene tras de sí una muy longeva historia. Podríamos decir que es de las expresiones artísticas que más fortuna han hecho y más se ha llevado acabo con un número de autores que, de una forma u otra, han representados sus perfilados horizontes.

El paisaje ha sido, por tanto, una especialidad pictórica de fructífero desarrollo. Un paisajismo que tuvo, tiene y tendrá grandes pintores que, en sus más amplios planteamientos estéticos y formales, dejan constancia de la panorámica que descubre su mirada. La forma de representación del paisaje es tan extensa como los propios postulados creativos existentes en lo artístico; máxime en la actualidad cuando cada artista está en posesión de una personal manera interpretativa sin adscribirse a escuelas ni regirse por tendencias o credos. La representación del paisaje es particular y se define por la inclinación artística de cada cual. Algo que nos debe servir para centrar la pintura de Ana Pellón en la muestra que, actualmente, podemos encontrar en el Espacio Abierto de la calle Alvar López.

Paisajes de muy personal formulación y estructuras compositivas originales que nos sitúan en un planteamiento estético no suscrito a ninguna escuela artística sino realizado desde una ambientación particularísima donde el propio elemento sustentante juega un poderoso papel.

Ana Pellón es una artista malagueña de amplia proyección y con un bagaje técnico que la capacita para afrontar las más dispares circunstancias creativas. Para esta ocasión formula un proyecto paisajístico de amplio espectro donde la materia plástica asume variadas posiciones hasta establecer una realidad formal de buena disposición. Porque sus paisajes no se circunscriben a un único planteamiento técnico sino que se adentran por varios estamentos plásticos a la búsqueda de una realidad formal abierta y sin restricciones. Ella utiliza una amplia y bien constituida amalgama de proposiciones matéricas que organizan todo un entramado actuante hasta formalizar una realidad paisajística abierta y de muy poderosa ambientación plástica.

Hay que partir de que la artista centra su mirada en los abiertos, diáfanos y esplendorosos paisajes del sur; allí donde las marismas juegan a formalizar meándricos tirabuzones con las lenguas de tierra y sus ondulantes y laberínticas líneas de agua salada que producen esas salinas llenas de blancas pirámides que son los objetos principales de una pintura llena de fortaleza y entusiasmo. Porque la obra de Ana Pellón parte de un claro potencial formal, con variados argumentos materiales que posibilitan un paisaje abierto, de distintas posiciones formales y una muy curiosa estructuración que desemboca en una contenida manifestación paisajística de desenlaces casi minimalistas.

Son obras muy fáciles de mirar porque nos plantean paisajes cercanos, horizontes luminosos donde la inmensidad queda suscrita a fórmulas compositivas muy bien estructuradas. La autora utiliza diversos esquemas materiales para formular una muy amplia disposición que abre las perspectivas de un paisaje patrocinado desde amplios postulados materiales para conformar estructuras plásticas que proyectan buenos argumentos estéticos.

La exposición nos conduce por un moderno paisaje donde los habituales sistemas ilustrativos no se formalizan desde la habitual plataforma dibujística sino que se hace poderosa manifestación de amplios registros formales, cuidadas intenciones plásticas que interactúan con los desarrollos pictóricos al uso, creando un estamento representativo nuevo donde la forma plástica es el germen impulsor de todo.

La programación del Espacio Abierto sigue firme, con la clara intención de abordar todos los estamentos de un arte que se abre a todos los postulados de la creación. Algo que consideramos todo un acierto. Que no decaiga