Cuando el arte no necesita nada más que ser arte

Diario de las artes

Adela Olmos, Espacio Abierto, JEREZ

Cuando el arte no necesita nada más que ser arte
Pinturas de Adela Olmos en Espacio Abierto Jerez.
Bernardo Palomo

16 de octubre 2022 - 05:00

En lo artístico, como en muchos otros estamentos, para plantear un asunto con suficiencia, rigor y claridad no hay que acudir a excesivas posiciones intelectuales ni ahondar en superfluas manifestaciones para expresar, con contundencia y determinación, aquello que se quiere expresar. Es más, cuando menos se tenga que explicar una circunstancia, seguro que su relato será más diáfano y con menos subterfugios desvirtuantes.

En el arte si una obra ha de ser apoyada por un manual de instrucciones o un prospecto explicativo, muy mala cosa llevará consigo. Estamos hartos de contemplar obras insondables y absolutamente farragosas en fondo y forma que no hay quien le meta mano ni mirada que sea capaz de asumir tan oscuros posicionamientos. Mucha falta de registros claros y concisos encontramos en una expresión artística demasiado empeñada en manifestar argumentos elitistas, fórmulas inaccesibles e intrincados laberintos conceptuales que requieren, para su entendimiento, arduas explicaciones, por lo demás, tan oscuras como lo que pretenden poner en claro. Un desarrollo artístico que necesite, como hoy se dice, un tutorial, no será nada más que una experiencia fallida que no va a llegar a ningún lado ni va a convencer a casi nadie.

En las obras que Adela Olmos presenta en Espacio Abierto, ocurre todo lo contrario. Afortunadamente las piezas desentrañan una clarísima posición que llega, sin retorcimientos, a la mirada del espectador. Todo es sencillo, claro, conciso y, además bello. La artista no se pierde en argumentaciones discutibles ni en circunstancias abisales de miradas esquivas; todo lo contrario, plantea una posición estética sin reveses, sin intrincados postulados ni absurdos juegos de ingeniería metafórica inabarcable. Pinta lo sencillo, unos justos esquemas florales bien compuestos desde una clara y estricta posición distributiva. No hay más. El espectador contempla cómo la realidad vegetal surge sin farragosos intermediarios. La tinta y la escueta mancha de color relata, sin subterfugios, una realidad que atrapa la mirada desde su escueta, contundente y determinante posición expresiva. Todo es difícil sencillez, sabia manifestación de una pintura que no necesita absolutamente nada más para ofertar un inmenso poder de captación.

En las piezas que se presentan en la sala de la calle Alvar López la pintura genera una sutil fortaleza plástica sin agobiantes manifestaciones superfluas que a nada conducen. Cada trabajo de esta autora argumento un claro posicionamiento expresivo; un bello relato muy bien estructurado desde una morfología compositiva sin excesos, con lúcidas posiciones distributivas y una sintaxis cromática de contención; es decir, todo está dispuesto para que la línea argumental desarrollo, sin tonterías, su más clara posición argumental.

Adela Olmos, en esta exposición, nos demuestra que con muy poco, pero limpio y sin demasiadas alharacas, se consigue la manifestación de una realidad pictórica justa y definitiva. No se necesita más.

Positiva muestra de una artista que pinta bien, no se complica la vida ni se la complica a quien mira su obra. Ese es el camino. Bien por la galerista ofreciendo una pintura justa que descubre a una artista seria y con las ideas claras.

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