La ficción de la que nace la realidad
El sevillano Ignacio Rubiño inaugura hoy, a las 13,30 horas, en el Espacio De la Calle la muestra 'Memoria de Jerez', un paseo desde el arte rupestre hasta el graffiti
Una falsa historia, una gruta, pinturas rupestres, toros y vid. Son los ingredientes que, bien cocinados, dan una fino plato sobre un lecho de ficción y realidad. Prehistoria, presente y futuro. Es la 'Memoria de Jerez'. Es la nueva exposición que el arquitecto y artista sevillano Ignacio Rubiño inaugura hoy, a las 13,30 horas, en el Espacio De la Calle (Santo Domingo, 7 duplicado). "Cuando Carmen de la Calle, propietaria de esta galería, me propone exponer, se me ocurre hacer un memorial de Jerez, algo muy específico, con dos arquetipos como protagonistas, el toro y la vid", cuenta el autor. Para darle más memoria a la memoria en sí, Rubiño recrea una aventura en su cabeza, el descubrimiento de una cueva por la zona de El Portal, repleta de pintura rupestres, de toros, "que confirma que este elemento, este animal, forma parte de la construcción de la memoria de Jerez". A partir de aquí, la historia, ya realidad, se transforma en este espacio expositivo, en el que conviven numerosas técnicas y registros. Una parra hecha de hojas de offset metálicas, que se supone que ha aparecido también en una de las salas de esa gruta imaginaria. O lienzos de vides nacidas en un ordenador, del dibujo digital. De un montaje a otro. El toro, 'arte rupestre' en el siglo XXI. Ignacio se esmera con sus propios dedos en darle forma a la reproducción real de uno de estos astados. Se arrima. No hay temor.
Además, de las paredes colgará un conjunto de apuntes realizados en la 'cueva' sobre los toros aparecidos. Y de una de las primeras expresiones artísticas de los orígenes del mundo, a una de las últimas, el graffiti y el tatuaje sobre piel artificial, con la colaboración del tatuador madrileño, afincado en Jerez, Fernando Ruiz Asenjo. "Me gustaba la idea de empezar con la técnica más arcaica y terminar con la más moderna, que al final son iguales. Es hacer memoria. Los primitivos y los contemporáneos se expresan al final por los mismos argumentos. Para ello hemos hecho un logo, una cara de toro multiplicada, que se ha convertido en nuestro sello", cuenta Rubiño.
"Seguramente -añade- es la primera vez y la última que descubra una cueva (bromea, para seguir jugando con la historia de la que parte la muestra), porque además soy medio claustrofóbico (ríe). Me gustaba la idea de la gruta como figura literaria y artística. Ha sido la muletilla para hablar del límite entre la realidad y la ficción y poder crear así un discurso en exclusiva para esta galería. Además, no abunda en la memoria colectiva que el origen del toro esté aquí, en Jerez".
La muestra se podrá visitar hasta el próximo 21 de diciembre en horario de lunes a jueves de 11,30 14 horas y de 17,30 a 20 horas. Los viernes, sólo en horario de mañana. Se puede concertar cita para otros momentos en el teléfono 607 501093.
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